De Trujillo hasta Obama: 84 años de anticomunismo en República Dominicana

Narciso Isa Conde permanecía “chivo” un día después de que el presidente Barack Obama anunciara una serie de históricos pasos de acercamiento de los Estados Unidos hacia Cuba. Considera él que Obama se aproxima a Cuba con un “trompo embollao”.

En sus propias palabras, entrevistado por Llenis Jiménez, del diario Hoy “El coordinador nacional de Izquierda Revolucionaria, Narciso Isa Conde, no tiene plena confianza en que se materializará el desbloqueo comercial y político de Estados Unidos a Cuba. Pero considera que de darse, sería una estrategia del presidente estadounidense, Barack Obama, para redireccionar la política del continente e incrementar su popularidad, deteriorada en los últimos tiempos”.[i]

La suspicacia del legendario líder  revolucionario no es de extrañar. La gente de mi generación, aunque unos años más joven que la de Isa Conde, vivió muchos años en un ambiente cargado de histeria anticomunista. Para quienes vivimos nuestra adolescencia en la década del 60 los símbolos comunistas nos despiertan todavía fuertes emociones. Por pura casualidad, un día antes del anuncio simultáneo de los presidentes Barack Obama y Raúl Castro sobre la normalización de relaciones entre Estados Unidos y Cuba yo me detuve a observar y fotografié la pequeña plaza dedicada  a Ho Chi Ming que se halla próximo a la “cabeza de Duarte”, en la intersección de las autopistas San Isidro y las Américas, en Santo Domingo Este (foto).

Allí, cerca del busto del Tío Ho, erigido gracias a las gestiones de ese adalid del internacionalismo embajador  Miguel Mejía, ondea oronda la bandera de la República Socialista de Vietnam. Para mi generación esa bandera siempre será la bandera de Vietnam del Norte, una bandera que a lo largo del funesto periodo deLos 12 Años (1966-78) la juventud opuesta a la dictadura levantaba desafiante en el recinto de la Universidad Autónoma de Santo Domingo.

El anticomunismo fue el vínculo permanente entre el poder extranjero y el dictador Rafael Leónidas Trujillo (1930-61). Durante el periodo de transición tras la caída del régimen tiránico (1961-65) era una política oficial. El líder socialdemócrata Juan Bosch tuvo que batallar durante años para espantarse la etiqueta de comunista que pretendían endilgarle sus adversarios, entre los que se contaba la poderosa Iglesia Católica.

Joaquín Balaguer, heredero de Trujillo, utilizó exitosamente el anticomunismo, en alianza con el poder extranjero, para mantener su sangriento régimen de 12 años. Dos noticias de sucesos extremos del anticomunismo de esa época fueron publicadas con una diferencia de tres días. El 25 de mayo de 1971 Listín Diario informaba que el día 23 anterior había muerto en Bruselas, Bélgica, Maximiliano Gómez (El Moreno), jefe del Movimiento Popular Dominicano (MPD) y el más destacado dirigente comunista dominicano de todos los tiempos.[ii] Posteriormente se sabría que El Moreno había sido víctima de una operación criminal urdida por los servicios secretos dominicanos y de sus aliados. El día 28 el mismo periódico informaba que “La Policía Nacional sancionará a sus miembros que apresen a personas por el hecho de tener el pelo largo o estar peladas al rape”[iii]

El anticomunismo local tuvo que dar un giro cuando, bajo el liderazgo de Salvador Jorge Blanco, el Congreso abolió a comienzo del gobierno de Antonio Guzmán la ley anticomunista que databa de la época del Triunvirato (1964). De ahí para acá se crearon diversas etiquetas para perseguir a los opositores al régimen social imperante, siempre con el trasfondo del anticomunismo.

A Estados Unidos les tomó tiempo todavía para superar la etiqueta del anticomunismo contra Cuba. Por lo menos, como política oficial,  lo acaba de hacer  su Poder Ejecutivo. Falta que lo haga el Congreso. Mientras tanto queda una zurrapa, pues según la Hoja de Ruta para normalizar las relaciones no se podrá enviar dinero a funcionarios del Partido Comunista de Cuba. Lo dice el punto 6“Facilitar el envío de remesas desde Estados Unidos hacia Cuba: habrá un incremento en el límite de dinero que se permitirá enviar de US$500 a US$2,000 por trimestre -excepto a ciertos funcionarios del Partido Comunista”[iv] Da brega.