Daniel Santos (1916-1992) no solo vivió como bohemio “de barra en barra y de trago en trago”, también fue un bolerista y guarachero con espíritu revolucionario.
Mientras Woody Guthrie y Pete Seeger se expresaban en favor de las cusas de los pobres y los derechos de los trabajadores a través del folk en los años 40 del siglo XX en Estados Unidos y Atahualpa Yupanqui se adentraba en pueblos rurales, era perseguido, encarcelado y torturado por sus canciones en Argentina, Daniel cantaba por la causa independentista de su amado país, Puerto Rico.
Sin dudas, Daniel fue de los pioneros del canto social en Latinoamérica. Supo usar el bolero, la guaracha y la plena para compartir su pensamiento político desde los inicios de su carrera artística. A finales de los años 30 se integró al cuarteto de Pedro Flores, de quien aprendió en el canto y en la vida. Ya en los años 40 expresaba su coraje, patriotismo y rebeldía a través de boleros que escribía y cantaba. En 1943 grabó Levanta, Borinquen, tema en el que alienta a la sublevación armada ante la situación de su patria carente de libertad:
“No ruegues más Borinquen con palabras
no ruegues más tu ansiada libertad
levanta y glorifica tu bandera
que el mundo está cansado de esperar.
Enseña que tus hombres son valientes
Ensenen que son hombres de verdad.
Si Cuba con valor fue a la manigua,
tú puedes irte al campo y el manglar
olvídate del dicho de la antigua
que nada ya se saca con hablar”.
Uno de los temas del maestro Flores que luego grabó con la Sonora Matancera en 1949 es Sin reserva. Se trata de un bolero de espíritu nacionalista: “Qué pena que haya tantos que no quieran/ que tenga su bandera y desplegarla al sol/ que tenga uno que ser americano/ en vez de ser boricua de sangre y corazón”. En ese mismo año también compuso y grabó Himno y bandera, una especie de bolero-son. Veamos el fragmento siguiente, con el mismo enfoque que el anterior tema, donde expresa un cuestionamiento a la intervención político-militar de la isla, por lo que plantea un reclamo de autonomía para su nación:
“De qué me vale pisar mi tierra
si los que rigen no son de allí
si los que pueden no dicen nada
si los que quieren temen decir:
Que nos permitan tener un himno,
una bandera y un porvenir
que todo pueblo en el mundo entero
tiene derecho para exigir”.
El Inquieto Anacobero o El Jefe, como le decían, fue un prolífico creador. Sus prolongadas andanzas en cabarés y éxitos musicales, no distrajeron la preocupación que sentía ante la situación política de su país. Incluso, en 1949 grabó con la Sonora Matancera Mi gabinete, una guaracha en la que como presidente anacobero nombra a los músicos de la banda en los distintos ministerios para poner a gozar al pueblo de Cuba. En realidad, Daniel escribió y grabó una gran cantidad de canciones de línea patriótica y revolucionaria, en ocasiones como gesto de solidaridad con procesos de otros países. Una muestra de la magnitud de sus convicciones políticas se evidencia durante los años 50, pues en pleno auge del movimiento independentista con Pedro Albizu Campos como líder, lanzó una producción completa titulada Los Patriotas junto a Davilita, otro cantor boricua de pensamiento independentista. Entre los doce temas de este LP se destaca la guaracha Yankee, go home, ante la condición que vivía Puerto Rico desde 1898 y el uso de la isla para entrenamiento militar de la potencia dominante después de la segunda guerra mundial.
A continuación, un fragmento de este tema que, junto a otros, provocó que el popular artista puertorriqueño fuera perseguido e interrogado por organismos de seguridad de Estados Unidos.
“Si mi pobre Puerto Rico
es libre y es asociado,
si mi pobre Puerto Rico
es libre y es asociado
por qué no lo ha respetado
como se respeta a un socio,
cuando se habla del negocio,
ese de la independencia,
y es de muchos la creencia
que a Muñoz lo han trasquilado.
Por qué no se llevan sus aviones,
por qué no se llevan sus cañones,
por qué no se llevan sus matones,
y se van de aquí, y se van de aquí.
Fuera yankee, go home, fuera yankee
Fuera yankee, go home, fuera yankee
Fuera yankee, go home, fuera yankee
Fuera yankee, go home, fuera yankee”.
