Ante el sólido rechazo manifestado por una buena parte de la población a la medida tomada por el gobierno de cobrar impuestos sobre las compras por internet menores a 200 dólares, la administración del Presidente Danilo Medina se verá necesariamente compelido a hacer uso de la figura del “damage control” a fin de resarcir el auto-infringido daño provocado a su imagen pública con esta disposición.
El rechazo se ha manifestado primordialmente a través de los medios de comunicación de nueva generación, en poder precisamente del sector directamente perjudicado por la medida. De ese modo el sentimiento de rechazo se ha difundido principalmente mediante el recurso de las redes sociales de la Internet y sus aliados el tweeter, facebook, instagram, entre otros.
Es evidente que con este “affaire” se pone en peligro no solamente la buena imagen del gobierno en su conjunto, sino que podría afectar sensiblemente el tesoro tan bien cultivado de los altos niveles de aceptación personal del Presidente, logrado en las sucesivas encuestas realizadas desde su ascenso al poder.
En este sentido sus estrategas de comunicación y Relaciones Publicas tendrán que trabajar a fondo para frenar el daño ya producido como resultado de la penetración alcanzada por el amplio movimiento de disgusto, manifestado a través de la gran mayoría de los medios de comunicación tanto regulares como digitales.
Con cerca de dos millones de cuentas de Internet que impactan e influyen el criterio y la opinión de más de 3.4 millones de personas en el país, según cifras del Indotel, se hace imperiosa la necesidad de contar en estos tiempos con estrategias de comunicación agiles, certeras y convincentes, ya que en este caso el daño pudiera ser irreversible, sin la posibilidad de una “segunda oportunidad”
¿Sera que este daño tiene menos valor que los 5,600 millones que aducen los funcionarios perdería el Estado?