La ciudadanía tiene derecho a saber cuál es la realidad de la pandemia. Para satisfacer esa inquietud de sus gobernados el Presidente Medina debe cumplir su deber de comunicar a la Nación cuándo ocurrirá el “acmé”. ¿Qué es el “acmé”? Se trata de una palabra de origen griego que describe la fase culminante, de mayor gravedad, de intensidad máxima, o sea el clímax o pico de una enfermedad. Los epidemiólogos se concentran en aplanar la curva, intentando aplazar en el tiempo y reducir el tamaño del pico o “acmé” de la epidemia. Después de la contención y la mitigación durante el pico o meseta surge cada día el máximo número de contagios. Luego la epidemia se ralentiza y se diluye hasta desaparecer.
En tres largos discursos y en decretos sobre la COVID-19 Danilo no menciona la fecha de la ocurrencia del pico o “acmé”. Declaró que “según…Google estamos entre los países que mejor ha cumplido con las medidas de aislamiento social en el mundo”.“Y el resultado…se está comenzando a ver”. “una decena de países…presenta una tasa de muertes…mayor que la nuestra”. A pesar de su alborozo Danilo sorprende, pidiendo ampliar el confinamiento sin referirse al pronóstico del Dr. Alejandro Báez dicho en Twitter, a fines de abril: “Los modelos matemáticos demuestran un pico en las primeras semanas de mayo. Estos modelos dependen de la calidad de la data (más pruebas) y de las maniobras de aplanamiento de la curva. Ojalá sea así. Deberíamos seguir atentos y cumpliendo distanciamiento físico”. Prosiguió: “No quiero anticipar, pero pudiéramos estar alcanzando una meseta; el pico se va a lograr en la primera/segunda semana de mayo; la curva está demostrando que los medidas están funcionando”.
Votaciones de este domingo 17 se aplazaron y, transcurrida la mitad de mayo es mandatorio que, ante elecciones de julio 5, dentro de 50 días, Danilo indique, ahora, si ya estamos en el pico de la epidemia, pues ya se cumplió el plazo pronosticado en la predicción inicial citada del Dr. Báez. Divulgando que estamos en el pico, la ciudadanía mitigaría su “fatiga conductual” por confinamiento y, con disciplina, reduciría sus salidas, sabiendo que en esos días existe gran carga viral en las calles y que se requiere un pequeño sacrificio adicional, teniendo por delante la desaceleración y eventual desaparición de la epidemia. Si ya ocurrió el pico o “acmé”, o si estuviese por llegar, sea como fuese, es necesario comunicarlo.
A falta de recientes vaticinios locales, periódicos y redes difundieron pronósticos de la Universidad de Singapur que en abril 26 publicó que aquí el pico habría ocurrido en abril 18 hace ya un mes; en mayo 26 desaparecería el 97% de la epidemia; en junio 8 el 99%; y el 100% el 27 de julio. Previamente advertimos que esos modelos eran “Estricta y Solamente” para educación e investigación. Singapur ya no publica sus datos de “monitoreo predictivo” sobre ningún país y aclara: “Las predicciones anteriores ya no son válidas porque los escenarios del mundo real han cambiado rápidamente”. Pronósticos de corto plazo del Imperial College y Sussex University calificaron nuestra epidemia como “probablemente estabilizándose o creciendo lentamente” en la semana iniciada el 10 de mayo; predijeron 62 fallecimientos cada semana y factor de contagio “R0”cerca de 1como mediana. La epidemia comenzaría a desaparecer con “R0”menor que 1. Además, el Instituto de Medicina Global y la Universidad de Ginebra predicen acá, en esta semana, un “crecimiento ralentizado” de 2.6% los contagios y 2.0 % los decesos.
En nuestro país, con pequeño territorio y gran intercomunicación entre zonas geográficas la epidemia debió desarrollarse con uniformidad .No fue así y el Gran Santo Domingo, con marginalidad y alta densidad poblacional se convirtió en foco principal. Puerto Plata requeriría un análisis aparte pues luego del “Peregrino” no se reportan nuevos contagios masivos que surgirían. Desde el inicio el MSP no promovió pruebas masivas para reducir el “R0”y desdeñó los pronósticos,: “No creo que haya un solo país que pueda pre visualizar el movimiento de la epidemia con cálculos matemáticos”. Nos recuerda la máxima del genio de la Inferencia Estadística George Box: “Todos los modelos son erróneos, pero algunos son útiles”. Aunque las predicciones no sean 100% exactas al menos sus resultados son útiles, sirviendo para monitorear la epidemia y, en base a un proceso heurístico de aproximaciones sucesivas, hacer ajustes conociendo lo ya hecho y lo por hacer.
Países avanzados utilizan herramientas matemáticas para domar la epidemia. Hagamos acá lo mismo, pero impidiendo que en la formulación del modelo de pronóstico participen quienes proclamaron que eran nulas las probabilidades de que el gobierno de Danilo perdiera el arbitraje de Punta Catalina. Esa predicción falló y Danilo pagó a Odebrecht otros 395.5 millones de dólares, en adición a sobrecostos del precio inicial. Después de dos meses de cuarentena el propio MSP confiesa que, por no haber materiales, el Gobierno no hace las pruebas requeridas. ¿Sería una inocente coincidencia que en días previos a las elecciones apareciesen, por arte de magia, avalanchas de pruebas para reportar, de manera súbita, inconmensurables contagios pre existentes que hasta esa fecha no habrían sido detectados -¿o quizá serian ocultados?- con el mórbido propósito de crear angustia para que los ciudadanos teman contagiarse y no salgan a votar? En julio 5 se inicia el rescate de la democracia con votos a favor de “El Cambio”, de mayorías ciudadanas que no se dejarán acobardar, usarán mascarillas y guardarán distancia.