En este momento, queda en voz de aquellos que pasaron buen tiempo apostando a la reelección del actual presidente, la difícil tarea de reconstruir un relato que justifique la alocución de Danilo negando que pretendiera ir por otra repostulación. Los habrá de todo tipo como en botica; sin embargo, nosotros que de forma tozuda insistimos en las pocas posibilidades del mandatario, recogemos algunos fragmentos en los que siempre dijimos, que no existía posibilidad de un tercer período presidencial.

¡No puede, no debe, no lo hará!

Por eso, no obstante estar terminando marzo, mes señalado por el gobernante para abordar el tema de la repostulación presidencial, aún las opiniones se baten entre si habrá o no modificación de la Norma Sustantiva. O si en cambio, se acudirá al TC, por aquello de la violación al principio de igualdad vertido en el artículo 39 de la Ley de leyes. Motivos para pensar, que atendiendo a las desventajas y los inconvenientes resultantes de esta empresa, Danilo: no puede, no debe y no lo hará, pese a las insistencias de  golosos, que todavía no sacian la ambición de devorar el patrimonio nacional.

Margarita el nuevo ingrediente de la crisis morada

Hemos sido constantes en la opinión de que Danilo Medina, como figura política y eje fundamental de un conjunto de fuerzas internas y externas que giran  en torno al gobierno y al PLD, tiene cerradas las posibilidades de acudir a un proceso electoral en el período electoral venidero. Y que, de intentarlo, suscitará el descalabro total de un liderazgo que pende entre los escándalos de corrupción, la impunidad, la inseguridad ciudadana, el colapso del sistema de salud, la baja calidad educativa y la falta de un sistema de garantías sociales.

Continuismo… no reelección

Dicho esto, entenderán por qué todavía pesa en mí la firme convicción, de que a los morados les resultará más difícil correr el riesgo de modificar nueva vez la Carta Magna para dar paso al endeble y desacreditado liderazgo del actual inquilino del Palacio Nacional, que crear bajo el manto de ese mismo esquema de corruptela, un “instrumento-sustituto” que vele, mantenga y proteja los beneficios que han  obtenido en desmedro del pueblo dominicano, producto del mal uso que en provecho propio dan a los fondos públicos.

Concluyo con la certeza,  que no habrá manera posible de montar la reelección que algunos rivales del PLD temen, y que los aprestos de los seguidores del presidente  girarán en la búsqueda de una fórmula para mantenerse en el poder a sabiendas de que la peor carta la representa el propio Medina. Algo más que suficiente para escrutar entre sus presidenciables, uno que garantice en su afán de continuismo, seguir al mando del barco capitaneado por Danilo, pero sin Danilo.

El siguiente paso, desde nuestra primitiva percepción de la política criolla, consistirá, en la búsqueda oportuna de un delfín que apoyado por los recursos humanos y económicos de la estructura palaciega, saque de juego a Leonel Fernández. Toda vez que a juicio del mandatario, esos: “anuncios y acciones, la agresividad verbal, lejos de aminorar, se incrementó de una manera despiadada, irrespetuosa y desconsiderada” y serán, por así decirlo, la excusa perfecta para destruir sin contemplación un liderazgo que a duras penas respira.

Y luego, recogeremos otros fragmentos de las trabas puestas a Leonel desde palacio.