El presidente Medina y sus más cercanos colaboradores, habían guardado las apariencias y hasta dieron la impresión de querer darle fin a la imperante impunidad, sometiendo a algunos de los ministros del pasado gobierno del propio PLD pero, ante el posicionamiento de la precandidatura del Dr. Leonel Fernández, decidieron quitarse el disfraz y atacar inmisericordemente, sin escatimar ninguna acción tendente a destruir, denigrar y dañar la imagen del expresidente Fernández; además, como sus propios aliados han denunciado: Restablecer la reelección presidencial fue “mercantilista” y “una operación de compra y venta de votos”, o sea que, fue necesario el uso y abuso de los recursos del Estado, el reparto de cargos electivos y de diferentes ministerios y, no solo a lo interno del PLD, pues toco convencer a Diputados de la oposición, con las mismas malas prácticas.
En el ámbito económico tampoco se han manejado con transparencia y mucho menos han implementado políticas adecuadas, por ejemplo:
- Los precios internacionales de los hidrocarburos mantuvieron una agresiva reducción, lo que contribuyó a tener una balanza de pago más equilibrada y, no menos importante, una inusitada reducción del subsidio eléctrico, sin que esto se reflejara positivamente en la ciudadanía, pues los combustibles no bajaron proporcionalmente a la reducción de los precios de los hidrocarburos, además la tarifa eléctrica que no experimentó ninguna reducción.
- Igualmente el dólar siguió su lenta tendencia alcista, a pesar de la reducción del costo del principal rubro de importación: los combustibles, que en ocasiones llegaron a representar el 20 o 25% del mercado cambiario dominicano.
- En cuanto a los rubros agrícolas, todos experimentaron un significativo aumento de sus precios, pese a la reducción de los precios de los combustibles, los cuales inciden en el precio del transporte y por ende, en el precio final al consumidor. A pesar del apoyo que se le da a través de la usurpación de funciones que el presidente ha tenido que hacer ante la incompetencia de sus ministros y demás funcionarios, teniendo que ir personalmente a resolver los problemas del campesinado dominicano. Por otro lado, las llamadas “visitas sorpresas” en sí mismas no resuelven más que problemas puntuales, pues lo que verdaderamente hace falta son políticas macros de apoyo a la tecnificación, profesionalización y financiación del campo dominicano, como un todo y no haciendo política con las necesidades de los campesinos.
Otro tema en el que nuestras autoridades no han podido llenar las expectativas es la inseguridad ciudadana que continúa dando muestras de un deterioro extremo, en nuestra opinión, debido a la falta de oportunidades de nuestros jóvenes y el mal ejemplo de nuestras corruptas e impunes autoridades, que nos han venido gobernando.
En cuanto a la corrupción y a la impunidad, puede que en el pasado reciente los robos y el derroche hayan sido mayores, pero el reciente escándalo en la OISOE tiene matices sin precedentes, que hasta trajo como consecuencia un suicidio y, más recientemente, se hizo pública la construcción de una carretera, que según nuestros ambientalistas, resulta un crimen contra la foresta y el medio ambiente, además de que no se sabe nada relacionado al costo, quienes la construyen, bajo que contratos y que licitación. Un escándalo que, una vez más, puso en evidencia al actual procurador, Dominguez Brito, en cuanto a que no tiene ni la más mínima intención de adecentar la corrupción e impedir la impunidad, sino que muy por el contrario lo muy poco que ha hecho, sin dudas, obedece a líneas e intereses puramente políticos; pues en lo que va de este cuatrienio ha tenido denuncias y pruebas, más que suficientes, suministradas por varios de los más refutados programas de investigación, entre otros y, no ha hecho los sometimientos correspondientes o por lo menos no con la seriedad que ameritan los casos y esperaba de él, la sociedad.
También, casos como el de Inapa y las áreas no incluidas en el decreto que declaró zonas de emergencia y el presunto tráfico de influencia. El Ministerio de Deporte y/o el Comité Olímpico que recibe cientos de miles pesos e invierten unos pocos, sin mencionar la inacción y las quejas de casi todas las federaciones deportivas en sentido general. El CECCOM y el escándalo del destino de los combustibles incautados, además de la supuesta comercialización de combustibles subsidiados, en beneficio de sindicatos, empresarios y otros. El caso del Banco Peravia, los que se fugaron y los que aún están en el país y no se mencionan.
La corrompida justicia dominicana y los escándalos que se han traído por los moños, aparentemente, para tratar de lograr la renuncia o la destitución de los actuales jueces de la SCJ, pero para hacer un "quítate tú pa ponerme yo" y para hacerlo antes de las elecciones, de tal forma que las actuales autoridades puedan contar con jueces electos por ellos, que les garanticen impunidad ante el potencial caso de que pierdan las elecciones.
Por último, y de la mano con los escándalos de nuestra justicia, de nuestros cuerpos castrenses y hasta de nuestros políticos, el tema del narcotráfico que sin dudas corrompe todo, al extremo de que para cerrar el año, se destapó un escándalo de un alijo de drogas, que según informaciones era de más de 1,000 Kilos, que fue detectado en un pueblo del interior, pero que el DNI y la DNCD dicen haberlo incautado en Santo Domingo y que sólo habían unos 400 Kilos, según se denunció en un programa televisivo.
Y ante todo esto, nos preguntamos:
- ¿Cuáles son los importantes problemas nacionales que han resuelto las actuales autoridades?…
- ¿Qué podemos esperar que suceda en este venidero año 2016?…
- ¿Qué podemos esperar de un probable segundo periodo de Danilo Medina?
Ante el deterioro de la vergüenza política, estas y otras preguntas son las que trataremos de responderles, en nuestro próximo artículo.