Pentagrama
Danilo: un Nerón de la democracia y fascista parlamentario
No voy a entrar en muchas disquisiciones filosóficas sobre las primarias abiertas y la ley de partidos. Carece de sentido seguir perdiendo kilos de razonamientos en personas inmodestas, que hacen de su éxito un arma letal contra el derecho, respeto y dignidad de los demás. Los demás no cuentan en personas egoístas que sólo ven la vida con el lente del interés individual personal, no colectivo o interés general.
La soberbia en la noche del día de ayer se impuso en el Senado de la República Dominicana en su modalidad fascista parlamentaria, se ratificó el proyecto con 23 votos. Están actuando en el peor grado de seres insensatos movidos por el vicio de la imposición y el autoritarismo político. Traigo un fragmento jalado por la angustia que siembra la irracionalidad impropia de un jefe de Estado, que celebra con guayo, marimba y tambora lo que mando a hacer en el congreso el pasado miércoles 18 del mes en curso, este episodio nos relata la vida del Imperio Romano que cuenta el Senador, Gobernador e Historiador de los césares, Cornelio Tácito, cito:
“Claudio Nerón fue nombrado emperador de Roma a los 16 años y reinó de los años 54 a 68 d.C.; subió al trono cuando su madre asesinó al anterior emperador, Claudio. A medida que pasaba el tiempo, el emperador se volvía más déspota y avaricioso. Lo primero que hizo fue asesinar a su madre, quien había asesinado a su antecesor para que él fuera el nuevo emperador. Y después mató a otras personas cercanas a él. En el año 64 d.C. se produjo un gran incendio en Roma por accidente. Se le vio a Nerón durante el incendio cantar con una lira Traída de Troya y por eso se sospechó que él fue el culpable. Para desviar las sospechas él acusó a los cristianos y dio comienzo a una gran persecución contra ellos. Nerón hizo creer que los cristianos eran una secta y pretendían conspirar contra los dioses romanos. Según lo registra el famoso historiador Tácito en sus tratados”.
Las teorías éticas Hedonismo y Eudemonismo, independiente de las diferencias en su núcleo del juicio moral a la hora de analizar y atribuir un valor moral al acto humano como comportamiento, tienen algo en común al formular el juicio ético sobre la virtud, cito:
“La virtud entraña una disposición estable o uniforme a comportarse moralmente en un sentido positivo; es decir, a querer el bien. Lo opuesto es el vicio, como disposición también estable o uniforme continuada a querer el mal”, cierro la cita. La peor tragedia, podemos inferir, que puede suceder a una nación, a un país o Estado es ser gobernada por un jefe sin virtud y movido por el vicio de dañar, aplastar, avasallar y corromper. Con su reelección y atropello vulgar de la constitución, están dispuestos a darle fuego al Estado y acusar de ello a los defensores de la institucionalidad y a los Quijotes de un país sin autoritarismo y plena democracia. Han olvidado los reeleccionistas que este país no es Roma y la oposición no son los cristianos.
¿De qué oficina de palacio depende la OMSA de Manuel Rivas que Mató a Yuniol Ramírez?
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