El sindicalismo en República Dominicana urge de un rescate pos reivindicar los derechos laborales, es válido recodar el símbolo de la lucha sindical en el país y el más grande de todos los tiempos, Mauricio Báez, pues, su ejemplo de valentía y patriotismo nos mueve a la reflexión en momentos de ausencia para quien represente su digno legado, lo que nos hace lamentar.

La mayoría de las asociaciones de grupos laborales comunes de oficios son utilizadas por sus dirigentes para negociar con los gobiernos o grupos de poder que le permitan pescar beneficios particulares, pues casi siempre excluyen a los empleados representados.

El destacado poeta y jurista en derecho laboral Lupo Hernández Rueda, en uno de sus trabajos señala: “Hoy día el sindicalismo en la República Dominicana no es visto como lo fue, más o menos 3 o 4 décadas atrás. Para ese entonces, los líderes gozaban de admiración por la sociedad vigente y emergente, y en un grado elevado, gozaban de respeto hasta por los mismos demandantes.

"Desde que la codicia los arropó. Desde que los invadió el deseo ferviente de ganarse un puesto de renombre en el peldaño de la escalera de la sociedad; ahí empezó la debacle, y los resultados no han sido alentadores.”

Agrega Hernández Rueda, “que no se sabe si quienes representan los gremios en sus derechos laborales, son sindicalistas, empresarios o políticos. La política y la economía, que controlan el mundo de hoy, donde la globalización es un proceso que pretende eliminar todo debate ideológico, para que todo sea centralizado en la economía, el mercado, la competitividad y la eficacia, incluyendo el sindicalismo. La globalización plantea un nuevo sistema, con una nueva agenda, para hacer olvidar los problemas de las clases sociales, las diferencias entre el norte y el sur, las tensiones entre países pobres y ricos, entre el primer y el tercer mundo, la deuda exterior y otros problemas que afectan a los sectores más pobres del mundo. La globalización desea que exista un pensamiento único, y que los que pueden pensar sean los que detentan el poder económico.”

El profesor Lupo recomienda: “Es importante que ese sector haga una revisión seria y desinteresada de los logros obtenidos. Una vida humana no tiene precio. El dinero no alcanza a comprarla. No es justo que para demandar el alumbrado eléctrico de un barrio, o la expansión del sistema de agua potable, o el mejoramiento de calles, etc., etc.; haya que aportar sangre, que en el 95% de los casos son inocentes.

Para renovar el sindicalismo dominicano se debe partir de la educación de los militantes en las bases de los gremios. Urgen planes educativos, para despertar la conciencia crítica y política de los sindicalistas dominicanos, con contenidos basados en principios, valores y ética.”

"Hay gente que adora el dinero y se mete en la política, si adora tanto el dinero que se meta en los negocios, en el comercio, en las industrias; que haga lo que quiera, que no es pecado, pero la política es para servir a la gente, no para mercadear con la gente y servirse de la gente". José (Pepe) Mujica.

Dios les bendiga siempre Pueblo Dominicana.

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