“Richard Nixon estaba convencido de que Fidel representaba un obstáculo a la omnipotencia norteamericana y había que quitarlo del camino” Peter Kornbluh, del Archivo de Seguridad Nacional de la Universidad George Washington. Cubadebate, 17 de agosto de 2009
Mucho antes del 3 de enero de 1961, día en que el Presidente Dwight D. Eisenhower anunciara el rompimiento de las relaciones diplomáticas con Cuba confiado en que muy pronto se restablecerían con un gobierno amigo, había comenzado el conflicto que marcaría las relaciones entre la superpotencia y la pequeña isla del Caribe.
¿Quién sería más ingenuo: Nixon o Castro?
Una fecha clave en la cronología de las turbulentas relaciones Cuba-EEUU, que ya tienen 57 años, es el 19 de abril de 1959, cuando el entonces primer ministro cubano Fidel Castro estrechara la mano del vicepresidente estadounidense Richard Nixon, en Washington, tras una breve entrevista de 15 minutos entre ambos dirigentes.
En su sección “This day in history” (Este día en la historia) dice “History Channel” acerca del 15 de abril de 1959 bajo el subtítulo “Castro visita los Estados Unidos”: ““…antes de regresar a Cuba, Castro se reunió con el vicepresidente Richard Nixon. En privado, Nixon esperaba que su conversación empujaría Castro "en la dirección correcta", y lejos de cualquier política radical, pero salió de su entrevista lleno de dudas acerca de la posibilidad de reorientar el pensamiento de Castro. Nixon llegó a la conclusión de que Castro "o bien es increíblemente ingenuo acerca del comunismo o se halla bajo la disciplina comunista, mi conjetura es esta última”.
Tomé esta cita de la versión en inglés de History Channel y la traduje, para mostrar la palabra “naive” (ingenuo) que Nixon le aplicó a Castro en el último párrafo, así “Nixon concluded that Castro was “either incredibly naive about communism or under communist discipline-my guess is the former. (Nixon llegó a la conclusión de que Castro "o bien es increíblemente ingenuo acerca del comunismo o se halla bajo la disciplina comunista, mi conjetura es esta última”).
El desenvolvimiento posterior de la historia demostraría que Castro podría ser cualquier cosa, menos ingenuo, en materia de ejercicio político. Ambos líderes estarían enfrentados luego como jefes de Estado y de gobierno de sus respectivos países, entre el 20 de enero de 1969 y el 9 de agosto de 1974, duración de la presidencia de Nixon.
El largo camino hasta Obama-Raúl
Cuba resistió a Estados Unidos durante los mandatos de diez presidentes de aquel país, 57 años en total, hasta que el 11º, Barack Obama, decidiera cambiar, no de estrategia sino de táctica. El gobierno de los Estados Unidos ha sido franco y honesto, en voz de su Presidente, su objetivo no varía: cambio de régimen en Cuba, mediante otras tácticas. Claro, expresado en una balsa de eufemismos como los de ayudar a que el país tenga más turismo, más Internet, más teléfonos celulares, más intercambio con el exterior. La única palaba que ha dejado de usarse es la de “transición”, por lo menos en las altas esferas.
Las razones de la dirigencia cubana
Algunas reacciones ante la apertura Cuba-EEUU:
- Suspicacia dentro de algunos sectores de izquierda de América Latina.
- Rabietas entre el anquilosado exilio cubano muchos de cuyos dirigentes hicieron del anticastrismo un pingüe negocio durante décadas.
- Esporádicas protestas de la ultraderecha republicana (no de los estados, demócratas y republicanos, que hacen negocios con Cuba desde hace años).
- Empresarios que se frotan las manos mientras proyectan futuros negocios. American Airlines, por ejemplo, solicitó permiso para 20 vuelos diarios a distintas ciudades de la isla.
- Temor entre competidores económicos regionales, entre ellos Republica Dominicana.
Al parecer el general Raúl Castro, y su círculo dentro del Partido Comunista, proyectan desde hace mucho esta “normalización” con EEUU, tema que por demás siempre se ha debatido en el seno de la dirigencia cubana. Es lógico que al acceder el general Castro a los más altos cargos, jefatura del Estado y el Gobierno (24 de febrero de 2008) y del Partido Comunista (19 de abril de 2011), se aceleraran las aproximaciones entre los dos países. EEUU, por su parte, coincidió con sus propias necesidades internas para que se lograra la iniciativa conjunta.
Se trata de una guerra en la cual, como en muchísimas otras a lo largo de la historia, los adversarios llegaron a un punto de estancamiento en que los dirigentes de ambos bandos concluyeron con que la victoria los eludía, no había salida previsible en el horizonte.
Ocurrió en El Salvador, ocurrió más recientemente en Colombia. Se imponían pues, las negociaciones.
Un campo de batalla diferente
Ambos contendientes comprenden que se abre un campo de batalla diferente. Aunque EEUU siempre trató de infiltrar en Cuba a sus agentes, mientras reclutaba a otros dentro del territorio, no es lo mismo actuar dentro de un Estado con el que se tienen relaciones diplomáticas plenas.
