«Dime de qué te jactas y te diré de qué careces», dice la sabiduría popular, la mas sabia de todas. Esta gran verdad es válida para los individuos. Pero no solamente. También puede aplicarse a las naciones.
A lo largo de la historia, algunos estados han agregado el adjetivo “democrático” a sus nombres oficiales. Al jactarse de ser democracias, confirman precisamente lo contrario. Tal es el caso de la extinta República Democrática de Alemania. Y de la existente República Democrática del Congo.
Otro caso similar es el de la República Popular China. Al tildarse a sí misma de popular, pretende que en la misma el pueblo tiene sus derechos, incluyendo el derecho a expresarse libremente y a votar. Todos sabemos que no es así.
Pasa lo mismo con Venezuela. Cuando Chávez le agregó el adjetivo de “bolivariana”, confirmó una vez más la validez de este refrán. Nada tienen que ver el estado y el gobierno actual con Simón Bolívar.
Muchas son las repúblicas en el mundo. Pero pocos de sus nombres cortos o informales incluyen el término “república”. Uno de los estados que se jactan de ser repúblicas es el nuestro. Se presenta como República Dominicana, pero carece de una separación auténtica de los poderes del estado. El congreso es un apéndice del poder ejecutivo al cual la sabiduría popular tilda de sello gomígrafo o de sastre (por hacer leyes a la medida). El poder judicial teme, en el mejor de los casos, al poder ejecutivo y le es servil en el peor. En cuanto a los partidos de oposición, casi todos han sucumbido a la cizaña que en ellos ha sembrado el partido oficialista. En fin, la prensa dominicana no es, salvo honrosos casos, el cuarto poder. En nuestro país existe un solo poder digno de tal nombre. Y este poder, el poder ejecutivo, al no tener ningún tipo de contrapeso, crece como un tumor maligno. Es cada vez menos democrático o republicano y cada vez más autocrático y dictatorial.
«Dime de qué no te jactas y te diré lo que eres» es un corolario del refrán anterior. Es por eso que no nos jactamos de ser una república bananera.