El primer año de gobierno del Presidente Danilo Medina encuentra la imagen del primer mandatario en una envidiable posición en la percepción de la mayoría de sus conciudadanos. Se afirma que según encuestas acreditadas esta imagen frisa los linderos del 80% de aceptación.

Han sido muchas las acciones que al interior del país se han venido implementando y que dan sustento a tan elevado e inusual posicionamiento de un Presidente en su primer año de ejercicio gubernamental.

Estas medidas, por su nivel de compromisos económicos adoptados, obvian no obstante la realidad de que, como país en vías de desarrollo, vivimos en un entorno global de crisis económica al que se debe poner atención como elemento fundamental para la sostenibilidad y el futuro sustento de la economía nacional.

Del mismo modo en que el Presidente Medina ha logrado alcanzar ese solido posicionamiento en la estima del publico dominicano, es imprescindible que sus gestiones se orienten también al desarrollo de estrategias de reposicionamiento de la imagen del país en los mercados internacionales, mediante la implementación del plan Marca País previamente diseñado y listo para su ejecución.

El nivel de compromisos que viene asumiendo el gobierno central presagia momentos de dificultad si se continúan las políticas mercantiles hasta ahora implementadas que han posibilitado al cierre del año 2012, una preocupante brecha negativa de -8,678.9 millones de dólares en la balanza comercial, con niveles de importación que rondan los 17,678.0 millones de dólares con tan solo 9,079.1 millones de dólares en exportaciones totales del país.

Se debe entender que las estrategias de marketing son fundamentales para ganar la batalla en favor del turismo, la atracción de la inversión extranjera y las exportaciones. Esta realidad se viene intensificando cada vez más, de tal modo que los países en todo el mundo trabajan posicionando y reposicionando su identidad de nación a medida en que compiten con sus vecinos, y con poderosos bloques regionales, de influencia, prestigio y riqueza.

Frente a los grandes compromisos que viene asumiendo el Presidente en todas las regiones del país, se hace impostergable la implementación de una política de Estado que priorice los recursos económicos necesarios para la promoción de la oferta exportable de los productos dominicanos y su inserción en los mercados globales.

Solo tomando medidas como esa se podría minimizar el impacto de tener que cubrir déficits futuros, con nuevos impuestos o con prestamos foráneos y de ese modo evitar que su actual 80% de aceptación sufra el “síndrome de la burbuja” que siente terror de tener cerca a un alfiler por pequeño que este sea.