Hoy me expreso como cualquier orate, de esos que deambulaban otrora por nuestros parques y avenidas. Y cuestionaría si es que estará en crisis la llamada democracia representativa; si habrá consumido -como todo sobre la tierra- su ciclo de vida. El solo presentar estas cuestiones, simplemente aterra y mete miedo de verdad, porque los demás sistemas de gobierno conocidos, han demostrado ser peores.
Quizás, por eso insistimos; ¿el problema está en el sistema o sus componentes? ¿Cuál es más fácil y menos traumático de cambiar? ¿Cómo se empodera alguien, llámese ciudadanos independientes o pueblo y que este cambio se produzca sin caer en una “ilegalidad” y que sea catalogado como un retroceso institucional por los mismos que han causado el mal?
¿Cómo hacer entender que hay planes enteramente “partidistas-clientelistas”, que al final solo benefician a los promotores que se quedan con el tanque de oxígeno, mientras a los que se están asfixiando solo le ponen por segundos la mascarilla, sin tiempo siquiera, para una inspiración profunda?
Cómo hacer entender que “solidarizarse” es puro clientelismo, vulgar, grotesco, fomentador de la vagancia y la irresponsabilidad ¿Cómo? pero, eso sí, que este “clientelismo” es bien argumentado y mejor defendido, aunque con los millones derrochados en una cenita o un par de frías, si hubiesen sido utilizados para crear fuentes de empleos creadores de bienes y servicios para todos, hoy, muchos de esos pedigüeños, instigados a la vagancia, hoy contaran con un trabajo remunerado, con cierta cobertura de salud y sobre todo, con cierto dejo de dignidad.
Pero, esto es una democracia mostrenca; democracia de minorías; democracia miope, que le es imposible ver hacia la ribera del río Ozama, por decir algo; democracia representativa de los intereses de un grupito, de un comité o de partidos dedicados a resolver “sus problemas” sin pensar -a menos que sea en campaña-, sobre los problemas y las necesidades colectivas de ese grupo de “votantes” que le llaman pueblo; democracia donde la justicia es solo para los pendejos y desamparados; democracia de m… es lo que tenemos.
Alguien se refirió que donde “laboran” nuestros “representantes” era un escenario de la democracia y eso, nos pareció muy bien, aunque hay que tener los colgantes bien puestos para decir esto, a pesar de que tampoco nos debe extrañar que se produzca en un lugar, donde la vergüenza se fue de vacaciones, al parecer por siempre. Pero eso fue muy bonito e inspirador, el saber que en ese lugar aún existe la “democracia”, aunque nos dejó confundidos. Porque no comprendimos fue si se refirió a unos representantes elegidos por el pueblo para representar y defender sus derechos, o se refirió a un grupo que después de ser elegidos dejan de ser del pueblo para convertirse en defensores de la “democracia” dentro de un comité, partido o grupo de partidos, todos ahítos de vividores.
Y es así, porque todo tiene que ser “aprobado” primero por estos grupos de políticos para que “ellos” digan si o no. Entonces, no sería mejor que sean los comités y los partidos quienes “elijan” nuestros “representantes”. De así ser, entonces si adquiriría valor esta declaración sobre “la democracia” en el referido lugar.
Así está la democracia. Una democracia que languidece y corre desbocada en busca de la muerte, cual cuerpo humano padeciendo una enfermedad terminal. Nos hemos dejado perseguir, hostigar, abacorar por una horda de langostas depredadoras que dicen ser “políticos”, que por su ambición desmedida nos han condenado a vivir en un ambiente abiótico y como viven apandillados entre mansos y cimarrones, urdiendo indelicadezas segundo a segundo, nos quieren abigarrar la existencia entre inmoralidades, falsías y no nos vamos o estamos refiriendo a ningún tipo de habichuela, no señor. Y esto no es nada, lo peor del caso es que al parecer, ya ni con una ablución general podrían purificarse. Así nomas. ¡Sí señor!