Ana María Pastor Julián, nacida en Zamora, hija adoptiva de la provincia de Galicia, es conocida como “la Señora desde luego”.
Política eficiente y médica de profesión, especializada en salud pública la “Señora desde luego” parece la versión femenina del Cirano de Bergerac, y le hace honor a aquel soneto de Francisco de Quevedo parodiando la ingente nariz del gran poeta Luis de Góngora, sacerdote libertino y su contrincante literario, creador del “gongorismo”: “Erase un hombre a una nariz pegado, érase un elefante bocarriba, érase una nariz superlativa, érase una nariz sayón y escriba, las doce tribus de narices era”.
La “Señora desde luego”, sin embargo, es la flamante presidenta del Parlamento Español, la tercera en mando del país, y la mano derecha de Mariano Rajoy, el presidente en funciones y probablemente el próximo Presidente electo de España. Todo dependerá de la capacidad de entenderse entre los partidos, pues el pueblo español ha votado para que se instale un gobierno de consenso inter-partidista.
En esta ocasión los españoles no le han dado mayoría absoluta a ningún partido y esto ha creado un tranque entre sus líderes, aparentemente incapaces de adaptarse a los nuevos signos de los tiempos políticos: gobierno compartido a base de pactos consensuados entre los partidos políticos.
Cada uno tirando para su lado jamás va a resolver el tranque, forzando unas terceras elecciones en menos de un año, teniendo en cuenta que cada una de ellas le cuesta al pueblo español más de cincuenta millones de euros. En total, esto le saldría por casi trescientos innecesarios millones de euros.
Los electores han manifestado con sus votos que una nueva etapa se impone sobre España, donde los partidos tendrán que mantener la democracia a base de pactos de Estado. El arte de la política entró en una nueva etapa en la “Madre Madrastra”.
Mariano Rajoy (Partido Popular) es un gallego de pura cepa y dicen por estos lares que un gallego (mi abuelo materno era hijo de gallegos) es “aquella persona que te encuentras en medio de una gran escalinata y nunca sabes a ciencia cierta si es que sube o es que baja”. Son expertos en esconder el as de la baraja, parecidos a los cibaeños natos. De hecho, dicen que en el Cibao se asentó una inmigración de gallegos y que fueron ellos los que fundaron el primer “Santiago” de Las Américas, “Santiago de los Caballeros”, replicando al “Santiago de Compostela” original. Naturalmente, ni uno ni otro tuvieron nada que ver con el Santiago judío.
En Cuba todavía se le llama “gallego” a todo inmigrante español, porque la mayoría de los cubanos clásicos, como Fidel Castro Ruz, eran hijos de gallegos.
En Argentina hay una provincia, “Río Gallegos”, en honor a Galicia, donde se estableció una inmigración de gallegos. Allí nacieron Néstor Kirchner y Cristina Fernández de Kirchner ambos ex-presidentes de Argentina.
Los gallegos son de raíz celta y, de hecho, están conectados con los celtas originales, provenientes de la isla de Irlanda. Sus gaitas son casi iguales a las gaitas irlandesas. Además, se consideran primos hermanos de los asturianos (“Astur”, en lenguaje céltico, significa “Sur” de Irlanda).
A la pregunta sobre la fecha de la investidura del nuevo gobierno (la XII Legislatura en época post franquista), estas fueron las palabras exactas de Ana Pastor:
“Desde luego, esa es una decisión de las más altas instancias, y, desde luego, la de su Majestad el Rey de España, Felipe VI, y, desde luego, del excelentísimo Señor Presidente, y, desde luego, de la voluntad libérrima del pueblo español. Además, y sobre todo, desde luego, yo humildemente habré de concentrarme en generar el diálogo y, desde luego, el consenso entre los diferentes partidos políticos” de España, los cuales, desde luego, tendrán todo el derecho de discutir, desde luego, sus respectivas posiciones partidarias”.
Notemos que, en su réplica a la pregunta que le hicieron los periodistas, repitió “desde luego” en ocho ocasiones. Desde luego, por eso le llaman “la Señora desde luego”. Parecido a aquel grupo del “Partido Reformista”, cuya única plataforma política era: “Lo que diga Balaguer”.
No nos engañemos, la doctora Ana María Pastor Julián es una mujer de agallas, quizás hasta más que de narices. Su apellido, “Pastor” (como el de Julián) no tiene nada que ver con ovejas. Son apellidos de raíces judías sefarditas. De ahí su ingente nariz semítica y su gran capacidad de trabajo. Ha sido la ministra de Fomento (2011-2016) y, anteriormente, la ministra de salud pública (2002-2004), durante el mandato de José María Aznar López, falangista militante durante su época de estudiante.
Esa inocente frase de “desde luego”, es una táctica que le ha dado muy buenos resultados en su vida política, convirtiéndola en una figura conciliadora para sus adversarios. Pero esa es una percepción colectiva de doble filo, como la de Danilo Medina Sánchez. Desde luego, antes de reelegirse en nuestro Macondo caribeño.
En cierto sentido, la “Señora desde luego” nos recuerda al actor austríaco, Johannes Branner en su papel del sargento Schultz en la serie televisiva de renombre, conocida como “Los heroes de Hogan”: “I see nothing… I hear nothing… I say nothing… I know nothing…nothing” (yo no veo nada… yo no oigo nada… yo no digo nada… yo no sé nada de nada). Solamente sonrío y hago lo que me dice el jefe
Igualito a los políticos dominicanos, que aparentan no saber nada de nada. Por eso habría que añadirle a sus “curricula”: “Desde luego, yo tampoco me acuerdo ni me doy cuenta de nada”.