En 1469 se unieron en matrimonio Fernando de Aragón e Isabel de Castilla, más adelante conocidos como los Reyes Católicos. Ese mismo año comenzó a gobernar la República de Florencia, Lorenzo de médici, figura señera del Renacimiento italiano, mecenas de las artes, banquero, poeta, diplomático y filósofo. Su gestión concluyó al morir en 1492, año en que Fernando e Isabel conquistaron a Granada, terminando la presencia árabe de 8 siglos en la península ibérica. Mientras Lorenzo “El Magnífico” patrocinaba a Miguel Ángel y a Leonardo da Vinci, Fernando e Isabel guerrearon 10 años recuperando territorios y defendiendo su fe. Colón, católico italiano, hombre del renacimiento, era navegante emprendedor, no guerrero, y se dedicó a procurar recursos para timonear hacia el Oeste teniendo la India como destino final. En 1484-1845 presentó su proyecto sobre “la empresa de Indias” a Juan II, rey de Portugal, quien no lo aprobó porque sus propósitos geo-políticos estratégicos se concentraban en África y la navegación hacia el Este. Ante esa negativa Colón viajó a Castilla y encargó a su hermano Bartolomé que fuera a Inglaterra a ofrecer su proyecto. Allá pasó varios años y hasta se reunió con Enrique VII, pero ese rey rechazó la oferta. Luego viajó a Francia y fue recibido por Carlos VII, “El Victorioso”, quien tampoco aceptó la propuesta.
En 1485 Colón llegó al Monasterio de la Rábida y conoció a Fray Juan Pérez, quien a su vez lo presentó al astrólogo Fray Antonio de Marchena. Ambos lo remitieron al más rico de Andalucía, Enrique de Guzmán que al estar solo interesado en comerciar sin riesgos lo refirió al duque de Medinaceli que, considerando que la empresa superaba sus recursos,a su vez le recomendó acudir a los Reyes Católicos. En 1486 ellos tenían su atención concentrada en la guerra contra los moros, pero quedaron positivamente impresionados con la oferta de Colón y encomendaron a Fray Hernando de Talavera organizar una junta científica que se reunió en Salamanca y en Córdoba. Ese cónclave rechazó la empresa, considerando que Colón estaba errado al plantear que el Atlántico era muy estrecho. En 1491 Colón regresó a la Rábida y Fray Juan Pérez confesor de Isabel le envió una carta que fue contestada pocos días después ordenando al religioso que viajara al campamento de Santa Fe, donde los reyes estaban dirigiendo la guerra. El fraile logró que la reina recibiera nuevamente a Colón y fuera otra vez evaluado por expertos. Hubo rechazo, no por criterios cosmográficos sino por los exagerados beneficios que Colón exigía para sí. Sin embargo, meses después, en enero 1492, poco antes de la rendición de Granada Luis de Santángel, judío converso, “escribano de ración”, acaudalado comerciante encargado de prestarle dinero al Rey, se convenció de la validez de la empresa y logró que los reyes volvieran a escuchar a Colón. Además, indicó que él prestaría a la corona el dinero que era necesario aportar para el viaje financiando 1,140,000 maravedíes de su propia fortuna, sin interés. También proveyó otras sumas. Colón recabó 500,000 maravedíes en base a préstamos de amigos y protectores. Santángel fue clave, pues podría haber considerado que, en nuevas tierras, sus ex correligionarios judíos podrían vivir sin ser perseguidos.
En abril de 1492 los Reyes Católicos y Colón firmaron en Santa Fe, de la Vega de Granada las históricas “Capitulaciones de Santa Fe” una “Alianza Público Privada” que aportó los fondos para el Descubrimiento de América y que le reconoció a Colón múltiples derechos en las “islas y tierras firmes” que él descubriría incluyendo la décima parte de todas las “mercaderías, perlas, piedras preciosas, oro, plata, especierías y todas las otras cosas” que en los territorios descubiertos se “trocasen, compraren, fallaren,ganaren o hubieren…” “…quitadas las costas todas que se hicieren en ello…”. También daba a Colón la opción de aportar la octava parte de la inversión y recibir beneficios de otras navegaciones. Además “vuestras altezas hacen desde ahora al dicho don Cristóbal Colón su almirante…” y “.. su visorrey y gobernador general en todas las dichas tierras firmes e islas que como dicho es, él descubriere o ganare en las dichas mares”.
Colón ofreció su “empresa” a distintos monarcas desde 1484 y 8 años después negoció amplios beneficios, pues en las Capitulaciones se sugiere que hubo un “pre-descubrimiento”: “Las cosas suplicadas y que vuestras altezas dan y otorgan a Colón, en alguna satisfacción de lo que ha descubierto en los mares Oceánicos… y del viaje que ahora …” “… ha de hacer por ellos…”. Lo que Colón ofreció encaja en el Art. 4, numeral 16 de la Ley 434-20; “Se considera iniciativa toda propuesta formal de agentes privados o públicos…” “…para satisfacer una necesidad pública o privada mediante una APP”. Colón, en sí mismo, queda enmarcado en el Art. 4 numeral 20 como “Originador Privado” que “es el agente privado que inicia el proceso de APP…”.Se han denunciado incumplimientos y beneficios excesivos del sector privado en las APP de muchas partes, pero fue el sector público, los Reyes Católicos, quienes maltrataron a Colón y él se quejó en mil formas. A Santángel los reyes lo premiaron concediéndole el “estatuto de sangre” para que ni él ni sus descendientes pudieran ser perseguidos por el Tribunal del Santo Oficio de la Inquisición.