Recientemente se realizó una manifestación de un grupo de personas y movimientos a favor de los derechos humanos en solidaridad con las manifestaciones de protestas que se han realizado en muchos países contra el asesinato de George Floyd a manos de policías en Estados Unidos y contra el racismo.
La manifestación se trataba de un acto simbólico de depositar una flor a la memoria de George Floyd justo en el lugar en el que se exhibió la cabeza de Lemba Calembo por los esclavistas de nuestro país durante la colonización española.
La manifestación fue agredida por un grupo de nacionalistas que vociferaban en contra de quienes estaban realizando el acto de solidaridad acusándolos de realizar “un acto de provocación a favor de los haitianos” distorsionando la naturaleza de la actividad.
Junto a la agresión de los nacionalistas estuvo también la represión policial. La policía detuvo a Maribel Núñez periodista y activista de los derechos humanos y Ana María Belique dirigente del movimiento Reconoci.do, movimiento de dominicanos de ascendencia haitiana que defienden los derechos de las personas nacidas en nuestro país y que han sido despojadas de su nacionalidad por efectos de la sentencia del tribunal constitucional 168/13
Esta acción represiva y agresiva contra una protesta pacífica simbólica que se vincula a protestas en muchos países del mundo y específicamente en Estados Unidos e para visibilizar la realidad del racismo demuestra el arraigo que tiene el mismo en el país.
Históricamente hemos vivido una fuerte negación de la negritud en nuestras raíces lo que fue reforzado en la era de la Dictadura Trujillista y posteriormente de Balaguer. Esto se ha mantenido tanto en nuestro sistema educativo como en la vida social. Siendo así que a figuras importantes de nuestro quehacer artístico que velan por el fortalecimiento de nuestra identidad afrocaribeña a través de la música y la danza como Marily Gallardo, son atacadas y difamadas en las redes sociales acusadas de promover el haitianismo y el que los haitianos se levanten en contra de la población dominicana, lo que es totalmente falso.
En esos planteamientos se niega que la mayoría de la población dominicana es negra, tenemos un padre de la patria negro, Francisco del Rosario Sánchez, y un héroe negro y con descendencia haitiana que es Gregorio Luperón. Reconocer la negritud es fundamental para el fortalecimiento de nuestra identidad cultural, sentido de pertenencia y arraigo a nuestra patria. El sentimiento patriótico que tenemos se fortalece con el reconocimiento de nuestras raíces, de nuestra identidad y todas sus expresiones.
Enfrentar el racismo en nuestro país debe ser una prioridad en las políticas sociales para el ejercicio de la democracia como sociedad. No hay democracia en un país cuando se maltrata a las personas por su color de la piel, o se le violan sus derechos fundamentales. El enfrentamiento del racismo favorece grandemente a nuestra gran mayoría de población dominicana, dominicana de ascendencia haitiana, dominicana de origen cocolo y migrantes haitianos residentes en nuestro país. Todos y todas convivimos en un mismo territorio y por tanto merecemos vivir en armonía y con respeto a nuestros derechos.
Este artículo fue publicado originalmente en el periódico HOY