Las oenegés son víctimas colaterales del antihaitianismo de muchos ultrapatriotas y su persistente satanización de las instituciones que defienden los derechos humanos. Ese proceso se inicia a finales del siglo XX cuando a consecuencia de la intensificación del despojo de la nacionalidad a los hijos de braceros haitianos en los bateyes, algunas ONG pioneras empiezan a asistir a los niños y jóvenes a obtener sus documentos de identificación para que puedan iniciar o continuar sus estudios y/o incorporarse a la economía formal. Inicialmente  algunos  defensores de la pureza dominicana despotricaban contra las “oenegés prohaitianas”, dirigiendo y calificando  su invectiva específicamente contra esas instituciones que trabajan directamente el tema de los derechos fundamentales de los inmigrantes haitianos y sus familiares dominicanos. En muchos casos eran organizaciones de inspiración religiosa o capítulos locales de instituciones globales que defienden los derechos humanos.

Así tenemos una mención por el Dr. Manuel Núñez en la edición de su Ocaso de la Nación del 2001, refiriéndose a “las ONG prohaitianas establecidas en el país” como aliadas de las potencias que fomentan la fusión de los dos estados que comparten la isla, trabajando para dotar a los “haitianos” de cédulas para incidir en ese proceso.  Se entiende que no todas las ONG son satánicas; se infiere que existe una categoría de oenegé con fines satánicos, sin generalizar sobre el carácter demoníaco de la especie. Después de la bomba detonada por la Sentencia 168 el 23 de septiembre 2013, las ONG son constantemente vilipendiadas sin ningún prurito, aun por los más académicos de los defensores de la dominicanidad ante la fusión, descalificando ya no a las “ONG prohaitianas”, sino a las ONG punto. El mismo Prof. Manuel Núñez Ascencio en 2001 tenía la delicadeza de ser preciso con sus palabras,  pero en marzo 2015 generaliza:

A la República Dominicana se le ha declarado una guerra psicológica,  capitaneada por un conciliábulo de fuerzas y  de grupos que se han propuesto impugnar la existencia del Estado dominicano. La campaña de descrédito impulsada por  las  ONG,  apoyada por periodistas nacionales, con el objetivo de sembrar estereotipos, según los cuales, la República Dominicana es una nación sólo comparable con la Alemania nazi. Un Estado paria, al margen de la legalidad internacional. Todas estas circunstancias le han fabricado al país una leyenda negra. Un sentimiento rotundamente negativo.   (negritas de JTT). http://almomento.net/opinion-un-trato-desigual/

En otras palabras, muchos de los ultrapatriotas  han terminado metiendo  a las ONG en una misma categoría de “enemigas de la Patria”. En el mismo saco van el Centro Bonó, Participación Ciudadana, Dominicanos X Derecho, Amnistía Internacional, el Centro Robert F. Kenendy para la Justicia y Derechos Humanos, Transparencia Internacional, FINJUS, Open Society Justice Initiative,  Reconoci.do, la Fundación Zile, Fundación El Samaritano y otras tantas instituciones que trabajan en el país. Los ultrapatriotas que despotrican contra las oenegés entienden que ellas  trabajan  por cuenta de potencias extranjeras a favor de la fusión y/o porque mantienen una campaña contra la República Dominicana, con el apoyo de comunicadores sociales pagados por ellas.  Todos los que escribimos analizando el tema de los dominicanos de ascendencia haitiana somos parte de la conjura contra la República Dominicana y estamos en la nómina de las ONG. Con diferentes variantes, las ONG son acusadas constantemente de mantener una campaña mediática con periodistas y personalidades “comprados” tanto en el país como en el extranjero.

