Las medidas de aislamiento social, la prohibición masiva de personas en centros sociales, comerciales, religiosos, parques, centros deportivos y de diversión ya están provocando la desesperación en la población de Nueva York y otros estados sometidos al confinamiento colectivo.

La sociedad en los EEUU ha respetado en su gran mayoría las medidas gubernamentales de confinamiento y aislamiento social desde que fueron impuestos el pasado 22 de Marzo.

Los primeros estados en someterse al confinamiento y aislamiento social obligatorio fueron California, New York y Chicago cuando apenas el número de muertos por Covid-19 era de 216 y el de infectados 16,600. Luego se ampliaron las medidas a nivel nacional al incrementarse los casos del coronavirus.

La población se sometió al llamado de las autoridades esperanzadas de que fueran por un corto período de tiempo pero la realidad ha sido otra.

Los líderes de la nación que manejan la crisis en la Casa Blanca, no están viendo la luz al final del túnel sino un panorama sombrío que presagia más muertes y enfermos a nivel nacional.

La incertidumbre de un mayor contagio del Covid-19, la entrega tardía de la ayuda económica aprobada para 25 millones de desempleados, al igual que a las empresas y negocios afectados están llevando a la desesperación masiva en EEUU.

En medio de una economía estancada y la presión social de los norteamericanos deseosos de volver a la vida normal, han hecho que las autoridades aceleren la reapertura del país antes del inicio de la temporada de calor que trae el verano.

La actualización de los cálculos recientemente realizados por la Casa Blanca que proyectan con seguridad el aumento de muertes por coronavirus en los EEUU ha creado más pánico y temor de contagio en la población.

El modelo de predicción de la evolución de la pandemia que se lleva a cabo la Sala de Crisis que dirige el vicepresidente Mike Pence en la Casa Blanca junto a los doctores Anthony Fauci y Deborah Birrx, aseguran que para el mes de agosto el número de muertes supere las 135,000 personas víctimas del coronavirus.

Aun así, una gran mayoría de gobernadores ya han tomado sus decisiones de retirar gradualmente las medidas restrictivas de confinamiento desafiando todos los pronósticos y recomendaciones emanadas por virólogos expertos y de la Organización Mundial de la Salud (OMS) que no ven la apertura como la solución al problema de la pandemia.

Recientemente, Tedros Adhanom, director general de la OMS con sede en Ginebra, Suiza, insistió en que durante la fase de levantamiento de las medidas de confinamiento debe garantizarse “que los contagios estén controlados y que el sistema sanitario pueda afrontar la transición que está minimizando el riesgo de rebrotes”.

La pandemia continúa su avance global y ya sobrepasó los 4 millones de infectados de Covid-19 en el mundo con un número de muertes cercanas a las 280,000 víctimas.

El Estado de Nueva York, centro de la pandemia en los EEUU lleva un registro cercano a las 27,000 víctimas y más de 340,000 infectados. Mientras que EU con más de un millón 200 mil infectados y cerca de 80 mil muertos continua como líder a nivel mundial.

La época invernal se ha ido y el calor del verano asoma en la capital del mundo por lo que miles de personas están comenzando a salir de sus casas y apartamentos protegidos con mascarillas para evitar el contagio del coronavirus.

Acostumbrados a la diversión en sociedad, los neoyorkinos están acudiendo a sus lugares de predilección como cafeterías, bares, restaurantes de comida rápida y licorerías, retirando sus órdenes por ventanilla y sin ingresar al local respetando el aislamiento social.

El Central Park de Nueva York, uno de los centros de esparcimiento social más concurrido cada año por neoyorkinos y turistas comienza a recobrar su vida con la llegada masiva de neoyorkinos en búsqueda de aire fresco, solearse sobre la grama, montar bicicletas, hacer gimnasio o compartir en familia en contraposición a las repetidas instrucciones del Gobernador Andrew Cuomo y el alcalde Bill Diblasio de quedarse en casa.

En represalia, el gobernador Cuomo ordenó al Departamento de Policía de la Ciudad de Nueva York (NYCPD) aumentar las multas de $50 hasta $1,000 dólares a los infractores de la orden de confinamiento colectivo.

A pesar de la existencia de la pandemia y la incertidumbre de su posible contagio, los neoyorkinos no están dispuestos a que se les impida disfrutar a plenitud su mejor época del año como lo es un verano en Nueva York con o sin coronavirus.