Los dirigentes cubanos saben que no es lo mismo luchar con un enemigo a distancia que con uno que está dentro y con armas difíciles de igualar como el dinero, la ofensiva mediática, la avasallante cultura del consumo. Además está el factor del bloqueo, ya próximo a su fin, y no debe descartarse la devolución de la base naval de Guantánamo a Cuba.
Contexto
A continuación algunas noticias y opiniones que ponen en contexto la batalla Cuba-EEUU en el nuevo escenario:
Hemos tenido intensas jornadas en este 7mo. Congreso próximo a concluir, en el cual se adoptaron acuerdos de trascendencia estratégica para el presente y el futuro de la nación.
El Congreso aprobó el Informe Central y diversas resoluciones sobre los principales asuntos analizados, se pasó revista al cumplimiento de los Lineamientos de la Política Económica y Social del Partido y la Revolución y se acordó su actualización, expresada en 274 lineamientos.
Igualmente se debatió el informe sobre el cumplimiento de los Objetivos de la Primera Conferencia Nacional del Partido y se adoptaron decisiones para continuar fortaleciendo su papel como fuerza dirigente superior de la sociedad y del Estado, consagrado en la Constitución de la República.
Al propio tiempo, el Congreso acogió favorablemente los proyectos presentados acerca de la Conceptualización del Modelo Económico y Social y las bases del Plan Nacional de Desarrollo Económico y Social hasta el 2030, y teniendo en cuenta su importancia aprobó iniciar un debate amplio y democrático sobre estos documentos programáticos con la militancia del Partido, la UJC, representantes de las organizaciones de masa y de diversos sectores de la sociedad. Esperamos concluir este proceso antes de que finalice el presente año, de modo que el Comité Central, en correspondencia con la facultad que le otorgó el Congreso, los apruebe definitivamente.
En un asunto de esta naturaleza es esencial lograr el apoyo consciente de la gran mayoría, para ello es imprescindible escuchar, razonar y tener en cuenta la opinión de la militancia y del pueblo en general.
Considero conveniente recordar que el proceso de actualización del modelo económico que iniciamos desde el 6to. Congreso no es una tarea de uno o dos quinquenios. El rumbo ya está trazado. Proseguiremos a paso firme, sin prisas, pero sin pausas, teniendo muy presente que el ritmo dependerá del consenso que seamos capaces de forjar al interior de nuestra sociedad y de la capacidad organizativa que alcancemos para introducir los cambios necesarios sin precipitaciones ni mucho menos improvisaciones que solo nos conducirían al fracaso.
El progreso hacia la actualización del Modelo y la construcción de un socialismo próspero, sostenible e irreversible en Cuba, exige que sean preservados y potenciados los principios de justicia e igualdad que han servido de base a la Revolución. General de Ejército Raúl Castro Ruz, Primer Secretario del Partido Comunista y Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros de Cuba, discurso en la clausura del 7mo. Congreso, 19 de abril de 2016
Pronto deberé cumplir 90 años (Aplausos), nunca se me habría ocurrido tal idea y nunca fue fruto de un esfuerzo; fue capricho del azar. Pronto seré ya como todos los demás. A todos nos llegará nuestro turno, pero quedarán las ideas de los comunistas cubanos (Aplausos) como prueba de que en este planeta, si se trabaja con fervor y dignidad, se pueden producir los bienes materiales y culturales que los seres humanos necesitan, y debemos luchar sin tregua para obtenerlos. A nuestros hermanos de América Latina y del mundo debemos trasmitirles que el pueblo cubano vencerá (Aplausos). Tal vez sea de las últimas veces que hable en esta sala. Los felicito a todos y, en primer lugar, al compañero Raúl Castro por su magnífico esfuerzo (Aplausos). Emprenderemos la marcha y perfeccionaremos lo que debamos perfeccionar, con lealtad meridiana y la fuerza unida, como Martí, Maceo y Gómez, en marcha indetenible. Fidel Castro Ruz, discurso en la clausura del 7º Congreso del Partido Comunista de Cuba, 19 de abril de 2016.
