El pueblo cubano y sus gobernantes han tenido un largo peregrinaje deambulando desde el romanticismo revolucionario  hacia un futuro desconocido  guiados por un líder excepcional,  incompetente  y mágico.   Sin esa magia, Cuba debe reinsertarse en una economía global y saltar al siglo 21.  Para lograrlo, en la Era del Conocimiento, Cubacuenta con una carta de triunfo: su capital humano. Ese capital humano, triunfo de la revolución cubana,  ha dado la talla en mercados competitivos y cuando se eliminen los  controles burocráticos obsoletos, enriquecerá a la familia cubana.

El  modelo de economía cubana seguido hasta la fecha caducó y sus baluartes van desapareciendo ( exportación petrolera venezolana a la isla, exportación de  bienes  y servicios  médicos).Una  rígida economía centralizada no pudo lidiar con el cambio paradigmático causado por la tecnologia de la comunicación e información y la revolución en el transporte; ambos causando y requiriendo flexibilidad.  Como nos alegrase con sus notas un gran compositor “esa guagua va p’tra.”  Los recursos humanos de la isla con  gran capacidad productiva, se ven limitados en su gestion por obstáculos sin fin.   Esas  limitaciones  les empujan a abandonar la isla  mientras las bondades de un régimen generoso para los inmigrantes cubanos en el pais vecino les atrae.  Mas en vez de abordarlas  una a la vez, labor por demás inacabable, cortemos el nudo gordiano: el desordenado  cambio monetario cubano.

La moneda múltiple  alienta  la cultura del mercado negro o gris, actúa como un bloqueo interno en la búsqueda de la  prosperidad por la fuerza laboral, sobre todo por los jovenes,  y frena el movimiento de capitales desesperadamente necesitados por la descapitalizada economía isleña.   Mientras el peso cubano este definido como 1:1 y limitado al uso de importaciones básicas y el peso dolarizado gire a  1:24 para salarios e importaciones no básicas, las señales de precio estan completamente distorcionadas  por los subsidios e impuestos implícitos en esta aberración, los incentivos laborales serán débiles (ergo, vagancia causada por sueldos reales bajos con  pobre  capacidad de consumo) y  penaliza la inversión

Ya Cuba ha identificado los mecanismos idoneos para funcionar con una moneda y cambio únicos y sus tecnócratas han analizado opciones inmediatas, a corto plazo y mas graduales.  Complejos logros y costos adornan cada opción.  El común denominador sin embargo es que todas necesitan amplio y flexible financiamiento. ¿Quién financiará  las fuertes reservas bancarias necesarias para dicha consolidacion, para aguantar la presión sobre la Balanza de Pago?

La ilución de Raúl y sus tecnócratas de capitalizar estas reservas con la compensación de los EEUU por el daño causado con el embargo es solo eso, ilución.  Los Estados Unidos ni compensaron a Vietnam por el bombardeo de saturación en  Vietnam del Norte, ni enjuiciarán a Cheney por las victimas colaterales masivas en Iraq, ni Irán ni Rusia ni Venezuela verán un centavo  por sus respectivas sanciones, ni reconocerán las demandas cubana.

Pero los EEUU si pueden dar una gran empuje al logro de mayor libertad laboral del pueblo cubano.  Para proceder con su racionalización monetaria el  Banco Central Cubano necesita el apoyo del FMI, y eventualmente del Banco Mundial y del Interamericano.  Elevar el bloqueo a su membresía apoyaría  la liberación económica, especialmente el libre movimiento laboral.  Sea como fuere, para la unificación monetaria faltan  los fondos habilitando las medidas requeridas, incluyendo lineas de credito,  y anticipando una  reacción  tan fuerte que  arriesgue  los  timidos avances logrados,  primordialmente en la libertad individual.  Obtener ese financiamiento, con zero credibilidad crediticia internacional,  se convertirá en alta prioridad, y su demora, la convertirá en prioridad absoluta.

Los economistas dominicanos, con sólida experiencia en la consolidación de la moneda y cambios múltiples,   pudieran dar una mano.  Una conferencia en la Habana analizando las experiencias en consolidación de monedas y tipos de cambio múltiples, montada por especialistas dominicanos con invitados claves, mucho ayudaría.  Esta es la principal medida macroeconomica para Cuba.   Sin ella, el pais seguira hundiendose en el fango del fracaso y, como la historia enseña,en tiempos difíciles la dictadura aumentará su represión.

El capital humano acumulado es un gran éxito de la revolución cubana.  La tasa de cambio dolarizada destruye ese capital.  ¿Podrá Raúl salvar este logro revolucionario con una sola moneda?