El análisis de cómo la tecnología ha impactado los medios de comunicación social y los retos que este impacto le supone está en el tapete desde hace  tiempo. Sin embargo, muy relacionado con este, hay otro tema que debería ocupar la atención en igual medida: su impacto sobre la educación.

Entendiendo la escuela como el conjunto de instituciones sociales (colegios, universidades, institutos) cuya labor es dotar a los seres humanos de las habilidades necesarias para desempeñarse con éxito en la sociedad, si la sociedad ha cambiado, producto de las nuevas tecnologías, entonces la escuela también debería cambiar con ella.

Así lo piensa Henry Jenkins, uno de los teóricos más importantes en el campo de la comunicación y la educación contemporánea. Decano de Comunicación, Periodismo y Artes Cinematográficas en la Universidad del Sur de California, Jenkins ha escrito y editado más de una docena de libros sobre medios, educación y cultura popular, en los que, a través del estudio de la convergencia de las Nuevas Tecnologías con los medios y la educación, hace propuestas puntuales, y en muchos casos pioneras, de cómo deberían abordarse la comunicación y la enseñanza en esos nuevos  contextos.

En el campo educativo, una de sus propuestas más interesantes está contenida en el libro: Frente a los desafíos de la Cultura Participativa: Educación Media para el siglo 21, en el que Jenkins partiendo del nuevo contexto social creado a causa de las Nuevas Tecnologías, enumera las 11 habilidades que el alumno necesita y que  la escuela ha de enseñarle. Estas son: Juego, Actuación, Simulación, Apropiación, Multitarea, Distribución cognitiva, Inteligencia colectiva, Juicio, Navegación transmedia, Creación de Redes y Negociación.

Las habilidades propuestas por este autor estadounidense están pensadas para la formación de jóvenes  estudiantes cada más activos y aptos para participar plenamente en una sociedad que valora cada vez más la innovación, la capacidad de colaboración y el  aprovechamiento de las redes de inteligencia colectiva.

Luis Alberto Quevedo, sociólogo de la Universidad de Buenos Aires (UBA), es otro de los teóricos que defienden la importancia y validez de estas habilidades y, tras citar a McLuhan (1960):"no pensamos con las tecnologías sino desde las tecnologías que tengo disponibles en una época histórica determinada", señala que algunas de ellas como el multitasking o multitarea (habilidad de procesar varias informaciones a la vez y por diferentes medios), ya está incorporada en el cerebro de las nuevas generaciones humanas (nativos digitales).  En este caso a la escuela le corresponde enseñar al alumno cómo optimizar esta destreza.

Ya sea incorporar u optimizar, el reto de la escuela en el mundo de hoy es grande. Debe preparar a sus alumnos para desempeñarse con éxito en un contexto social que, al ser mediado por las tecnologías, cambia a "velocidad de la luz" y cada vez que lo hace plantea el requerimiento de nuevas habilidades y destrezas. De no hacerlo, las desigualdades en la sociedad del conocimiento y/o la información se ahondarán aún más.

Es por eso que "De este lado del charco" se analizan y se hacen propuestas sobre el tema. El grupo Gipi, especializado en investigación,  de la Universidad de Alcalá monitorea y acompaña proyectos en los que algunas escuelas  recurren a nuevos medios como el ordenador (computadora) los móviles (celulares) y los videojuegos para que el alumno desarrolle estas habilidades. Mientras que en la Universidad Complutense de Madrid, profesoras como Patricia Núñez y María Luisa García Guardia han incorporado las redes sociales en la enseñanza de algunas asignaturas.

Mientras tanto, "De aquel lado del charco", en la República Dominicana, este tema no se ha pensado ni valorado tanto. ¿Cómo hacerlo? ¿Cómo hablar acerca de la incorporación de las Nuevas Tecnologías a la enseñanza cuando todavía se tienen pendientes temas tan básicos como las razones por las que algunos niños toman clase debajo de una mata de mango, porqué en una universidad no hay suficientes butacas o si el desayuno escolar intoxica o no?

"De este lado del charco" ya se educa con celulares, computadoras y videojuegos. "De aquel lado del charco" escasea la energía eléctrica,  las butacas, las tizas, las pizarras y los libros.

Nueva vez el mundo cambia y avanza. La República Dominicana no ha de participar de esos cambios y avances mientras sus fuerzas políticas y sociales no trabajen en la disminución de los males sociales que la aquejan. Es tan sencillo como concluir que mientras existan esas inmensas brechas sociales hablar de la generalización de la nueva Sociedad del Conocimiento es nada más y nada menos que una falacia.