Los afanados por torcer el pulso y acelerar al Presidente Danilo Medina para que disponga la ejecución de proyectos turísticos en Pedernales sobre la purulenta zapata del robo gigantesco de las áreas con vocación turística, montaron este lunes 11 de marzo su show a través de una emisora nacional –La Z–, la cual transmitió durante varias horas desde un restaurante privado en La Cueva, Cabo Rojo, en la misma Bahía de las Águilas, 300 kilómetros al suroeste de la capital.

Buen intento de costosa persuasión, si los auspiciadores no hubieran repetido allí su incongruencia de base: atribuir el retraso en el desarrollo turístico de la región sur a los ambientalistas y a periodistas pagados por grandes hoteleros del Este y del Norte aterrorizados por perder su mercado.

Desde esa disparatada e irrisoria generalización, quien disiente del fraude y propugna el desarrollo integral, es un malvado, enemigo de los pedernalenses y del gobierno, inepto, desconocedor de la zona y, como si fuera poco, corrupto en tanto empresarios de otras regiones le pagan por emitir opiniones adversas en medios de difusión masiva.

Tremendo embarre de ese cacicazgo del siglo XX y XXI. Vano intento por ocultar el sol con una bocanada de dinero, insultos y descalificaciones. A partir de ese despropósito, no pocos dominicanos y dominicanas racionales pensarían en que “cada ladrón juzga por su condición”.

El alcance de la estación radiofónica habría sido una excelente oportunidad  para enderezar el pensamiento y airear la razón, si buena voluntad hubiera existido para arrancar ahora con el cacareado “desarrollo”. Habrían ayudado al mandatario, si hubiesen tomado tiempo a gastadas loas, para, en su lugar: plantear un movimiento popular de rechazo al fraude que frena todo; difundir un reclamo contundente de entrega de los títulos, dada su nulidad de origen; y, de paso, mandar a la juventud el mensaje de actuar con rectitud.

No fue así. Predominó la bulla, salvo algunos oasis. Ricardo Nieves, en cabina, ayudó un poco a no perderse en la bruma creada. Muchos invitados: macos, cacatas… y algunas esperanzas. La mayoría repitió el planificado coro del chantaje. Unos lo hicieron por complicidad; otros, por solidaridad política o “amistad”. Algún resultado debió reflejar la algarabía armada en el parque central del pueblo donde regalaron hasta diez galones de gasolina, dinero y la promesa de cambiar a mejor vida a unos menesterosos que, a cambio, debieron viajar a La Cueva para cantar un canto cuya partitura diabólica desconocían en el fondo. No lo habrían hecho si hubieran sabido de la cicuta que les brindaban.

HASTA PARA EL LICEO DE OVIEDO

Desde este lunes me ha cogido con pensar en que si cada legislador, gobernador, alcalde y empresario de los asistentes a aquel “cónclave cardenalicio” hubiese consignado para Pedernales un millón de pesos de los fondos públicos que ellos manejan –o de sus carteras, si lo deseaban, en tanto algunos son muy ricos–, hoy tendríamos a mano unos 50 millones de pesos.

Y 50 millones, aun medio devaluados, servirían para construir decenas de casitas económicas que sustituirían los arrabales creados por los mismos políticos en la periferia; reconstruir el singular edificio del balneario de la playa local; hermosear y forestar la costa cuyos promontorios de arenas blancas fueron arrancados con la complicidad de las autoridades; cambiar las lámparas-luciérnagas del alumbrado público; iniciar una cooperativa de pescadores; y quién sabe si alcanza para la instalación de algunos institutos técnicos, impartición de talleres sobre prevención del uso indebido de drogas en la juventud y la reparación del nuevo liceo de Oviedo, que se cae a pedazos y ha sido abandonado por los estudiantes.

Mejor que las querellas llorosas y demagógicas sobre la pobreza, son las soluciones ¿No es eso lo que hace el Presidente Medina cuando sale de Palacio hacia las comunidades? ¿No pregonamos que le seguimos y tocamos su partitura?

No lo demostraron. Aunque desparramaron migajas y con ellas estropearon más lo poco de dignidad que le han ido dejando al pueblo. Y ahondaron su ignorancia con la promesa de riqueza.

IMPERDONABLE

Nunca es tarde, sin embargo, para comenzar. Si en realidad todos y todas queremos rápido el desarrollo turístico del cuarto polo; si nos duelen tanto la pobreza y nos rompe el alma nuestra juventud porque “busca pacas de drogas en las playas”, propongo que formemos un frente nacional para quemar en el play del pueblo, a la vista de todos y con la banda de música, todos los títulos falsificados de propiedad sobre las tierras turísticas y cultivables ubicadas desde Juancho, en la frontera con Enriquillo, hasta la frontera con Haití. Iniciemos esa ola y convirtámosla en un tsunami de desprendimiento, dignidad y amor por el prójimo que recorra rápido todo el territorio.

Ese acto de transparencia, sin doble moral, sería la mejor ayuda al Presidente Medina por parte de quienes creemos en él. Y el mejor abono para el despegue de la industria turística sobre bases legales, no putrefactas.

Porque derivar culpas hacia los empresarios turísticos de otras regiones; hacia ambientalistas que alertan sobre los peligros de un mal uso de los recursos en cuestión, y en contra de periodistas que, en ejercicio de sus derechos, proponen perspectivas diferentes, si no es incapacidad de análisis y carencia de visión, es una bola de humo para legitimar un fraude que no se agota en Bahía de las Águilas. Una acción socialmente irresponsable. De altos quilates. Reprochable. Imperdonable. ¡I-na-cep-ta-ble!