La Seguridad Nacional es un propósito del Estado, involucrando a todas las fuerzas de la nación, articuladosen el Poder Nacional, operativizandolos planes y políticas, que en el caso de la República Dominicanano existen, son insuficientes, de bajo cumplimiento e implementación, limitados para garantizar la soberanía de la Nación, así como la integridad del Estado.
A todo esto,el Estado dominicano no dispone de un Plan de Seguridad Nacional y Defensa integral que involucre diferentes sectores e instituciones, que este centrado en las amenazas, referidas a, migración, narcotráfico, contrabando, trata de persona, tráfico de armas, lavado de activos, agresión al medio ambiente, entre otras.
La Seguridad Nacional es un asunto que compete no sólo al Ministerio de Defensa, sino a toda la estructura estatal y a la sociedad en su conjunto, en ese sentido, es fundamental contar con un Plan Integral de Seguridad y Defensa, que se relacione con los lineamientos de la Estrategia Nacional de Desarrollo 2010-2030, con un enfoque exhaustivo, sistémico, multidimensional, que permite mayor nivel de coherencia y armonía entre las distintas instancias del Estado.
La Directiva de Seguridad y Defensa Nacional, creada en virtud del Decreto 189-07, del 3 de abril del año 2007, es insuficiente para ser considerada como una política integral que oriente las estrategias de seguridad y defensa del país. Esto partiendo en primer lugar de la dispersión institucional y sus mandatos, su poca coherencia, una ausencia de la orientación estratégica que conduzca a los planes tácticos y operativos, con un limitado cumplimiento, evidenciado en el análisis de los avances en sus líneas generales.
Para muestra de esta aseveración, es obligatorio destacar que el Decreto 189-07, establece en su artículo 3 los parámetros para el desarrollo de la política de seguridad y defensa del país, indicando la “aprobación de una Ley de Seguridad y Defensa Nacional”, la cual no existe, no se logra su aprobación, no obstante los proyectos de ley que han circulado en los últimos años.
Uno de los aspectos que muestra la insuficiente de los planes, es la no publicación del Libro de Defensa, la no creación del Sistema Nacional de Inteligencia, que ponga freno a la dispersión de los organismos en el país y que permita controlar sus actuaciones en el marco de la construcción del Estado Social Democrático de Derechos.
Las directrices establecidas en la Directiva de Defensa y Seguridad no se han cumplido en su totalidad, por resultante, el Decreto como tal, no ha satisfecho las necesidades de la República Dominicana en materia de Seguridad y Defensa.
La Directiva de Seguridad y Defensa Nacional se creó con el fin de “Garantizar la defensa y la seguridad de los ciudadanos de la República Dominicana y promover la paz, la seguridad y la estabilidad internacional”. Cabe destacar que la misma incluyó también como novedad, la participación de la sociedad civil en los debates de temas de políticas de seguridad y defensa.
Las justificaciones para la creación de la Directiva de Seguridad y Defensa Nacional, se fundamenta en que:“El estado actual del mundo en materia de Seguridad y Defensa y el desarrollo alcanzado por las Fuerzas Armadas dominicanas demandan y propician la definición de una política de defensa y Seguridad, propia de una fuerza militar con un claro sentido de sus misiones y funciones esenciales, pero al mismo tiempo, integradas al esfuerzo de alcanzar los objetivos trazados para el desarrollo del país”
La Directiva plantea la necesidad de desarrollar una doctrina de acción conjunta, por lo que, propugna el establecimiento de un sistema de inteligencia más integrado, desarrollar mecanismos de coordinación inter-institucional en las áreas donde las Fuerzas Armadas estén en condiciones de colaborar. Esto especialmente en situaciones de emergencia, crisis nacionales en la diplomacia militar, el desarrollo y fomento de la confianza mutua entre los Estados de la región y el hemisferio.
No obstante las orientaciones de la Directiva, las políticas y los planes existentes, no conducen y aportan muy poco al resguardo de los objetivos de alta prioridad, establecida en nuestra Constitucion en su artículo 260, a saber: 1) Combatir actividades criminales transnacionales que pongan en peligro los intereses de la República y de sus habitantes; y 2) Organizar y sostener sistemas eficaces que prevengan o mitiguen daños ocasionados por desastres naturales y tecnológicos.
La implementación y cumplimiento de la Directiva de Seguridad y Defensa Nacional, nos conduciría a la redefinición de los roles y el modelo de las Fuerzas Armas, incursionando en sus capacidades, funciones fundamentales en la sociedad de hoy, una profunda revisión del volumen de sus efectivos, entre otros aspectos fundamentales en el proceso de trasformación de dichas instancias, más allá de la adopción de una nueva Ley Orgánica de las Fuerzas Armadas, debe cruzar, por el desarrollo de “la carrera militar, con respecto al sistema de ascenso y promoción que incentive la dedicación y el esfuerzo profesional”.
La formulación de los planes de seguridad y defensa, debe cruzar por ciertos razonamientos indispensables para la conducción del proceso de formulación, por eso, la elaboración debe ser pensada como una política de Estado, que la haga trascender de la eventualidad de un gobierno, que integre a todos los actores y sectores, cada uno jugando su rol, con sus competencias y funciones definidas en todas las entidades del Estado.
Para la elaboración del Plan de Seguridad y Defensa del Estado, será necesario como primer paso la constitución del Consejo de Seguridad y Defensa Nacional. Además se deben identificar los objetivos a alcanzar, los marcos normativos, los sistemas de organización y relación interinstitucional.