La organización del territorio es clave para mejorar el bienestar de la población en cualquier demarcación del país, ya que cuando se conoce el potencial y las necesidades diferenciadas de la gente tomando en cuenta el lugar donde reside se pueden diseñar políticas públicas focalizadas.

La estructura mínima para la organización del territorio en las zonas urbanas de la República Dominicana son los barrios, los cuales deben ser establecidos mediante una ordenanza por cada uno de los Ayuntamientos, tal y como lo señala el Art. 23 de la Ley 176-07 del Distrito Nacional y los municipios.

Lamentablemente los Ayuntamientos del país no cumplen con lo establecido en el artículo indicado, eximiendo a los municipios de contar con una ordenanza aprobada que delimite su perímetro urbano y que a su vez pueda establecer la cantidad, nombre y límite de los barrios que la integran. Este vacío no permite precisar hasta donde llega cada barrio, ni tampoco establecer el ámbito territorial que le corresponde a cada junta de vecinos, dificulta el conocimiento desagregado de las demandas municipales, limita la transparencia del presupuesto participativo, impide la atención continua de la población, al igual que complica el seguimiento de los proyectos en ejecución.

En la actualidad esta omisión ha tenido que ser subsanada por la Oficina Nacional de Estadísticas (ONE), pues ante la negativa de los Ayuntamientos de realizar y aprobar mediante ordenanza toda la organización del territorio municipal, la entidad responsable de los censos nacionales debe establecer dichas unidades barriales para fines estadísticos. Sin embargo, ante la pregunta… ¿cuántos barrios tiene tu ciudad?; estoy seguro de que la respuesta te sorprenderá, ya que el registro realizado por la ONE queda obsoleto en el tiempo debido a la creación desordenada de barrios por todo el territorio urbano llegando a duplicar o triplicar la cantidad establecida para fines estadísticos.

Ante la posposición del Censo programado para el presente año como consecuencia de la pandemia en el país, los Ayuntamientos aún tienen la oportunidad de establecer por primera vez en la historia la cantidad, nombre y límite de sus barrios en base a criterios que les permita organizar la administración del territorio urbano y que a su vez puedan entregar a la entidad estadística la estructura que servirá para levantar la informacion censal. Esto permitirá iniciar con un proceso real de organización municipal que tome en cuenta cada uno de los barrios para impulsar su potencial, reducir sus precariedades, asistir a los más vulnerables y fomentar el desarrollo para beneficio de su gente.