Las acusaciones son muy variadas. Por ejemplo, Consuelo Despradel denuncia- sin ningún sustento-  en un  mitin  en el Parque Independencia en apoyo de la Sentencia 168/13,  que oenegés  internacionales (sin mencionar cuales) pagan a los haitianos para que salgan a decir que son dominicanos. La fábula se repite con frecuencia sin ofrecer nombres ni detalles.  http://www.listindiario.com/la-republica/2013/11/5/298359/Cientos-muestran-su-apoyo-a-sentencia-Tribunal-Constitucional

En un caso muy triste pero característico de los daños colaterales de la lucha de los Rojos contra los Azules,  como regalo de Reyes 2015,  Diario Libre publica que la Fundación El Samaritano estaba asentando ilegales  haitianos en unas 1500 casas que esa ONG  ha construido en los antiguos bateyes de Montellano. El diario titula el artículo: “Canadienses construyen barrio para haitianos indocumentados”.  Ese mismo día de Reyes, dos diputados anuncian que “procederán legalmente contra la ONG a través de la cual se le construyen soluciones habitacionales a los indocumentados en el país”.  http://eldia.com.do/legisladores-se-oponen-a-supuesto-asentamiento-de-ilegales-haitianos-en-el-pais/

El día 7 de enero la FNP informa que “presenta un recurso para pedir la disolución de esa fundación” y “que le retengan los fondos”. http://www.diariolibre.com/noticias/2015/01/07/i956531_piden-intervencin-del-poder-ejecutivo-para-detener-construccin-casas-puerto-plata.html

Otros denuncian  que estaban trayendo a los ilegales para darles casas aquí con “fondos canadienses”. Algunos acusan al gobierno canadiense vía su embajada y alegan  que se trata de algún plan secreto y malévolo de esa nación amiga en contra de la soberanía dominicana.  http://almomento.net/cardenal-reclama-al-presidente-actue-con-mas-firmeza-ante-problema-haiti/

Numerosos pronunciamientos en contra de la nueva “agresión”  incluyen la del usualmente cauto director del DNI, en esta ocasión  calificando el proyecto de la Fundación El Samaritano como “una afrenta a la nación” y una amenaza a la seguridad nacional”. http://www.diariolibre.com/noticias/2015/01/08/i958941_director-dni-considera-asentamiento-para-indocumentados-desafa-soberana.html

Una comisión oficial presidida por un vice ministro de Interior y Policía  fue designada para ir a los asentamientos a investigar la veracidad de la información publicada por Diario Libre y otros medios, y el Ministro de Interior y Policía prometió entregar un informe detallado de los hallazgos de la visita en la tarde del 16 de enero.  La nación aun espera dos meses después de la visita oficial por el informe prometido. http://www.diariolibre.com/noticias/2015/01/08/i957951_comisin-hoy-montellano-indagar-proyectos-para-ilegales.html  http://www.diariolibre.com/noticias/2015/01/08/i958941_director-dni-considera-asentamiento-para-indocumentados-desafa-soberana.html

Con muy poco esfuerzo podemos descubrir que la realidad es diametralmente opuesta a la que fue fabricada por un grupo de prejuiciados antihaitianos y difundida por muchos medios; y que la Fundación El Samaritano ha construido viviendas para los antiguos moradores de los bateyes que vivían en unas condiciones espantosas, situación que ha sido motivo de críticas y denuncias internacionales desde hace décadas.  Se hizo no con recursos del Estado canadiense, sino  con fondos propios de la fundación, aportados y/o recaudados en gran medida por su fundador Sr. Elio Madonia, un exitoso empresario retirado de Toronto, y su familia. Las viviendas fueron en todos los casos asignadas a los moradores de los bateyes cuando el programa inició, y no a haitianos traídos especialmente  de Haití para asentarlos en territorio dominicano. En otras palabras, la Fundación El Samaritano ha hecho lo que el Estado dominicano jamás hizo por la gente que dio su vida trabajando en el ingenio Montellano.  https://scharboy2009.wordpress.com/2015/01/20/informe-de-la-red-jaques-viau-sobre-casas-construidas-por-la-fundacion-el-samaritano-en-el-batey-los-algodones-montellano-puerto-plata/

Al Sr. Elio Madonia y su familia así como a la Fundación El Samaritano presentamos nuestras sinceras disculpas y el desagravio formal a nombre de todos los dominicanos por la indelicadeza de quienes después de falsamente denostar la gran obra que han desplegado en la costa norte de nuestro país, no han tenido la grandeza de reconocer y rectificar su error. La ceguera del antihaitianismo se ha llevado de encuentro a muchas valiosas instituciones que hacen aportes significativos a la vida de los más necesitados en nuestro país, y ya es hora de que reparemos los daños causados y trabajemos por destacar el verdadero papel que desempeñan las ONG en una sociedad democrática participativa.