En días pasados me encontré con Gustavo Olivo, quien está a cargo junto a Fausto Rosario de www.acento.com.do ambos me dieron la oportunidad hace unos años, de comenzar a escribir en este medio; nunca había escrito acerca de cómo ocurrió y talvez esta es la ocasión para hacerlo.

En el año 2009 ya escribía para noticias SIN y luego de mi divorcio, con el propósito de organizarme económicamente, contraté un coach financiero. El tema económico para las mujeres de mi generación resultaba todo un tabú por la cultura machista en la que crecimos y como creo en el acompañamiento de la gente que más sabe, tomé esa decisión. En la primera sesión cuando le dije lo que en aquel momento hacía profesionalmente me dijo que me quería escribiendo para Acento ya que era el medio digital más parecido a mí. Me encantó la recomendación y a la siguiente semana, para mi sorpresa, cuando llegué al programa El Despertador, donde tuve una sesión fija durante 7 años, le pregunté a Edith Febles si conocía a alguien de Acento, ella con la sencillez que le caracteriza me dijo que estaba de suerte, pues Marino Zapete estaba de vacaciones y Gustavo Olivo le cubriría en el programa, que aprovechara en ese momento y hablara con él. Cuando me ocurren estas cosas que llegan a mi vida sin ningún esfuerzo tengo la certeza de que voy por el camino correcto. Conversé con él y me dijo que le enviara algunos de mis artículos a ver qué pasaba. Envié algunos artículos que comenzaron a publicar, confieso que solté ese tema y no le di seguimiento. A los 15 días cuando regresé al programa es Gustavo quien me dice que si he visto el revuelo que han causado algunos de mis artículos, me morí de la vergüenza pues no me enteré, pero esto confirmó la certeza de que era un propósito superior a mí pues se estaba desarrollando solito, como suele actuar la vida cuando no la entorpecemos con nuestro control. Lo demás es historia pues estuve publicando en Acento desde mayo de 2012 hasta octubre de 2018 sobre temáticas de psicología y violencia contra la mujer que son los temas que profesionalmente me ocupan.

Desde hace algunos años comencé a aligerar mi carga de trabajo y los medios de comunicación fueron los primeros renglones que decidí dejar. El encuentro con Gustavo en estos días y su oferta de que escriba no sólo de los temas tan serios que trabajo, sino de otros temas más ligeros me volvió a motivar a escribir, ya que lo disfruto mucho, pero por mi autocuidado había dejado la escritura también. Acepté la propuesta y le tomé la palabra de que las puertas de Acento estaban abiertas para cualquier momento en que lo decidiera.

Cuando hacemos el trabajo que hago la vida suele ponerse muy seria, los temas muy pesados, dolorosos y fuertes, talvez su oferta, que de nuevo no es casual, coincide con la etapa de la vida en la que me encuentro, pues me he propuesto aligerar, soltar, confiar más en el movimiento espontáneo de la vida y su sabiduría. De manera que de eso se tratará de ahora en adelante, prometo intentarlo, talvez no siempre lo lograré, pero "mi misma" me hablará cuando me desvíe.

Con el pasar de los años el gran aprendizaje que he adquirido es que las cosas salen mejor cuanto menos las controlo y las dirijo permitiéndole a Dios, el universo, la energía o lo que usted considere, actuar en libertad para siempre ofrecerme las mejores oportunidades de crecimiento y desarrollo.

Hoy a los 56 años decido menos y viajo más; trabajo menos horas, obtengo mejores resultados y disfruto más; hablo menos y escucho más; me desvelo menos y duermo mejor; recibo mayores regalos que los que yo misma había pensado para mi vida. Definitivamente este momento me lo ha dado la madurez y el amor por mí, que solo es posible con el paso de los años, aunque nos hayan mentido todo este tiempo.

Me doy la bienvenida y agradezco esta valiosa oportunidad de comunicación con la gente.

Gracias Fausto y Gustavo por aceptar la diversidad y el cambio en este medio, el país se lo agradece.

@SolangeAlvara2

@SOLANGE_ALVARADO_ESPAILLAT