VENTANA: A la hora del conteo de los votos, las pequeñas agrupaciones políticas suelen ser indispensables para un candidato alzarse con el triunfo en primera vuelta.

No hay tiempo que perder. Los partidos políticos y sus candidatos están en una marcha contra el reloj, a todo galope en el tiempo que resta para las elecciones, con tal de aprovechar al máximo los recursos disponibles. Pero también para agenciarse la mayor cantidad de adeptos a su causa, con miras a tener una participación gananciosa en la consulta fijada para el 20 de mayo de 2012.

Es que el afán de esas organizaciones, desmedido se podría decir, está en retener el triunfo en primera vuelta. Al menos en eso emplean su tiempo, recursos y esfuerzos los partidos de la Liberación Dominicana (PLD) y Revolucionario Dominicano (PRD), los dos con mayores posibilidades de ganar las elecciones. Y cada opción de voto la defienden a como dé lugar.

"Un grano no llena el granero, pero ayuda al compañero", llegó a decir en varias oportunidades el ya fenecido ex presidente Joaquín Balaguer, quien gobernó este país en siete distintas oportunidades, y que en ocasiones fue ayudado por el voto de pequeños partidos.

Por reducida que sea una pequeña organización política en cuanto a membresía y actividades a emprender, el asunto es que para tiempos de campaña todo cuenta, tomando en cuenta que al momento de las votaciones los electores indecisos asumen su rol. Y, por esa misma condición, pueden decidirse por el que menos posibilidades tenga en las urnas. Por demás, cuando viene la zafra de encuestas, el nerviosismo invade a los politicos.

A pesar de ser dos poderosas maquinarias que movilizan miles y miles de partidarios y simpatizantes, el asunto es que los amarres en

el PRD y en el PLD hay que hacerlos temprano y con las mejores perspectivas, cuando se sabe que la competencia pone "campo minado"

con tal de que el contrario encuentre dificultades en el camino.

El PLD  y su candidato Danilo Medina saben muy bien que los partidos minoritarios, los llamados emergentes, tuvieron que ver con

los dos últimos triunfos electorales en primera vuelta del Presidente Leonel Fernández. Sin la sumatoria de una caterva de siglas, como el BIS, la APD, el PTD, PQDC, UDC, PLRD y FNP, MIU no hubiese sido posible asegurar la victoria la misma noche del 16 de mayo de 2004, y de la misma manera el 16 de mayo de

2008.

Pero de todo ese entinglado, Danilo solo ha podido hacer amarres efectivos con el PTD y la FNP. En cuanto a la APD, esta ha decidido participar en las elecciones con su propio candidato, que lo es el sociólogo Max Puig, que hasta agosto último fue ministro de Trabajo en el presente gobierno, aparte de que había sido ministro de Medio Ambiente.

Por lo que se ve, todo indica que el otrora cohesionado Bloque Progresista alrededor de la figura de Leonel Fernández, en esta ocasión no le concede a Danilo el mismo fervor en cuanto a conformar un frente unitario que le apoye en su candidatura.

Hipólito Mejía y el PRD, que recientes encuestas lo colocan por encima de su principal rival en las preferencias del electorado, ha

tenido hasta ahora el respaldo de organizaciones minoritarias como el

PRI, PHD, MODA, ASD, y está en conversaciones con el PNVC.

Pero el PRSC, que en los cuatro últimos procesos electorales en que ha participado ha descendido en forma estrepitosa, al extremo de dejar una especie de polarización entre el PRD y el PLD, para mayo próximo puede resultar la panacea con que cuente los dos principales candidatos entre los que optan por el poder.

El caso es que la dirigencia reformista se encuentra actualmente dispersa entre quienes quieren que se llegue a un entendimiento con el PLD y su gobierno, también hay dirigentes que desean un acercamiento con el candidato del PRD, Hipólito Mejía, mientras que otro sector aboga porque el PRSC lleve candidatura propia a las elecciones. Hasta ahora nada de eso se ha podido materializar.

Hay sectores que han planteado la posibilidad de una tercera opción electoral, pero llevando un solo candidato presidencial, de agrupaciones como la APD, Dominicanos por el Cambio (DxC), Alianza País, la Quinta República. Todas tienen su candidato seleccionado.

Pero el PRSC, que preside Hatuey De Camps, pese a haber sostenido encuentros con los dos principales candidatos a la Presidencia de la República, no ha tomado partido en el proceso, y no ha anunciado candidatura propia.