A Danilo Medina le falta poco para ser el candidato presidencial del PLD. Apenas 21 días. Esta semana, en una entrevista en el diario El Caribe, admitió que le resulta difícil ser el candidato oficial del partido de gobierno en el momento en que se anuncia un aumento de la tarifa eléctrica de un 8%.

Es una admisión de que, con claridad, se asume ya como el candidato oficialista y como el hombre que tendrá que representar la obra de gobierno del presidente Leonel Fernández entre el 2004 y el 2012.

Pero el tema eléctrico no es el único talón de Aquiles del gobierno y en consecuencia de su candidato presidencial.

Hay temas que crean serios problemas a cualquier candidato presidencial oficialista. El costo de la vida es el primero. Los precios de los alimentos están muy caros, casi inaccesibles para una gran parte de la población. Los precios del pan, de la leche, de los plátanos, de la carne, de los víveres en general.

Estos precios están relacionados con muchos otros factores, incluyendo los precios de los combustibles en el mercado local. No se siente que el gobierno tenga alguna sensibilidad sobre estos temas. Se ha jugado políticamente a los precios de los combustibles, y se ha olvidado que tienen una incidencia fundamental en la alimentación diaria de la ciudadanía.

Danilo tiene otro problema aún más serio. El empleo escasea, el gobierno ha logrado poco en la creación de empleos. La gente anda desesperada en la calle defendiendo lo poco que existe, pero con una presión muy grande sobre los salarios mínimos, que acaba de ser aumentado, pero con efecto casi nulo: el aumento de los precios en el transporte, en la electricidad, en la comida, y ahora para fuñir más a las clases medias se sugiere aumentar el precio de los servicios de televisión por cable en un 10%.

El gobierno no puede más con algunos desafíos: el dengue y el cólera tienen a mucha gente asustada. No hay capacidad para responder rápidamente a toda la demanda de la población de exámenes que determinen lo que está pasando en los barrios. La gente se muere, está asustada, y el presidente Leonel Fernández pide a los medios no alarmar mucho con el tema del cólera.

La política de endeudamiento externo e interno es algo sensible, que la gente rechaza. Y este gobierno ha sobrepasado todos los límites, hasta que puso de moda la emisión de bonos y otros mecanismos de endeudamiento más sofisticados que los existentes hasta esta administración. Hay endeudamiento con la banca privada, se toman créditos de exportación a Brasil, a Estados Unidos y a cualquiera que lo oferte. El Metro demanda dinero y el gobierno lo busca en el exterior para seguir esa obra y el Congreso responde sin ningún cuestionamiento. El PLD sabe bien que esos préstamos tienen efecto nocivo sobre la política partidaria, porque sacó buenos beneficios en el 2004.

La delincuencia sigue arropando a la ciudadanía. El robo, el crimen, la impunidad son temas a la orden del día. Este tema también se ha ido de la mano. La inseguridad ciudadana tiene un costo político oneroso para el candidato del partido de gobierno. No importa si Danilo tiene buenas ideas sobre este asunto. Si es el candidato oficialista cuáles son las razones para que sus ideas no hayan sido discutidas o tomadas en cuenta por el Ministerio de Interior y Policía o por el actual gobierno, sería la pregunta.

El gobierno acaba de enviar al Congreso Nacional un paquete impositivo con un efecto negativo sobre el sector financiero. ¿Estaba Danilo Medina mínimamente informado de que esto venía en camino? ¿No son creíbles el Ministro de Economía, Temístocles Montás, y el entonces Ministro de Hacienda, Vicente Bengoa, quienes habían sido enfáticos de que el gobierno no tenía entre sus planes aumentos de impuestos?

El panorama para Danilo Medina se podría seguir complicando, en caso de que siga empeorando el cuadro gubernamental. Esto no implica que haya que reducir la capacidad de maniobras de Danilo Medina, que es grande, y que cuenta con un discurso que hasta este momento le ha funcionado. Claro, a partir del 26 de junio ese discurso deberá dar un giro.

Danilo acaba de justificar el paquete fiscal, aunque lo considera inoportuno. Ha dicho que su candidatura está en una situación similar a la del llamado “palo ensebao”, que es casi imposible de subir por la grasa que se le coloca para empedir que los osados suban.

Aquí no está en cuestionamiento la calidad del candidato del PLD, sino la política oficialista y la forma en que la gente la recibe. Como Danilo es el candidato para fortalecer esa política, podría ser quien reciba las ventajas y desventajas del los desaciertos o errores que estoy mencionando.

El FMI presiona por la aprobación de las reformas, y considera impostergable que las mismas se aprueben ahora. El FMI ha sido un aliado importante del presidente, ha permitido muchas brechas y no ha presionado hasta ahora, pese a los incumplimientos de los acuerdos. Esa es una relación que Danilo deberá cultivar en el futuro.

El panorama político y electoral podría complicarse mucho más para Danilo y el PLD.