Turística, Jijiji, mal pensador… Ni es sobre la Cumbre de Panamá, ni sobre política regional. Aunque a decir verdad, ¿Qué tema sociocultural no tiene un trasfondo de aplicación de políticas?
Hace varias semanas leí sobre la posible amenaza que podría significar Cuba para el turismo dominicano, después de la llamada apertura.
Si nos apoyamos en la matriz DAFO decimos que los dos países poseen Debilidades y Amenazas, Fortalezas y Oportunidades, y que si se integran y hacen proyectos, programas conjuntos, serían mucho más fuertes de lo que son ahora. Cuba tiene debilidades y amenazas para poder acceder al mercado turístico internacional que son fortalezas y oportunidades para República Dominicana. A propósito, una vez escuché -sin querer- a un artista decir, “es que vas a Cuba a actuar y dejas de cobrar mucho dinero pero, además, tienes que pagarte todos los gastos, como cualquier turista común, hospedaje, alimentación, transporte, en fin, que hay que ser muy altruista para ir a actuar allá. Los cubanos solo ponen el audio y luces”. Bueeeno, para entrar al mercado capitalista y ser competitivo, el Estado cubano tendría que flexibilizar estructuras y hacer inversiones.
Dominicana tiene muchas fortalezas: ¿Usted sabe la cantidad de agencias y oficinas que venden destino Santo Domingo, en el mundo? ¿Usted sabe lo atractivos que son los super competitivos paquetes del Todo Incluido, con boletos aéreos, hotel, alimentación y bebidas, acompañados del grupo cubano Gente de Zona para este Verano, en Punta Cana. Dominicana tiene una experiencia validada en modalidades del turismo de alto nivel y estacionario como el de famosas personalidades del arte, el deporte y la política del mundo con sus Residencias en La Romana; el Turismo de Golf y turismo de bodas son de excelencia, devenidos fortalezas del turismo dominicano. Sin embargo, en el turismo cultural existen debilidades que para Cuba constituyen fortalezas, sobre todo, el hecho de la Dirección de Turismo Cultural en el Ministerio, dejó de existir en el 2012, y aunque aquella estaba enfocada más a un turismo interno nacional que a proyectar a República Dominicana internacionalmente como destino cultural, pero al menos, existía, solo era cuestión de re-direccionarla y fortalecerla, pues esa Dirección era una sola persona. Y sí, se han implementado algunas iniciativas muy interesantes como la Aldea Cultural de la Romana, pero se hace necesario implementar una estrategia de desarrollo del turismo cultural del Estado Dominicano, con enfoque sistémico y de carácter nacional basado en un científico estudio.
En Cuba, hace años el Ministerio de Cultura desarrolla su Turismo cultural con el funcionamiento de Agencias especializadas de comercialización cultural turística, como Agencia de Viajes Culturales Paradiso, ARTEX y el Fondo de Bienes Culturales (entidad comercializadora de la artesanía). La cultura no la conciben como opcional para “el tiempo libre” del turista sino como fin. Miles de turistas van a Cuba solo a recibir clases en los talleres de percusión, salsa, y de otras manifestaciones artísticas. Miles de personas viajan de todo el mundo, solo para participar en los eventos culturales durante todo el año en todo el país. Muchos dominicanos van cada año al Festival del Caribe en Santiago de Cuba. ¿Y por qué no mercadeamos internacionalmente los eventos culturales nuestros, tantos del sector privado como los organizados por el Ministerio? Hay que trabajarlos cada uno y montarlos en un Plan de Eventos Culturales para el Turismo. Y me pregunto: ¿Dónde un turista podría comprar las últimas películas dominicanas? Existe un sistema de cursos cortos para el turismo? Por qué en los Polos turísticos y hoteles, no hay tiendas de arte dominicano, además, de las Gift Shop achinadas y haitianizadas? ¿Quiénes supervisan la calidad de los show’s que se ofertan en los hoteles? ¿Esos espectáculos reflejan y preservan nuestra identidad cultural?
Ohhh ¿En qué parte del mundo se va a aprender mejor a bailar un Perico Ripiao, o los mundialmente famosos ritmos Merengue y Bachata que no sea en la tierra que los creó. ¿Quién mejor podría enseñar a tocar una tambora, güira y acordeón que los cibaeños?
Y que conste, jamás digo copiar, sino cooperar y negociar. Debieran planificar y accionar en conjunto para formar un enclave turístico-cultural regional del Caribe hispano; sobre la base del respeto a las diferencias. La mejor negociación es cuando ambas partes quedan satisfechas. Ganar/ganar, es la mejor alternativa. Necesitamos crear un modelo de turismo cultural dominicano, aprovechando el potencial artístico que tenemos y en un intercambio de experiencias y realización de proyectos con los cubanos y con otros países.