Hay escépticos que cuestionan que desde hace varios días Luis Abinader esté dando a conocer nombres de quienes serán funcionarios en su gobierno, no por los favorecidos en sí, sino porque lo hace en el período de transición. El caso es que hay que ganar tiempo, y avanzar lo más que se pueda hasta que llegue el día inicial.
Que se conforme desde ahora el nuevo gabinete no debe constituir sorpresa alguna. En tiempos de pandemia hay prioridades, y muchas responsabilidades.
El presidente electo -que ha sido buen calculador en las designaciones realizadas- no puede esperar a que llegue el 16 de agosto, día en que asume, para dar a conocer el equipo de trabajo que le acompañará en la no tan fácil tarea que les espera. Tiene a su favor que el nuevo Congreso Nacional será un aliado, en ambas cámaras.
Las semanas previas es mucho lo que pueden adelantar las distintas comisiones formadas para la transición, tanto de las autoridades entrantes como del actual gobierno. Lo mismo quienes ya saben que serán funcionarios.
Los desafíos están a la vista de todos. Abinader heredará una situación nada envidiable
El equipo de salud que ha conformado Abinader hereda una situación nada agradable. El país está en emergencia por el coronavirus. No podía esperarse que llegara el día del traspaso de mando para comenzar a actuar, respetando que las decisiones mayores corresponden a las actuales autoridades. Las cifras de contagio y muertes aumentan cada día, sin que se vislumbre cuándo se podrá controlar la situación.
Instituciones del exterior pronostican que para noviembre los muertos por el Covid habrán superado los 7 mil en RD. Esto obliga a las nuevas autoridades tomar acciones de contundencia en el área operativa de salud. Por demás, hay que tener en cuenta el cansancio acumulado del personal de salud involucrado directamente con los enfermos de Covid.
Es una complicación para las nuevas autoridades el inicio del año escolar, pautado para el 24 de agosto, pero que por las condiciones mismas de la pandemia aún se torna incierto si abrir o prolongar para después, cuando haya menos riesgos para los casi 3 millones de alumnos.
Otro gran reto para el próximo gobierno tiene que ver con los sectores de la economía que aún no han podido normalizar sus actividades después que se iniciara la cuarentena, con los inconvenientes que ello acarrea en cuanto a personal suspendido o cesanteado. Se calcula que hay más de 900 mil personas en esa situación.
Los principales sectores de la economía que han sufrido los efectos de la pandemia, como el turismo, la industria, el transporte aéreo, la agropecuaria, el comercio y otros deben tener toda la atención de quienes integrarán el equipo económico del gobierno que inicia a mediados de agosto. Ya este fueron fueron dados a conocer sus nombres.
Los desafíos están a la vista de todos. Abinader heredará una situación nada envidiable. La pandemia obligará a prorrogar asuntos que estaban en carpeta para lo inmediato. La asistencia a la población, en lo que se refiere a salud, alimentación, seguridad, garantía del empleo están por encima de cualquier otra situación.