“-¿Y cuál e’ la vaina de Danilo con eso de abrir tres viceministerios más en Cultura? ¡Yo te digo a ti que son ganas de gastar dinero! Total, si ese ministerio no produce beneficio, es un gasto”.
Quien así se expresó, es un dominicano que anda a cuestas con una carga pesada de conceptos tan viejos como obsoletos y descontextualizados que le impiden ver, detrás de los árboles, el bosque con nuevas luces. Primero, el ministerio de Cultura no es un gasto, es inversión estratégica para el desarrollo de la Nación. http://acento.com.do/2012/opinion/206662-el-ministerio-de-cultura-no-es-un-gasto/
Segundo, el fortalecimiento de la institucionalidad cultural es raigal para la aplicabilidad de los Derechos Culturales que asisten a cada ciudadano, es fundamental para la concrecion de las políticas públicas en materia cultural. En nuestros países latinoamericanos, suele suceder que se abre una brecha abismal y contradicitoria entre lo legislado, lo proyectado en las estrategias y planes, y la práctica cultural. Esa histórica dicotomía entre teoría-planificación-ejecución-evaluación culturales, irá desapareciendo en la medida que fortalezcamos la institucionalidad cultural que incluye no solo a las instituciones públicas sino al trabajo coordinado e integrado con las instituciones de la sociedad civil y el sector privado.
No podemos desconocer los ingentes esfuerzos y acciones de la UNESCO por valorizar el rol de la cultura para el desarrollo en cualquier país. Múltiples son los cónclaves, internacionales como la Conferencia de Políticas Culturales de Venecia, 1970, la de Helsinki en 1972, o la Conferencia Mundial sobre las Políticas Culturales (MONDIACULT), México en 1982, o aquel esencial documento de la Comisión Mundial de Cultura y Desarrollo “Nuestra Diversidad Creativa” que estableció la interrelación, la irrevocable unidad entre cultura y desarrollo. Así la UNESCO ha venido transformando los paradigmas culturales. Ya la comprensión del valor estratégico de la cultura no es solo patrimonio -como décadas atrás- de artistas, intelectuales y gestores culturales, sino que a escala de la alta política de nuestros países latinoamericanos, se avisora nuevas visiones y se instrumentan cambios que van al fortalecimiento de la gestión institucional cultural. Aún cuando a niveles intermedios de dirección todavía andan economicistas con orejeras que hacen del Ministerio de Cultura, la Cenicienta del presupuesto nacional.
Sin embargo, emergen luces indicativas de nuevas proyecciones, ejemplo es la creación de tres nuevos viceministerios: Industrias Culturales, Descentralización y Coordinación Territorial y el de Identidad Cultural y Ciudadanía que dan una estructura organizacional mucho más avanzada. Y con este fortalecimiento de la institucionalidad cultural se camina hacia la materialización de los Derechos Culturales, expresos en la Constitución de la República Dominicana, 2010; se estimula la participación ciudadana en el hecho cultural, se fomenta de la creatividad, apreciación y enseñanza artísticas; además, de la protección, conservación y revitalización del patrimonio cultural. Con la solidez institucional se estimula la participación popular en la cultura, se afirman los procesos de la identidad y diversidad culturales, se estimulan las industrias culturales, se consolida la descentralización y la difusion culturales.
Es indudable, una nueva etapa de trabajo cultural en la República Dominicana ha comenzado. Es cualitativamente superior a otras. Son tangibles nuevas acciones como es el financianmiento (por el apoyo de la Presidencia de la República) de proyectos culturales a escala de provincias, municipios, comunidades e instituciones civiles. Esta Convocatoria Nacional de Proyectos Culturales el pasado jueves publicó su segunda edición, y tiene como objetivo “contribuir al acceso, la participación y el fortalecimiento de sectores sociales vulnerables, los derechos culturales, cohesión e inclusión social” http://cultura.gob.do/eventos/segunda-convocatoria-nacional-de-proyectos-culturales-2014/
Quedan desafíos, como la aplicación de un sistema de evaluación de ejecución, resultados e impacto de estos proyectos, un sistema de generación de estadísticas culturales que tribute a la Cuenta Satélite de Cultura, elaborar y ejecutar planes intersectoriales: Cultura-Turismo, Cultura-Cancillería, Cultura-CEI-RD, Cultura-Medios de Difusión, Cultura-Educación, Cultura-Salud Pública, Cultura-Obras Públicas, Cultura-Medioambiente, Cultura-Interior y Policía, Cultura-Deporte, Cultura-Procuraduría, Cultura-Mujer, etc. Todavía se hace necesario el estímulo de las investigaciones culturales que fundamenten la elaboración y encauzamiento de estrategias de desarrollo de las artes, las industrias culturales, y de una gestión cultural dirigida científicamente que destierre lacerantes vestigios de improvisación estéril. También, es justo y necesario, realizar acciones de capacitación y sensibilización dirigidas a nuestros clientes internos y externos, para cambiar mentalidades de esos dinosaurios culturales que por su incapacidad, aún andan retardando el reconocimiento y la inclusion de la cultura en los planes de desarrollo. Retos quedan muchos, pero el avance es indudable.
"(…) sólo puede asegurarse un desarrollo equilibrado mediante la integración de los factores culturales en las estrategias para alcanzarlo". Conferencia Mundial sobre las Políticas Culturales (MONDIACULT), México en 1982.