Este 1ro. De Mayo exigiremos el respeto a nuestra soberanía, nuestra dignidad; el respeto a que nos permitan seguir avanzando en la construcción del socialismo. Reclamaremos, además, el cese del bloqueo, y nos propondremos dar pasos mucho más acelerados, pero también firmes, en el cumplimiento de los acuerdos del 7mo. Congreso del Partido, buscando bienestar y prosperidad para todo nuestro pueblo. Así dijo este viernes a la prensa Mercedes López Acea, miembro del Buró Político, primera secretaria del Comité Provincial del Partido en La Habana y vicepresidenta del Consejo de Estado, durante el acto por el aniversario 146 del natalicio de Vladimir Ilich Lenin, líder de la revolución rusa, realizado en la colina que lleva su nombre, en la capital. Granma, 23 de abril de 2016
Los cubanos se encontraron ayer con una rebaja de precios en algunos productos básicos en los comercios del país, principalmente alimentos, una medida que ha sido recibida positivamente por la población y con el deseo de que se extienda a más artículos. La rebaja de precios, anunciada la noche del jueves y en vigor desde ayer, tiene como objetivo incrementar gradualmente la capacidad de compra del peso cubano (CUP) y el aumento del poder adquisitivo de algunos sectores desfavorecidos de la población. Así, productos habituales en la mesa de los cubanos como el pollo, el aceite vegetal, el arroz, los chícharos (un tipo de legumbre) y el azúcar, ahora se podrán comprar hasta en un 20 por ciento menos del precio anterior, vigente tanto en los comercios que aceptan pesos convertibles cubanos (CUC) y CUP, la moneda nacional. "Esta es una decisión muy buena, es una mejoría para la economía, pero debían seguir rebajando para que el pueblo pueda adquirir más", comentó a Efe Julio Torres, un habanero de 86 años que acudió hoy al popular centro comercial "Carlos III" para comprobar si "de verdad había rebajas" y "de paso" adquirir algunos productos. Cable de EFE fechado por Yeny García en La Habana, 22 de abril de 2016
Para muchos cubanos, el famoso malecón de La Habana podrá comenzar a verse desde una perspectiva muy distinta: desde uno de los gigantescos cruceros de la compañía Carnival.
En el marco del restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre Estados Unidos y Cuba, a partir del 26 de abril los ciudadanos cubanos podrán entrar y salir de su territorio en calidad de pasajeros o tripulantes de cruceros y buques mercantes. Los cubanos quedan autorizados a ser pasajeros y tripulantes en cruceros y buques mercantes.
El anuncio se hizo a través de un comunicado oficial publicado en el diario cubano Granma, donde se especifica que la compañía de cruceros estadounidense Carnival fue autorizada para operar en la isla, luego de un contrato firmado el pasado mes de marzo.
Los viajeros deberán tener el visado del país de destino, pero no tendrán ningún tipo de restricción para entrar o salir de Cuba. BBC Mundo, 23 de abril de 2016
El VII Congreso del Partido Comunista de Cuba finalizó a 55 años de la derrota de la invasión lanzada por Estados Unidos en Playa Girón. Simbólico, ya que quienes combatieron allí y los cientos de miles que entonces empuñábamos las armas en cualquier parte de Cuba, lo hicimos defendiendo conscientemente ya no solo la patria, sino el socialismo, proclamado por Fidel tres días antes en el sepelio de los compañeros caídos en los bombardeos de la víspera.
Y ha sido la preservación y perfeccionamiento del socialismo, de la democracia que lo oxigena, y la decisión de no retornar jamás al capitalismo lo que ha pautado al congreso desde el informe de Raúl como primer secretario del Comité Central -una brillante reflexión-, hasta las breves pero sustanciosas palabras con que lo clausuró.
Una economía autosostenida y próspera sigue siendo la asignatura pendiente del socialismo cubano. Hacia allí se dirige la actualización, vocablo adoptado para denominar los cambios hacia un modelo donde se acepta la función indispensable del mercado. Su implementación marcha, según palabras de Raúl, sin prisa pero sin pausa, y su ritmo está determinado, entre otras variables fundamentales tanto endógenas como exógenas -la crisis sistémica del capitalismo y el bloqueo estadounidense entre las más importantes-, por la rotunda negativa a tomar medidas de “ajuste” y la decisión de no dejar a nadie desamparado. El momento más conmovedor, la lectura por Fidel de su discurso, sabio, emotivo, imperdible. Ángel Guerra Cabrera, “No retornar al capitalismo jamás”, La Jornada, 22 de abril de 2016
Del Congreso del Partido Comunista Cubano -cuyas resoluciones aún no se conocen sino en líneas muy generales- parecen desprenderse algunas importantes conclusiones.
La más simple es que, como en China y Vietnam, el equipo de dirigentes gerontes intentará un recambio generacional rejuveneciendo la dirección del Partido y del Estado, cosa que en el pasado intentara ya Fidel Castro sin grandes resultados haciendo nombrar en ministerios claves militantes jóvenes. Aunque ser joven no garantiza la capacidad, la cultura y los conocimientos y la apertura mental (muchos jóvenes son conservadores y burocráticos) esta medida al menos favorece las innovaciones que son tan necesarias en la isla.
Otra, más importante, es que Raúl Castro confirmó la existencia en el partido tanto de una tendencia nostálgica del período en que el aparato estatal cubano tomaba como modelo al soviético y también de otra mucho más peligrosa, abierta al capitalismo como en China. Parece que, por lo menos el equipo actualmente gobernante, rechaza ambas tendencias y prefiere seguir una línea pragmática y cauta. Guillermo Almeyra, “Después del Congreso del PCC”, La Jornada, 22 de abril de 2016