Daniel apeló reiteradamente a los símbolos que sintetizan identidad, cohesionan, expresan autonomía e independencia de una nación. Entre otros ejemplos está De qué te quejas cubano (1950), Sin bandera, este último con el mismo título de uno que escribió el maestro Pedro Flores en 1935:
“Como no tengo bandera para poderle cantar
préstame la tuya charro para poderme inspirar
cubre mis ojos con ella para ponerme a llorar
por lo triste de mi patria vencida y sin libertad”.
Luego, estando en la cima de la popularidad, Daniel escribió y grabó Sierra Maestra, en 1957, convertida en himno por el Movimiento 26 de Julio que encabezó la revolución en Cuba, país donde él se había convertido en un ídolo con la Sonora Matancera: “Sierra Maestra un telurio sobre Cuba/ donde luchan los cubanos que la quieren defender/ de un capricho miliciano que no ha de retroceder/ porque tiene allí atrapado la fuerza para vencer”.
Más adelante, en 1960 lanza el LP Liberación, donde incluye doce temas de su autoría de carácter patriótico-revolucionario. Se trata de 9 boleros, dos guarachas y una plena: La masacre de Ponce (tema que ya había grabado en 1943), Yo quisiera una bandera, Ayúdame paisano, Himno y bandera, Pobre jibarito, Esto es mío, Viva mi bandera, Liberación, De Diego, Betances y Don Pedro, Gloria incompleta, Un paso adelante, El grito de Lares.
Una marcha pacífica organizada por el Partido Nacionalista en 1937 en conmemoración de la abolición de la esclavitud en 1873 y por la condena de 10 años a Pedro Albizu Campos, fue reprimida por la policía, dejando 19 muertos y más de 150 heridos. Este hecho es conocido en la historia de Puerto Rico como La masacre de Ponce. De ahí, la canción con dicho nombre. A continuación, un fragmento:
“Cuánta muerte, cuánta sangre,
cuánto llanto, qué dolor!
Qué inocentes trajes blancos, sin defensa, con valor.
Todo Ponce lo lloraba, todo el pueblo se enlutó
y el maestro con pudor se arrodillaba
para pedir compasión al Señor que parece se olvidaba
de sus siervos que morían alrededor.
Sangre con sangre con sangre se paga
pague el dolor al dolor
cuando una vida se apaga en la sombra del terror
y la masacre de Ponce es una deuda de honor!”
Asimismo, el borinqueño escribió Despierta dominicano, justo cuando los Estados Unidos invadieron la República Dominicana en el marco de la revolución cívico militar de 1965 que buscaba la vuelta a la constitucionalidad de 1963. Una muestra en el siguiente fragmento, donde además de animar a los dominicanos, retoma la situación política de su país:
“Despierta dominicano, despierta ya amaneció
dale la mano a tu hermano para que reine la unión
para que respeten tu bandera, para que respeten tu nación.
Soy un pobre diablo sin bandera, soy un pobre diablo sin nación
uno que al cantar llorando espera, llegue hasta mi patria la liberación”.
La postura independentista de Daniel, seguidor de Albizu Campos, lo condujo a un compromiso político militante, llegando, incluso, a concebir la creación de un grupo político con su manifiesto nacionalista. También escribió más de diez canciones dedicadas al sacerdote sociólogo y revolucionario colombiano Camilo Torres, quien formara parte de una organización guerrillera y muriera en combate en 1966.
Una muestra más es el tema El político mentiroso, donde pone en evidencia la farsa y demagogia de los políticos que recurren a los pobres en campañas electorales y después que ganan se burlan de la población excluida. En definitiva, Daniel fue constante en la grabación de temas de este tipo. Incluso, la producción Los Distinguidos, que grabó para la Fania con el admirador y seguidor de la Sonora Matancera Johnny Pacheco en 1979, está marcada por esa identificación con su patria y su gente sencilla: Isla del encanto, Lamento del campesino, El jibarito, Trabajando.
Vale cerrar estos apuntes con una muestra audiovisual de Daniel Santos, cantautor de la causa independentista de su país, en una canción de Rafael Hernández, Lamento borincano:
https://www.youtube.com/watch?v=A6kYb4ikndQ