El viernes pasado la prensa dominicana dio a conocer en unas declaraciones preelectoralitas del Ministro de la Administración Publica Ramón Ventura Camejo, en la que resaltaba entre otras cosas la incorruptibilidad de su amo y señor, el impoluto, incólume y excelentísimo señor presidente de la Republica Danilo Medina Sánchez, benefactor de la Patria y padre de la Patria nueva. Según el ministro, este pueblo ingrato y lleno de ignorantes, tiene como sagrado compromiso, apreciar con el grado necesario la grandeza de este hombre, y debe estar lo suficientemente complacido con Napoleón… perdón con Danilo “por sus realizaciones y por su comportamiento como estadista apegado siempre a los mandatos de la Constitución, apegado a las leyes y coherente con el avance de la institucionalidad de la República Dominicana”.
Olvidó el ministro que ese hombre al que define de estadista a pegado a los mandatos de la Constitución, violó todos los parámetros establecidos en nuestra norma suprema, la que reformó solo para perpetrarse en el poder, fragmentando incluso su propio partido. En lo que refiere a la coherencia del mandatario con el avance de la institucionalidad, en lo único que el presidente ha sido coherente, es sin lugar a dudas, en mantener este pueblo humilde y trabajador produciendo riquezas para pagar con sus impuestos, los caprichos de un pichón de dictador que al margen de todo eso, compra conciencias y altera resultados electorales para tener en el marco de esa pseudo institucionalidad, un Congreso y unas cortes complacientes y acordes con sus malsanos intereses.
El ministro con el temor inequívoco de que sus días en el tren gubernamental están contados y conocedor del desencanto mayúsculo de este pueblo harto de corrupción e impunidad y el fragor de los efectos que ha generado el movimiento MARCHA VERDE reclamado con justicia, sanciones concretas contra todo aquel que haciendo uso de sus funciones se robe el dinero público ha dicho “que han sido y serán fallidos los intentos perpetrados para empañar la gestión administrativa del presidente Medina”. Minimizando intencionalmente el despertar de una clase media que había estado ausente del debate político y social por largos años y que hoy más que nunca, está decidida a sacar de palacio a Danilo y sus secuaces, únicos responsables de empañar la imagen de nuestro país, ante la comunidad internacional.
La nota que puso el dedo en la llaga, es cuando afirma con el mejor de los descaro y sin la menor vergüenza “El Presidente Medina se ha mantenido gobernando no para beneficio de un anillo ni en beneficio de amigos particulares, sino a favor del pueblo dominicano, con una visión muy acrisolada de la transparencia, de la honestidad y del manejo de los recursos públicos; de tal forma que yo diría que han sido y serán fallidos los intentos por empañar su gestión de gobierno”. Me gustaría saber cómo llama el ministro al sequito corrupto que se ha mantenido al lado del presidente y que ha quitado preponderancia hasta al codiciado Comité Político del PLD, y ha actuado al margen de las decisiones partidarias, provocando el desencanto de muchos de sus correligionarios.
No dice en ese sentido, que Danilo tiene en su haber como presidente los escándalos de corrupción más importantes de los últimos tiempos, sin que hasta ahora se haya hecho otra cosa que no sea distraer con expedientes incompletos y la exclusión de sus más cercanos colaboradores. Para muestra los casos de ODEBRECHT, la OISOE, el CEA, y la venta inescrupulosa del populoso sector los Tres Brazos, todos con pruebas y echados al zafacón por la administración de Medina, para proteger a los suyos en contra del pueblo que le creyó y le votó. Esos son en realidad los intentos fallidos a los que se refiere el ministro, pero no aquellos que busquen empañar una gestión que nació manchada, y quitó a la gente la oportunidad ver sentados en el banquillo de los acusados a los delincuentes de cuello morado.
Tiene, y es en lo único en lo que tiene razón Ventura Camejo cuando imbuido por el exceso de dopamina y sin tomar en consideración la comparación, expresó “Y creo que podemos hacer un paralelismo con un concepto que se expresó en plena Revolución Francesa, en un momento muy intenso de esta revuelta que hizo que la sociedad francesa llamara a su líder con el apelativo “Robespierre El Incorruptible” pues al margen de la grandeza intelectual y política de Robespierre en nada comparable con las de Danilo, la tozudez y la utilización de las prácticas antidemocráticas que tanto atacó y que luego utilizó para ostentar a toda costa el poder, lo llevaron a la muerte con el arma que utilizó contra los disidentes, lo mismo que hace el presidente en busca de una muerte política, tal vez lenta pero segura. Algo que debió decir, pero olvidó Ventura Camejo ignorando que “todas las verdades que se silencian terminan volviéndose venenosas”-Friedrich Nietzsche-
Danilo el incorruptible… ¡Que ventura más Camejo!