Expertos de la Naciones Unidas y técnicos de las aduanas de ocho países del área del Caribe y Centroamérica, alertaron ante el peligro de extinción varias especies marinas en la región, por la presencia de especies invasoras, depredadoras, como el “Pez León”.
De acuerdo a los especialistas reunidos durante tres días en el Centro Regional de Capacitación OMA, Prof. Juan Bosch de la Dirección General de Aduanas (DGA), el citado Pez León devora huevos y larvas de diferentes especies y, literalmente, “todo lo que se mueva a su alrededor”.
Destacan que este espécimen se ha convertido en un verdadero dolor de cabeza para los biólogos marinos, ya que se reproduce rápidamente y su cacería se hace sumamente difícil por su estructura, las espinas que cubren su cuerpo y todo lo demás.
La otra amenaza para la región, expuesta en el “Taller Regional Iniciativa Aduanas Verdes en Centroamérica: Promoviendo la Capacidad de las Aduanas en el Comercio Internacional de Mercancías Ambientalmente Sensibles”, es la que los ecologistas califican como “crimen a la vida silvestre”. Denuncian que los pescadores están matando al año más de 100 millones de tiburones en todo el mundo, sólo para usar las aletas.
Ese proceso conocido como “aleteo”, con el consabido propósito de preparar sopas y otros usos, se da en naciones centroamericanas, incluyendo Costa Rica, donde se resalta la conciencia ecológica que ha desarrollado esa nación.
Significaron que numerosas especies se encuentran en peligro de extinción, la mayoría de ellas debido a la acción directa o indirecta del hombre, tales como cambio climático, destrucción de su hábitat o la caza furtiva.
La primera en exponer sobre la necesidad de proteger la vida silvestre de la región y que los animales, especies marinas y aves deben permanecer en su estado natural, fue la abogada experta en el tema, Andrea Brusco, Coordinadora Regional de Gobernanza Ambiental del Programa de Naciones Unidas y Medio Ambiente (PNUMA).
Brusco es partidaria de que en toda la región se cree conciencia de que hay que enfrentar con eficiencia “desde un señor que anda con un lorito (cotorra) debajo del brazo, hasta las redes criminales muy sofisticadas” que se dedican al comercio ilegal de especies de animales y plantas en peligro de extinción.
Sugirió que se creen conexiones en base a los acuerdos de los que son signatarias las naciones de la región, para detectar la cadena de tráfico de animales exóticos entre las distintas naciones.
Loro o cotorra
Uno de los temas que se debatió en el foro fue que los animales de la vida silvestre deben estar en estado natural. Por ejemplo, la costumbre de tener un loro o cotorra en las casas ha generado un tráfico ilegal de esta especie que lleva a que mueran ocho de cada 10 ejemplares capturados en la vida silvestre, y que en los últimos años las variedades en riesgo de extinción hayan pasado de seis a once, la mitad de las registradas.
El mercado de los loros, autorizado por las autoridades ambientales de algunos países, ha llevado a incentivar el mercado ilegal y en este caso, es falso que el comercio legal inhiba la actividad clandestina.
Cada año se extraen de la vida silvestre entre 65 mil y 78 mil ejemplares, de los cuales mueren en el proceso el 77 por ciento, mientras que el resto termina enjaulado en alguna casa, donde sirven de divertimento a las familias por su capacidad para imitar voces, siendo la mayoría para el mercado mexicano.
Los pericos también son aves imitadoras, carismáticas, que tienen una mayor capacidad de relacionarse con la gente y su lengua puede dar forma al aire y diferenciar sonidos, como el ser humano.
De mantenerse la explotación actual de esta especie, se prevé que en los próximos 10 o 15 años desaparezcan las variedades más comunes, entre ellas el periquito Frente Naranja, la cotorra Frente Blanca o Cucha, el periquito Catarina, el periquito Quila y el Cachete Amarillo o Guayabero.
La caza ilegal de tiburones
Durante su ponencia, la representante de CITES (Convenio Internacional de Flora y Fauna en Peligro de Extinción), Pia Jonsson, demandó que se detenga la pesca o caza ilegal de tiburones, algunos de ellos en peligro de extinción. Dijo que debe llamar la atención un informe de CITES que da cuenta que se están matando cada año más de 100 millones de tiburones en todo el mundo.
Están en peligro de extinción el tiburón Zorro, el Martillo; este último suele nadar en manadas y se aglomera en lugares como las islas Galápagos y Costa Rica. Precisamente, la representante de la Aduanas de Costa Rica, Marta Zúñiga Gómez, se quejó que: “donde más se dan los aleteos es en mi país, Costa Rica”.
Zúñiga recordó que el propietario de una empresa pesquera de Taiwán fue condenado a seis meses de prisión por la pesca ilegal de tiburones.
El término “aleteo” surgió porque la carne del tiburón tiene muy poco valor, en cambio sus aletas tienen un alto costo en los restaurantes. Con las aletas se prepara una sopa muy famosa y demandada en el continente asiático. Es muy popular entre los hombres, se le promociona como un afrodisiaco o estimulante sexual. El crimen está en que los pescadores atrapan los tiburones, les arrancan las aletas y arrojan nuevamente las criaturas a los mares y océanos. Es costumbre que aparezcan muertos en manadas.
Pterois antennata
El Pez León, Pterois antennata, es un depredador natural y según los ambientalistas reunidos en República Dominicana, está destruyendo especies endémicas en las islas del Caribe y Centroamérica.
Este es el fruto de los constantes cambios climáticos, pues es originario de Asia, pero los expertos afirman que durante el fenómeno conocido como La Niña fue arrastrado por varias corrientes marítimas hasta llegar a esta región.
Tiene la particularidad de que devora casi todas las especies pequeñas de peces, langostas, camarones, tortugas. Peor aún, va destruyendo y comiéndose los bancos de huevos, larvas, impidiendo que estos nazcan y crezcan.
La delegada de la Aduanas de Panamá (Autoridad Nacional de Panamá), Marisol Bartnes, recomienda que para frenar el avance del Pez León y no siga dañando las especies endémicas deben imitar lo que está haciendo su país.
Dijo que las autoridades están organizando e incentivando a pescadores para que salgan a pescar el depredador, a la vez que le buscan mercado a su carne en los distintos restaurantes de ese país.
En República Dominicana, la organización Reef Check lleva adelante una campaña que incentiva su pesca y al consumo de su carne.