A propósito de la discusión sobre la observación del presidente Danilo Medina al Código Penal.

El cuerpo de la mujer no vale nada si es pobre, trabajadora mal pagada y sobre explotada por la patronal o abandonada por el Estado;

El cuerpo de la mujer no vale nada, si sobrevive con ingresos de la prostitución, explotada en la industria pornográfica, en el tráfico de drogas o de armas, en el lavado de activo, o si es víctima de cualquier otra forma de explotación.

El cuerpo de esa misma mujer es sagrado y corresponde a Dios, si se trata de interrumpir un embarazo no deseado ya sea por violación, para preservar su vida, por  sus condiciones de salud mental o por libre albedrío de ésta.

¿El cuerpo de la mujer solo es sagrado como receptor de dos células sin importar las circunstancias en que se produjo tal unión; y qué del rol social de la maternidad y los derechos de la mujer?

¿Por qué quienes se oponen a la observación del Código Penal por parte del presidente Danilo Medina, en lugar de defender dos células, no defienden a los millones de abortados por el capitalismo?  y eso si que sintoniza con el segundo mandamiento de la iglesia católica, "Amarás a tu prójimo como a ti mismo". Entre esos  abortados sociales hay creyentes de distintas religiones que cuando el dolor del embarazo no deseado toca su puerta, ya no duele en el Alma, entonces duele en su piel… y entonces, el aborto no es pecado!

Por qué quienes gritan por la criminalización del aborto en todas las circunstancias  prefieren su compromiso con la prédica del paraíso celestial y no asumen compromiso por la redención de su prójimo que muere a su lado por hambre, abandono, frío, golpizas de sus parejas o ex,  o por cualquier otro tipo de violencia?

Este es un debate político, de derechos Humanos, de salud pública y de ciencia. No de religión ni de fe, si así fuese también implicaría una re discusión del concepto Pecado. Incluyendo la cultura pecaminosa (por rentista) de no predicar con el ejemplo.

Sobran silencios en este debate nacional. La criminalización del aborto es contra las mujeres y las familias pobres;  faltan voces del litoral progresista para defender este componente de los  derechos humanos y toda persona que se asuma revolucionaria debe hacer algo para garantizar que se  mantenga la observación hecha por el presidente Danilo Medina al Código Penal. Es una conquista de los de abajo.

Política, derechos humanos y ciencia no caben en la religión. Son campos separados e incluso contradictorios. El Estado está llamada a ser garantía de derecho para todas las dominicanas y dominicanos, sin importar simpatías religiosas.