El concepto de rehabilitación energética, muy a tomar en cuenta en países de zonas geográficas con latitudes sobre los 35 º norte, se enfoca mucho en el tema del acondicionamiento interior y/o confort térmico de dichos espacios habitables. En países con latitudes más próximas a los trópicos, este concepto no se asocia tanto a estas necesidades, por lo menos en una de sus dos vertientes, la de la calefacción, por ser ésta innecesaria para climas como los de las Bahamas o Filipinas. En cualquier caso, y con una visión global, nos aproximaremos un poco, en esta segunda parte de la serie, a la realidad y proyecciones relacionadas al concepto de referencia: Rehabilitación Energética de Edificios.
El valor de la rehabilitación energética más allá de lo meramente constructivo. El caso español
En datos obtenidos en publicaciones de divulgación especializadas ( ver: https://www.construible.es/2020/06/12/sector-construccion-aboga-rehabilitacion-energetica-recuperador-economico), nos encontramos con que en España (país europeo de referencia para los países hispanos de América) y aun cuando la tasa de ocupación en proyectos de rehabilitación, un 2,2 %, es casi la mitad de la de otros vecinos latinos (como Portugal, Francia o Italia), esta forma de “construir” sigue siendo una opción muy interesante en materia económica para una sociedad muy golpeada por la pandemia, creando hasta 400,000 empleos. Si a esto le sumamos lo que supone rehabilitar en lugar de ocupar nuevo suelo para edificar, estaríamos ante un modelo al que le podríamos colgar el letrero de sostenible sin temor a dudas.
El dato objetivo
Este dato anterior, como los que siguen a continuación, forman parte de lo que se ha denominado Observatorio 2030 del CSCAE (Consejo Superior de los Colegios de Arquitectos de España), que aborda temas tan variados y correlacionados como: la participación ciudadana en las políticas referidas a la arquitectura y al urbanismo, el tema salud en la trama urbana y arquitectónica (a propósito de las pandemias por venir) , la reactivación económica española a través de la industria de la construcción, entre otros.
Este mismo Observatorio, recoge datos tales como que de los 10 millones de inmuebles que necesitan una rehabilitación energética en España, solo han sido intervenidos el año pasado, unos 31.000 inmuebles ( el año pasado se toma como punto de análisis). Este dato queda servido para poder llegar a la muy sencilla conclusión, de que aún queda mucho por hacer, por trabajar y por rehabilitar, con los consiguientes beneficios que esto pudiera suponer; beneficios en código económico y beneficios en cuanto a la sostenibilidad del parque edificatorio, el cual supone, globalmente, en torno al 30 % del total de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), en el espacio europeo.
Los datos son, desde nuestro punto de vista, muy alentadores. De cara a una reactivación económica, la rehabilitación se plantea como una opción muy interesante. Merece la pena echar un vistazo a esta experiencia en lo que nos sirva, para tomar algunos puntos de referencia y ejemplo en lo que pueda valer para una latitud tan diferente como la de la isla de Santo Domingo.