En las redes sociales circulan una serie de apelativos que el pueblo dominicano usa para referirse a Danilo Medina: El brujo, San Danilo de San Juan, Pichón de dictador…

El más reciente "nickname" o apodo popular de Danilo es: "Mecenas de falsos profetas". Este último surge del apabullante costo económico y el alto despliegue militar que puso en marcha el presidente para recibir a T. B. Joshua, el más vil profeta de la era digital.

T. B. Joshua es oriundo de Nigeria, el país con la población negra más grande y más pobre del mundo, horrorosamente subsumida en la miseria, la violencia, el narcotráfico, el hambre y la corrupción por el puñado de multibillonarios (del cual forma parte T. B. Joshua) que la saquean, la explotan y la oprimen.

En su show mediático, T. B. Joshua atomiza a los súbditos de su corte con su "agua de la mañana" y los lleva a un estado de trance que los empuja al suelo y los hace patalear como gallinas en una pista de aserrín o como jugadores de rugby en una pista de hojas secas.

¿Qué verdades hay detrás de la parafernalia militar y musical desplegada por Danilo para recibir en VIP al falso predicador T. B. Joshua?

Ya están circulando ampliamente en las redes incisivos comentarios sobre la idea del presidente Medina de que T. B. Joshua le prediga su futuro re-electoral, le santifique su permanencia en el poder y revierta todo vestigio de oposición a la cacareada reforma constitucional reeleccionista.

Muchos temen que la visita programada del vil profeta conduzca al país a padecer la misma maraña de atrocidades que sufren los nigerianos, sólo que en las manos mordaces del Comité Político del PLD.

¡Que la Virgen de la Altagracia nos libre y nos proteja de semejante atrocidad!