Una apropiada visión integral del desarrollo de la República Dominicana se alcanza a partir de una seria ponderación del Estado a partir de los seis (6) principales poderes que lo conforman. Poder Ejecutivo, Poder Legislativo, Poder Judicial, Poder Municipal,  Poder Electoral y Poder de Control Estatal, éste último a partir de instituciones tales como la Cámara de Cuentas, la Contraloría y en algunos aspectos de la economía el Banco Central.

Si consideramos el Poder Ejecutivo se destacan importantes tareas pendientes  que demandan de inaplazables respuestas. El crucial  tema de la energía. La calidad de la educación actualmente  entre los últimos lugares en el mundo. La salud tanto por su nivel de inversión, los predominantes modelos de gestión y atención hasta la definitiva separación de funciones de financiamiento, rectoría, aseguramiento y servicios,  tiene  un gran retraso en comparación con otras naciones de la región. El transporte se ha agravado tanto en su circulación efectiva en las áreas urbanas de mayor concentración como lo que corresponde al servicio de transporte público; se agrega a lo anterior asuntos tan cruciales de las responsabilidades del Ejecutivo con importantes retrasos tales  como la seguridad ciudadana y contaminación ambiental, entre otros.

En el Poder Judicial, para sólo citar algunos ejemplos, su debilidad se expresa en forma extrema  entre otros en la impunidad,  jueces vinculados a delincuentes hasta del sicariato y la propia real independencia que genera no pocas dudas respecto a la efectividad de sus atribuciones.

En lo que corresponde al Poder Legislativo para darle un más definido sentido a sus funciones debería operar no sólo en la elaboración de leyes sino en establecer mecanismos para el efectivo cumplimiento de normativas que en muchas ocasiones provienen de modelos o leyes  que se imitan  o que se adaptan  con poco sentido crítico y que se incumplen flagrantemente.

El Poder Electoral aún resulta muy frágil y tiene tareas pendientes tan trascedentes como una profunda reforma de la ley electoral y el establecimiento de la Ley de Partidos.

El Poder de Control Estatal no ha alcanzado aún con la excepción relativa del área económica, plenas facultades para sus importantes funciones. Y en lo que corresponde al Poder Municipal cuya base han de ser los llamados gobiernos locales se expresa aún como estructuras de repartición de beneficios y cuotas políticas, con muy pocas excepciones, con reducido impacto y peso en las comunidades.

A 173 años de la Independencia Nacional y 56 años  de la caída de la tiranía de Trujillo  el Estado en sus seis poderes requiere un gran salto de calidad. ¡Ya es inaplazable!