La Encuestadora Gallup tiene un histórico acertivo, cuya tasa de deviación es un promedio de un 2%, esto es una buena o mala noticia según el color del cristal con que se mire. Descodificando a Gallup ella dice más que a lo que a simple vista el lector observa.

Esta encuesta pasa balance al estado de la democracia en nuestro país, confirmando tendencias que se venían dando, pero sobre todo agravada por la división del PLD. Hace un análisis general de las elecciones municipales y construye un escenario de cara a las elecciones de mayo del 2020.

El funcionamiento de la democracia sigue siendo deficitario, un 90.3% de los dominicanos no están satisfecho con la democracia. Estamos en un estado de democracia electoral, pero no en democracia real.  Según Gallup los que más apoyan la democracia son los que se identifican con el PRSC 55.5%, PLD 54.4% y LFP 44.2%.

Cuando esa medición se hace sobre la base del valor asignado a la democracia el 54.8%, no tienen interés en la política.  El mayor apoyo a la democracia son los que se identifican con los partidos: LFP 62.4%, PRSC 59.2% y PLD 53.5%. Los dominicanos que estarían de acuerdo con gobiernos autoritarios es un significativo 45.2%, eso explica los niveles de tolerancia y construcción de salidas autoritarias como la de Ramfis Trujillo con un 3.6%; con preferencias electorales superando a Guillermo Moreno 0.9% que podría situarse en una izquierda democrática.

Estos datos dicen algo claro, en realidad hay una parte significativa que no tiene preferencias políticas, ese 45.2% es una grave amenaza para el sistema democrático. Esa tendencia parece   que se agravo con las crisis políticas del PLD generando desencanto sobre las capas de electores jóvenes que no visualizan opción frente a las carencias de la democracia y su situación económica.

Esa visión se acentúa en el análisis de Gallup sobre el nivel de satisfacción con el gobierno dominicano en términos de resultados, cuando se desglosa por indicadores, solo la inversión en educación supera el 58.0%. Los primeros 10 indicadores no alcanzan el 10% de satisfacción según la encuesta. Eso en el fondo plantea un alto nivel de insatisfacción de los sectores sociales dominicanos y tal vez la conclusión categórica de que el 62% prefiere que gobierne otro partido.

El virulento vuelco político nos reserva a los cientistas políticos, importantes lecciones como por ejemplo, el hecho de que el PLD formalizó su división en 14 días después de las primarias; para mí es la culminación de la primera fase de la crisis que se inició el 19 de abril del 2015, la cual continuará el 17 de febrero con las municipales, prologándose hasta el primero de julio del presente año después de las elecciones nacionales.

El escenario que trascurrió en tan solo tres meses ha cambiado radicalmente el panorama político del país, donde por primerias vez en 16 años el PLD, no encabeza las preferencias electorales, es el PRM 44.9 % quien supera al PLD 31.7% y LFP 19.3%.  Esto era impensable, o simplemente tarea de ilusos antes de las primarias, nadie hubiese pensado que el factor de decisión sería un Leonel Fernández (LFP) con 19.3% en tres meses.

Gallup establece que cuando se hace un desglose en base al padrón general un 4.5 % esta consignando que no sabe, que no se deciden, esto es un aproximado a unos 400 mil votos. Esos votos junto a otras situaciones (aceptación candidatura) podrían de cara a las elecciones nacionales ser unos 800,000.00 que pueden estar motivados a votar o simplemente preferir otra opción electoral.  Los resultados no se pueden proyectar de manera automática de las elecciones municipales a las nacionales.

Las elecciones municipales tienen una complejidad inédita sobre todo por los acontecimientos políticos de los últimos meses.  Lo primero es que muchos candidatos corrieron en las primarias internas con simpatía por la corriente de Leonel Fernández, más de 100 candidaturas han tenido que quedarse al interior del PLD debido a que no podían abandonar su candidatura ganadora.

Una acción política reciente fue el intento de invalidar 176 candidaturas de parte del PLD, bajo el argumento jurídico de que eran tránsfugas, esto fue un certifico y doy fe, de que no son míos, pretendió accionar por vía de hecho y no de derecho.

La encuesta Galllup trituró la estrategia de propaganda que pretendía situar al partido gobernante en un 70% de preferencias en las elecciones municipales, sin embargo, en la municipalidad el PLD y PRM están empatados con   42%. Este dato plantea algunas situaciones nuevas primero es que el PLD podría perder su predominio sobre el gobierno municipal (106 alcaldías). Descodificar el 42% del PLD es imposible en términos matemáticos, pero en términos políticos en realidad cuantos son de la Fuerza del Pueblo que están representado en ese 42%. Un análisis de proyección de un 3% de la Fuerza del Pueblo colocaría la balanza en un 42% PRM contra un 39% del PLD.

El PRM ganaría las municipales y el PLD tendrá que pasar un cedazo para ver la realidad después del proceso político de febrero. Leonel Fernández con la (LFP) y su estimulante 19.3% aliados al PRSC deberán ser el tercer bloque del gobierno municipal. La perspectiva política generaría a la oposición una victoria política en las municipales.

Esto cambiaria la realidad política y solo faltando cuatros meses para las presidenciales, parecería que la clasificación a la segunda vuelta, entre el PLD y Fuerza del Pueblo, tendría que decidirse por foto finish, pero es posible que tales angustias no sean tan extensivas. Paciencia esperamos Gallup en abril. Mientras tanto guardemos pan para mayo.