El brillante abogado, Nassef Perdomo Cordero en su artículo de esta semana “El Ocaso de la Ortodoxia” y refiriéndose a los sectores más conservadores del país, incluyendo a la Iglesia Evangélica escribió lo siguiente:
“No se darán cuenta de que están dando patadas de ahogado, que quien termina refugiándose en el poder público para limitar los derechos de los demás cede la plaza pública, que es donde se define la historia. Esta, como todas las resistencias numantinas, está destinada a fracasar. Por mucho que sientan que se visten de gloria no podrán detener la rueda de la historia. Clío es implacable y tienen acreencias pendientes con ellos.
Tal y como decía Martin Luther King Jr. -un verdadero cristiano-: “El arco del universo moral es largo, pero tiende hacia la justicia”.”
De plano, no puedo estar más de acuerdo con Nassef, esta es una batalla que nosotros, ya que me incluyo en ellos, la vamos a perder. Ni por un momento lo dudo. La pregunta es ¿cuándo? Lo único que lamento es que Nassef, y lo digo con todo el respeto que él se merece ya que es una de las mejores plumas de país, citó a Martin Luther King absolutamente fuera de contexto. Este es un error que nunca los que atacan las posiciones conservadoras cristianas deben cometer. La pluma de muchos apologetas cristianos está bien afilada.
“En su escrito Redescubriendo Valores Perdidos, Luther King escribió: “toda la realidad depende (o gira en torno a) de fundamentos morales. En otras palabras, este universo es un universo moral, y hay leyes morales del universo tan permanentes como las leyes físicas.” y luego combatiendo el relativismo social escribió: " Algunas cosas en este universo son absolutas. El Dios del universo las ha hecho así. Y cada vez que adoptamos esta actitud relativa hacia bien y el mal, nos estamos rebelando contra las mismas leyes de Dios mismo. (Amén) “. Y finalmente resumiendo este punto expreso: " Todo lo que estoy tratando de decir a usted es (Ten piedad, Dios mío) que nuestro mundo depende de fundamentos morales. Dios lo ha hecho así. Dios ha hecho el universo para que este basado en una ley moral" Rediscovering Lost Values http://mlkkpp01.stanford.edu/i…” (citado por Alexis Báez en su blog).
(Ah, y de paso, Clío, su padre Zeus, su abuelo Cronos, que fue el nombre adoptado por los griegos para no usar el común africano que era Moloc, original nombre de Lucifer en Mesopotamia, tienen una deuda pendiente con Dios, que Dios cobrará a su debido tiempo)
Pero vuelvo al punto. La ortodoxia va camino a su ocaso. Nada más cierto. Nassef tiene toda la razón. El Señor Jesucristo a lo largo de todos los evangelios profetizó que el destino del mundo, el fin de la historia del hombre, en los días de antes de su regreso corporal a este mundo, iba a ser un total caos moral. Pero obvio, no pretendo que Nassef u otros esto lo crean o sea un punto de partida para un análisis legal o judicial.
Pero, la pregunta es ¿Cuándo? ¿Cuándo perderemos la “ortodoxia conservadora” en la Republica Dominicana? Me dirán, cuando los derechos humanos se impongan. A lo que respondo, ¿Cuáles derechos?
¿Tiene el embajador americano derecho a abusar de su excelsa posición para promover derechos LGBT en nuestro país, me parece a mí, que su mayoría rechaza? Que sea su derecho en USA, ¿significa que los tiene aquí? ¿Quién se lo dio? ¿Barack Hussein Obama?
¿Tiene el gobierno el derecho de manipular la constitución y aprobar matrimonios de un mismo sexo, contrario a lo que podría ser la decisión de la mayoría de Dominicanos para justificar el derecho de menos de un 1% de la población? ¡Y espero no estar equivocado con esta cifra!
¿Tendría el gobierno el derecho de autorizar que dos hombres, supuestamente casados, adopten un niño como hijo?
¿Tiene el gobierno y los ministerios de educación, el derecho de imponer libros que induzcan a los niños a ver la homosexualidad como una opción con apenas 5 añitos de edad? Sentí orgullo ajeno cuando el gobierno de Singapur, un estado laico, prohibiera este tipo de libros porque atentan contra sus buenas costumbres familiares. (ver “Bravo por Singapur” en Acento)
En cambio, como creo sería el deseo de la mayoría, ¿No tiene el gobierno, el deber de prohibir (o en su defecto restringir) actos y conciertos que induzcan a nuestros jóvenes a consumir drogas, al lesbianismo rampante y a la degradación moral? ¿Cómo puede un país permitir que venga una enajenada mental a presentar un espectáculo sin restricciones algunas, donde la cantante principal aparece en escena cabalgando arriba de un pene? ¿Estamos locos ya, como ya lo está USA? En último caso, ¡preséntelo con restricciones a 21 años y autorícelo en un teatro de cine pornográfico en La Mella!!!
¿Y de mis derechos que? ¿No tengo yo el derecho de ir al Estadio Quiqueya con mis hijos y nietos y no tener que pasar por al amargo espectáculo de ver dos hombres abrazados y besándose delante de un niño de 8 años? Al paso que vamos, ¿Con un cigarro de marihuana en la mano?
¿No tengo yo el derecho de ir a la playa y no tener que contemplar, con un hijo o un nieto a bordo, dos lesbianas con los senos al aire y manoseándose?
¿Tienen ese derecho? ¿Quién les dará ese derecho porque son minoría?
¿Aprobaremos mañana el libre uso, consumo y venta de cocaína en los supermercados porque es el derecho de una minoría? ¿Quién tiene ese derecho? ¿Los corruptos legisladores que nos gobiernan?
Si todo lo anterior llegase a ser una realidad en República Dominicana, ya no sería basado en derechos humanos sino en ¡La obra de una serie de torcidos humanos!
Me gustaría proponerle a Gobierno Dominicano que realice un plebiscito nacional con solo una (1) pregunta:
1- ¿Está usted de acuerdo en que dos personas del mismo sexo se casen y adopten hijos legalmente en el país?
Si la mayoría contesta negativo, el pueblo habló y el tema hay que cerrarlo con doble candado hasta nuevo aviso. De lo contrario, que el ¡Dios del Cielo tenga misericordia de nosotros!
En otras palabras, mientras muchos tengamos acceso a la prensa, la radio y la televisión, el Ocaso de la Ortodoxia todavía está bien lejos en nuestro país. Muchos tenemos un arsenal de granadas espirituales, plumas y voces que darán en blancos más certeros que los jihadistas de ISIS. Sin tener que darle un tiro a nadie, sin ofender, sin explosivos, sin decapitar a nadie. Solo con La Verdad en la mano.
La foto en este artículo fue tomada muy cerca de donde yo vivo en el Medio Oriente. En esta región, los cristianos como yo tenemos muy pocos o ningún derecho. Los musulmanes son mayoría y son sus países. Muchos de ellos, como los de esta foto, sostienen que es un derecho legal decapitar a los cristianos. Si yo quiero vivir y predicar mi fe en Jesucristo, yo tengo dos opciones, o me voy de regreso a Santo Domingo, o lo sigo haciendo aquí y ahora, sabiendo que un día puedo amanecer decapitado o la iglesia donde asisto volada en pedazos.
Yo no voy a dejar de hacerlo. El día que mi cabeza ruede, a Dios sea la Gloria. Lo que yo no le puedo exigir al gobierno de turno es que cambie porque yo soy minoría. Obvio hay dignas minorías con claros derechos humanos y “minorías…” con una torcida agenda de corrupción moral.