¿A cuantos les va bien cuando a la economía le va bien?

¿A cuántos desarrolla el desarrollo?

Eduardo Galeano

Las autoridades económicas de la República Dominicana llevan a cabo esfuerzos denodados por lograr y dar a conocer a la opinión pública un crecimiento económico que sólo se percibe en estadísticas económicas. Pero tal crecimiento no es percibido por la mayor parte de la población. Pues es imposible mejorar el desarrollo humano si no se logra mejoramiento relevante en el alcance de los objetivos dirigidos a obtener desarrollo no solo económico, sino también, social e institucional; que sea duradero y que promueva el equilibrio entre la ciudadanía, el Estado y el Mercado.

La economía de todos los países, incluyendo a la República Dominicana, debe dirigir sus propósitos hacia la obtención de desarrollo económico. En nuestro país, lo positivo del crecimiento económico, que tanto publicita el Banco Central y el Gobierno, no se percibe orientado al logro del desarrollo en todas sus dimensiones, y todas las esferas que envuelven a toda la sociedad. Lo esperado es que el incremento de los ingresos nacionales se vea reflejado en la mejoría de los niveles de vida de todos los dominicanos.

Las corrientes internacionales que tratan sobre el desarrollo, vienen planteando desde los años 90, que los esfuerzos de los países por lograr crecimiento, deben enfocarse en la persona humana. El desarrollo se ha llegado a definir como una condición social, en la cual las necesidades autenticas de la población , se satisfacen con el uso racional sostenible de recursos y sistemas naturales. […] Todos los grupos sociales tendrían acceso a las organizaciones y a servicios básicos como educación, vivienda, salud, nutrición; y que sus culturas y tradiciones sean respetadas. 

Estos conceptos del desarrollo, fueron dados a conocer como fundacionales por la Organización de las Naciones Unidas (ONU), en su Informe Anual de Desarrollo Humano de 1990. Se establecía entonces, que el desarrollo en general, es básicamente, un proceso de vida que permite contar con alternativas u opciones de selección para las personas. Las aspiraciones de las personas se refieren fundamentalmente a: la búsqueda de conocimientos; la posibilidad de tener una vida prolongada y saludable; y tener acceso a los recursos que permitan un aceptable nivel de vida.

El PNUD ha considerado que el bienestar de las personas no debe depender solo del nivel en cantidad y calidad de los bienes que se posean, sino que también se valora la satisfacción de las necesidades referentes al acceso a la salud, la educación, y el respeto de sus derechos fundamentales. En ese sentido, que la concepción del desarrollo ha dado un giro desde que se asumía como crecimiento económico, hasta que se aborda como proveedor de aquellas variables que hemos mencionado en este artículo. Estos factores y su logro, es lo que se conoce como Desarrollo Humano. 

Como vemos, es un enfoque humanista, y sus proponentes entienden que los  actores involucrados en el proceso de desarrollo son: El Estado, el mercado, y los sujetos sociales. El Desarrollo Humano se relaciona directamente con el respeto y difusión de los Derechos Humanos, ambos, se refuerzan mutuamente, de manera que las personas gocen de la libertad de realización de sus opciones, y que tengan además, libertad de participación en las decisiones que les afectan.

También se habla de que el desarrollo debe ser sostenible o sustentable y se define como “aquel que asegura las necesidades del presente sin comprometer la capacidad de las futuras generaciones para enfrentarse a sus propias necesidades”. 

Si prestamos atención al proclamado y difundido crecimiento económico del país en estos últimos años, tendremos que analizar críticamente el impacto social, cultural y económico que han experimentado todos los dominicanos como resultado de aquel, y llegar a la obligada conclusión de que difiere mucho del Desarrollo Humano, por lo que se producen o incrementan las siguientes condiciones:

  • desigualdad social;
  • debilidad de las instituciones gubernamentales;
  • bajo nivel educacional;
  • limitaciones en la aplicación de la justicia;
  • deficiencia energética y de suministro de agua para consumo humano;
  • alto nivel de analfabetismo;
  • deficiencia en la prestación de servicios de salud;
  • degradación y destrucción del Medio Ambiente; y
  • corrupción institucional en diversos sectores.

Viendo las mencionadas concepciones sobre el desarrollo, debemos colegir que en la República Dominicana no se han  tenido en cuenta las más modernas, y que van dirigidas a mejorar la calidad de vida de las personas, sino que se siguen las concepciones anticuadas que eran mucho más superficiales, ya que se referían solo al crecimiento económico, que se medía como incremento del producto interno bruto (PIB), o del ingreso per cápita.