Algunos amigos que me quieren en demasía se han alarmado porque yo insista en escribir para este medio. Se escandalizan por la excesiva carga de emotividad y malas maneras que exhiben  algunos de los comentaristas al expresar sus opiniones a través de la red digital.

Yo les digo a mis amigos: "El tabaco es fuerte pero hay que fumárselo". Bendita sea la opinión pública libre, abierta y auténticamente democrática

Por ejemplo, esta semana he leído a la señora Sara Pérez. Siempre leo sus artículos publicados  en este medio. Puedo decir que la admiro, aunque no me agrada mucho su estilo un tanto panfletario y mordaz, recubierto con esa exquisita envoltura intelectual, propia de una mujer total, libre, independiente y soberana.

Jamás podría estar de acuerdo con sus juicios extremos sobre el futuro del Partido de la Liberación Dominicana,  al analizar lo que ella llama "El entierro del Partido Reformista". Razones sobradas existen para la crítica y la autocrítica. Pero yo os puedo asegurar que, a diferencia de otras organizaciones políticas, Juan Bosch fundó sobre roca firme y con un profundo sentido de la historia, mirando hacia atrás y hacia delante.

Nuestro partido llegó por primera vez al poder hace 15 años en circunstancias especiales, diríase que tomamos un atajo en el camino hacia la construcción de la verdadera democracia. Hemos debido pagar el precio del éxito prematuro, pero estamos en el camino de corregir y continuar hacia nuevas realizaciones que reivindiquen la esencia genuinamente boschista de la organización.

Esta tribuna digital tiene la virtud de permitir a todos y todas expresarse con absoluta libertad. Quienes no tienen la posibilidad de un espacio en la prensa escrita, la  pantalla de televisión o la cabina de radio, encuentran en la red social y la prensa digital el espacio ilimitado para la discusión de sus ideas. Cierto que, un poco de moderación y buenos modales no vendría nada mal, pero solo a cuenta de que no se coarte ni en un solo "bite" la libertad de los opinantes.

Me identifico plenamente con las tesis de Chumpette. Creo en la capacidad creadora que encierra la destrucción. Una crítica feroz o un discurso soez pueden ser simiente de una poesía liberadora o de una simple canción de gesta.

Si alguna vez dudara de la utilidad de escribir en este medio, una sola palabra del lector bastaría para justificarme.

Que vivan los opinantes de Acento.com.do! Que vivan los muchachos y muchachas de la red social! Que viva la nueva democracia digital.