La actual crisis en la relación Republica Dominicana-Haití comenzó con la sentencia 168/13.  Un buscapié que evacuó el Tribunal Constitucional de Leonel Fernández en su lucha intrapartido con Danilo Medina.

Desde ese momento el gobierno de Medina ha ido dando tumbos  con relación a la  política migratoria con Haití.    Dando tumbos porque es imposible reconciliar una política migratoria basada en el racismo antihaitiano,  querer dar respuesta a la queja internacional  por el resultado de la misma  y al mismo tiempo usar  dicho racismo, vestido de nacionalismo, a sabiendas de que es una fuente infinita de votos entre los electores dominicanos.

El último capítulo de este camino desafortunado trillado por el gobierno de Medina fue la lectura de un documento  por el canciller dominicano, Andrés Navarro, desde Palacio y acompañado de la plana mayor del gobierno en cuanto a su relación con Haití (Andrés Navarro por Relaciones Exteriores, José Ramón Fadul de Interior y Policia,  Gustavo Montalvo, Ministro de la Presidencia y  José Ramón Peralta,  Ministro Administrativo).  En dicho documento el gobierno dominicano rechaza la última propuesta de dialogo formulada por la OEA,  tomando como excusa las declaraciones que había dado el día anterior en una entrevista con CNN-Espanol, el Secretario General de la OEA.  Las declaraciones  del Sr. Luis Almagro han sido  sacadas de contexto y distorsionadas hasta la saciedad.

Ante tal desenfado podría uno preguntarse:  ¿Habrán visto la entrevista, leído la transcripción de la misma, alguno o los 4 funcionarios presentes en este acto?  ¿Ninguno de ellos encontró alguno de sus tantos asistentes que le advirtiera sobre lo que verdaderamente dijo el Secretario General de la OEA?   Siguiendo el hilo de los eventos desde la fatídica sentencia 168/13,  es lógico concluir que cada uno de ellos  era consciente  de lo que buscaba con dicho acto.  Por increíble que parezca, saben muy bien en lo que están.  Aun así cabe preguntarse:  ¿No tienen ninguno de estos señores -aún el "moderado" Sr. Montalvo, ningún miedo  al ridículo?

El gobierno de Danilo ha llegado demasiado lejos azuzando y explotando, con fines politiqueros reelecionistas,  el sentimiento antihaitiano del pueblo dominicano.  Sentimiento que ha sido alimentado por la ultraderecha dominicana y sus intelectuales durante décadas, dando como resultado un circulo vicioso en el que el racismo antihaitiano se retroalimenta desde arriba hacia abajo y viceversa.  Es  vergonzoso.   Hace mucho daño al país.  Saldrá muy caro.   Resultará catastrófico a largo plazo.

En su lucha intrapartido Danilo Medina ha aplastado a Leonel Fernández.  En el Comité Político, en el Comité Central, en el  Congreso Nacional.  En todas estas instancias de “la institucionalidad democrática y del liderazgo político”, Danilo ha impuesto la reelección.  Danilo venció a Leonel con el Estado.  Por encima de todos y por encima de la Constitucion, que fue modificada para tales fines en menos de 50 días.   Sin mayores consecuencias.  Como si nada y sigue igual de "popular".  Y todo el país: "bien, gracias".

Esta habilidad demostrada  por Danilo de hacer con el país lo que quiera  le podría hacer pensar  que puede hacer lo mismo con respecto al tema  RD-Haiti.  Danilo y sus asesores  podrían estar equivocados, podría resultar no tan fácil.