La noticia era esperada. La Dra. Tsai Ing-Wei (en China, el apellido va primero) resulto electa Presidenta de Taiwán en las elecciones celebradas este sábado 16 de Enero. La inquietud proviene por representar la antítesis de la política de acercamiento entre las dos Chinas que represento el por ocho años gobierno del Partido Nacionalista del Presidente Ma Ying-Jeou.
El periódico El Mundo, de Madrid, España, presento cinco claves para entender el escenario que se abre en el estrecho de Formosa. (Ver artículo en el siguiente enlace de su edición digital: http://www.elmundo.es/internacional/2016/01/15/5698ba03e2704e0f368b465b.html ).
En primer lugar, la Dra. Tsai no es improvisada, ya que fue candidata perdedora frente al Presidente Ma. Es una abogada soltera de 59 años, con post-grado en Cornell y doctorado por la London School of Economics. En el anterior gobierno del Partido Demócrata Popular fue responsable de la delegación ante los funcionarios de la Republica Popular China, por lo que no es una advenediza en materia de las negociaciones entre las dos Chinas. La primera "prueba de fuego" para Tsai, asumiendo que las urnas le concedan el mandato, será definir su relación con Pekín y en especial decidir la suerte del llamado Tratado de Comercio de Servicios a través del Estrecho (CSSTA) que firmó Taipéi con Pekín en 2013 pero que quedó paralizado tras la revuelta popular que protagonizó el Movimiento Girasol en 2014.
Lo más posible es que se denuncie este Acuerdo entre las dos Chinas, Pero, la Dra. Tsai debe reactivar a la economía taiwanesa, muy especializada y dependiente de sus relaciones con la economía continental china. En campaña, prometió la diversificación. Todos sabemos que es fácil prometerlo; lo difícil será lograrlo.
Por lo visto, los jerarcas de China continental desconfían de los dirigentes del Partido Demócrata Popular. La Dra. Tsai tiene conciencia de esta resistencia, por lo que se ha comedido en no provocar las iras enfatizando un programa independentista y se ha comprometido con mantener el status quo.
¿Podremos los dominicanos ser consecuentes con esta nueva coyuntura, ya que somos uno de los países que mantienen el reconocimiento diplomático a Taiwán? ¿Significara un cambio sustancial de la diplomacia taiwanesa?