Parece que las advertencias de Ferdinand Lassalle, “de que con las bayonetas se puede hacer cualquier cosa, menos sentarse sobre ellas, porque de hacerlo se te clavarían en las asentaderas”; poco les importa al danilismo y menos les preocupa. El pragmatismo vulgar inspirado en una mentalidad fascista que inspira y alimenta sus planes de avasallar, aplastar, comprar y desacreditar; es políticamente descarrilado y temerario.
Sus planes de destrucción del Partido de la Liberación Dominicana y hacer añico de su presidente, Dr. Leonel Fernández Reyna, ha sido claro y sostenido en el accionar del danilismo; amén de llevarse de paro la institucionalidad del país y la credibilidad del sistema de partidos, agotando, por supuesto, las siguientes etapas:
I-Reunión Comité Político,Metro Country Club en Juan Dolio, para la modificación constitucional y primera reelección, el 19 de abril de 2015.
II-Monchy Fadul remplaza a Pina Toribio como nuevo Delegado Político ante la Junta Central Electoral, 7 de febrero de 2018.
III-Comité Político remplaza los secretarios de Finanzas y Organización del PLD, Víctor Díaz Rúa y Félix Bautista, 6 de agosto de 2018.
IV-Comité Político en reunión sorpresiva y relámpago del pasado lunes 1 de octubre, decide convocar su Comité Central para conocer sobre la modificación de los estatutos y readecuación a la ley 33-18, reelección de Danilo, eliminar el Congreso del PLD como Órgano máximo superior, modificar la Constitución de la República para eliminar el Vigésimo Transitorio y modificar el art 124 de modo que permita la reelección indefinida de Danilo Medina.
Estas cuatro etapas han tenido como finalidad, consumar sus propósitos hegemónicos al interior del PLD anulando todo tipo de oposición, tanto dentro como fuera, y más que todo, hacerver la mentira como una verdad salvadora.
A pesar de que Thomas Hobbes en su teoría del homo hominis Lupus, acepta la descripción aristotélica del ser humano, de ser un zoon politikon, nos narra lo siguiente en su obra De Cives:
“Mientras las abejas o las hormigas viven juntas sin mayores sobresaltos, los humanos no parecen capaces de hacer lo mismo: basta repasar los sangrientos dramas políticos shakespearianos para comprobarlo. Y la principal razón de que así sea es la misma que nos hace excepcionales: estar dotados de lenguaje. Porque el lenguaje no es un reflejo de la realidad, sino que puede distorsionar esta última a través de la mentira, el engaño, la doblez”.
De manera que, continúa la cita, dice Hobbes en De Cive, “la tarea de la elocuencia no es tanto ennoblecer la esfera pública como hacer que lo bueno y lo malo, lo útil y lo inútil, lo honorable y lo deshonroso, aparezcan como mayores o menores de lo que verdaderamente son, y hacer que lo injusto parezca justo, según convenga al propósito de quien habla, cierro la cita”.
El lenguaje y el discurso de posverdad danilista armado de cara a la convocatoria del Comité Central del PLD para el próximo sábado 27 de octubre, pretende dotar de signo y sentido su legitimidad al pretender probar como verdad la necesidad de la segunda reelección, la continuidad de Danilo Medina y, hacer sentir y creer a estos como verdad fundamental la falsedad de que la seguridad de sus congresistas miembros del CC-PLD y su permanencia en el Congreso vía la reforma constitucional, es preocupación suprema de su líder. En este mundo y era danilista de posverdad,mentir y engañar ha dejado de ser algo reprobable y una posverdad que destruye la confianza, quedegrada y desmoraliza una sociedad completa.
¿En el 2018, a la puerta de qué estamos: de una cesárea o una reforma constitucional?