Hemos dejado en "el tintero" una Tercera Carta a la Primera Dama. Queda a la espera por la concertación de una reunión con su Excelencia, auspiciada por ella, vía la Directora de su Despacho, Sra. Ana Valdés (que nos remitió vía su nota por correo electrónico, a las 4:06 minutos de la tarde del viernes 14 de octubre). Se supone que trataremos asuntos relacionados con nuestros comentarios y cartas de fechas 23 y 30 de Sept., y 7 y 14 de Oct., publicadas por este mismo medio, sobre lo que para nosotros, y para quienes como nosotros, pensamos y creemos que hubo y hay un uso indebido del Monumento a la Independencia Financiera, convertido inadvertidamente en "Monumento a los Valores". Esperamos que este uso, abusivo, sea fugaz…

Mientras tanto nos permitiremos referirnos a las ingenuas propuestas del antiguo Secretario o Ministro de Turismo, Señor Felucho Jiménez (así, por su apodo, aparecen firmadas en el Diario Libre, de fecha 20 de octubre) sobre lo que para él son "Ideas simples para una ciudad segura" (En directo, página 18).

Reconoce "Felucho" que ya no se trata de que sean los barrios los inseguros sino toda la ciudad ("ideas simples que, quizás, nos ayuden a vivir y sentirnos más seguros, puesto que ya no se trata del barrio sino de toda la ciudad.") Sus letras evidencian el fracaso de la campaña "preventiva" y costosa de las Harleys en algunos barrios depauperados de la capital dominicana, carentes de bienestar social y económico, caldo de cultivo de la violencia que hacina y calcina sectores sociales, producto de los contrastes entre las riquezas ostentadas y opulentas de que hacen derroches precisamente no los tradicionales ricos, sino los improvisados y recientes multimillonarios de la política y el turbio empresariado de la corrupción, del tráfico de influencias, del lavado y del narcotráfico.

Propone el pasado Secretario o Ministro de Turismo, que se establezca una "normativa' para el uso de motoristas que se vean obligados a circular con placas en sus motores y chalecos numerados en sus torsos. Pero es que si eso no fuera falsificable, si no lo robaran para ulteriores desmanes, y como si no hubiera sido imposible, como ha resultado, obligar a estos a usar cascos, coderas y rodilleras (POR SU PROPIA SEGURIDAD), cómo pedirles que usen chalecos numerados y que paguen placas… Ah, olvida Felucho que el motor, además de ser un medio para atracar, es un medio de transporte de familias enteras y un medio de vida (el moto conchar) utilizado por gente que no podrá llegar nunca a poseer un automóvil. Por eso, ingenuamente, pide que no los dejen transitar con más de dos por unidad.

Propone, con sostenida ingenuidad, que las calles y avenidas de las principales ciudades sean patrulladas por un "sistema cruzado" de 4 agentes a pié y 2 motores mas 2 militares en cada esquina, para vigilar tramos de un kilómetro cada grupo (a estos últimos no había con qué pagarles sus sueldos de los meses recientes). En un solo término, militarizar las ciudades. Habría que ver cuantos metros camina una patrulla asignada en sectores de bajos riesgos y dentro de la capital (Gascue, La Primavera, Lugo, etc.) donde uno les ve holgazanear a la sombra de árboles contiguos a fruteros y fritureros, lugares donde picotean de vez en cuando. Sugiere un servicio de vigilancia de siete de la mañana a una de la madrugada. Olvida que nuestros policías duermen siestas… Y pide además, que se garantice "por los medios necesarios, que las calles y avenidas estén permanentemente iluminadas en horas de la noche" reconociendo así que el sistema de suministro eléctrico no funciona adecuadamente, que ha sido otro fracaso tanto en la capital como en las principales ciudades dominicanas.

Al mejor estilo estadounidense, Felucho pide asignarles protección a los Centros Comerciales, no a los centros de salud, ni educativos, ni empresariales ni industriales, ni deportivos, ni de diversión y/o esparcimiento, ni a los netamente residenciales, sino a los Centros Comerciales, puesto que pide para estos "un carro patrulla a cada uno de los principales Centros Comerciales del país y, además, un par de agentes que hagan servicio de vigilancia en sus puertas de salida". Así que todo el parque vehicular de la PN estaría destinado a cuidar a estos, y el resto que se cuide por si mismo…

Propone, además, crear una "Policía de Hacienda" para cuidar el desmantelamiento de autos robados y el uso de celulares robados. Estos se agregarían a la Policía Nacional (regular), a la de Turismo, a la Municipal, a la de Bancos, a la "secreta" (que fácilmente identificamos), y a la "Policía Invisible" que es una parasitaria de unos 16 mil miembros que le cobra al Estado pero que le sirve a particulares haciendo tareas de todo tipo (ya se ha dicho hasta la saciedad), desde cuidar portones de casas de encumbrados política, social y económicamente, de retirados militares, de choferes, de baña perros y arrastra carritos en los supermercados y así sucesivamente. Seríamos, en el mundo, los peores descuidados con siete cuerpos policiales inútiles, más ahora que el propio jefe de la PN dice que hay Policías "Apadrinados" (el 8vo. cuerpo) que se saltan los procesos de entrenamiento y escalan peldaños de arribismo rápidamente, impulsados por políticos y otros oficiales desde dentro.

Felucho termina su colaboración en Diario Libre soñando con que pueda "el Estado garantizarnos vivir en una Ciudad Segura". Quizás por eso todos los funcionarios se han fabricado casas en playas lejanas y en distantes montañas muy altas. Reconoce, el pasado funcionario, el fracaso de la gestión gubernamental en lo de la seguridad ciudadana. Ojalá se anime y escriba sobre educación, narcotráfico, lavado de activos, corrupción gubernamental, falta de institucionalidad, quiebras empresariales de productores agropecuarios, de comerciantes y de tradicionales negocios, víctimas de las tantas derivaciones del epalantismo, entre ellas la voracidad impositiva…