Esta semana el mundo celebra la lactancia materna, un hábito que de forma natural mantienen  todos los mamíferos… menos el que se enorgullece de ser inteligente: el humano.

El algún momento, el hermoso acto de lactar fue secuestrado por el comercio y la banalidad.  Entre las causas de este grave desatino se cuentan la publicidad de la industria láctea,  la inserción de las mujeres en el mercado laboral sin que se creen las condiciones para que puedan amamantar, la práctica en los centros de salud de  alimentar al recién nacido con un biberón, la cultura de convertir en pecaminoso las mamas de la mujer, y el insidioso miedo que la industria de la belleza le inculca a las mujeres de que lactar tumba las tetas.

En República Dominicana, esta desgracia se refleja en la cifra de que en los primeros seis meses solo el 7% de las madres dan el seno a su bebe, negándole, entre muchos otros beneficios, la protección contra múltiples infecciones que le aportan los anticuerpos maternos.

Para revertir esta nefasta cultura, y como forma de llamar la atención, la OMS designa una semana al año para incentivar el retorno al instinto humano de ofrecer la mama a la cría, como manda la naturaleza.

La lactancia materna es el primer contacto natural del bebé con su madre. Cuando una mujer lacta le da la oportunidad a su criatura de ingerir un alimento nutritivo y preventivo.

Los niños y niñas amamantados desarrollan con su madre un vínculo emocional fuerte y duradero, que genera un sentido de pertenencia y de autoestima.

Los científicos definen la leche materna como uno de los alimentos más completos. En el seno de su madre el bebé encuentra grasas, proteínas, azúcares, lisozima, taurina, lactoferina y gammaglobulina. El calostro, que es la primera secreción del seno, proporciona a los recién nacidos una carga importante  de nutrientes que no la aporta ninguna fórmula artificial.

Lactar beneficia a la madre, al  agilizar su recuperación posterior al parto.  Al bebé succionar,  el útero se contrae y vuelve a su posición de origen,  y además le ayuda a perder peso y recuperar la figura.  Si se amamanta de forma exclusiva, la lactancia actúa como anticonceptivo. Con lactancia hay paraíso.

En República Dominicana la Ley No. 8-95 declara como prioridad nacional la promoción de la Lactancia Materna; es obligación del gobierno aplicarla. Pero mientras en este país se gastan miles de millones de pesos en publicidad, la campaña de educación sobre la lactancia materna es la gran ausente en los medios de comunicación.

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