Vista la navidad desde la inclinación de artistas por abordar el tema religioso vale la reflexión relacionada con la visión de cada época.
Conocemos por herencia impuesta en nuestra educación el arte europeo que va desde la caída del imperio hasta el final del siglo XIX.
En  todo el siglo XX solo conocemos de tres artistas de reconocimiento mundial que se ha ocupado de algún  tema religioso.
Uno de ellos es  Salvador Dalí con sus Cristos  como el Hipercubus o Cristo de San Juan. Aunque se nos ocurre que para Dalí  el tema solo es un pretexto para introducir su concepción del universo y su idea del infinito.
De paso debemos anotar nuestra creencia sobre el soporte tan especial  que es el Díptico, que es muy conocido entre nuestros artistas de hoy.
El origen de los mismo se debe  a una tradición pagana del imperio romano que consistía en unos regalos llamados Aguinaldos  que se otorgaban como muestra del deseo de que el destinatario gozara de salud y  de la divina protección durante el año nuevo.
Pues el díptico era el aguinaldo de los Cónsules  de los últimos tiempos del imperio y  el cristianismo adopto la tradición siendo el díptico un objeto de culto hermosamente decorado de pequeñas dimensiones.
A propósito de la  fotografía sobre la imagen de un díptico que observamos en días recientes. Se trata de la  figura de la virgen y el niño en una  de las caras  del díptico y en la otra los rostros de los apóstoles y las figuras ecuestres de dos santos de la leyenda oriental cristiana, aunque uno de ellos llego a tener desde la edad media una connotación  mítica, Se trata de san Jorge, el del dragon.
La otra figura ecuestre es la de San Teodoro el Estudista. Que es muy conocido en el patriarcado de Constantinopla.
En cuanto a San Jorge que es  un personaje santo de la  leyenda   que trata de un soldado romano procedente de Turquía  y quien se ha mezclado en  las formas sincréticas de  las creencias de algunas zonas del continente africano.
Todo esto nos hace especular sobre un cristianismo  que es  extraño para los occidentales.
Es  el llamado Copto que no solo es egipcio sino que ocupa amplias zonas de Etiopia y Sudan y que  tiene que haberse afectado por las creencias de los pueblos árabes que contribuyeron a culturizar toda la franja africana que esta entre el desierto y el mediterráneo.
A estas influencias hay que agregarle la creencia de pueblos primitivos africanos que traen desde el pasado una cosmovisión diametralmente opuesta a las dos grandes influencias religiosas que han dominado la civilización de los últimos milenios.
Hay quienes afirman que todo este ir y venir de religiones en el este africano se debe al trafico y comercio de las condimentas que fue uno de los ingredientes que llevo a los portugueses hasta las costas orientales de aquel continente.
El Yemen es el estado árabe que esta más al sur de la península  de Arabia.   Es el país árabe que esta separado por un estrecho del golfo de Adén al sur del mar rojo. Justo al frente de la antigua Somalia francesa la que hoy es la actual republica de Yibuti.
Recordamos que Etiopia se disputa con la antigua población del Yemen el merito de ser continuación de la dinastía de Salomón y la reina de Saba tradición etíope que se guarda documentada en el Kebra Nagas.
Los que tenemos edad recordamos las fotografías de periódicos y las fílmicas que mostraron los funerales del presidente Kennedy  y el contraste en ellas  de las estaturas de dos personajes  que desfilaban uno al lado del otro.
Eran  al presidente de Francia y el emperador  Haile Selassie que se consideraba  descendiente etíope del rey Salomón y quien heredo  el trono de Ras Tafari Makonnen.
El díptico etíope  del contexto al que hacemos referencia nos sorprende por el tratamiento en plano de los personajes mientras que las formas las delimita una delgada línea que nos hace ver todo el entramado como supeditado a un  plano.
El sentido del movimiento nos viene dado por la repetición de las figuras  cuyos retratos  se limitan a los rostros cuadriculadamente enmarcados.
Cristianismo primitivo africano y arte primitivo que nos recuerda obras del  arte haitiano y estilo iconográfico de algún pintor nuestro.