Mis amigos del Centro Regional de Estrategias Económicas Sostenibles (CREES) me han hecho llegar un trabajo interesante que he decidido compartir con ustedes ya que muy poco se dedica tiempo a analizar el tema del Congreso Nacional más allá de las críticas sobre el barrilito y el cofrecito o sobre el número tan elevado de congresistas.

En primer lugar la República Dominicana es el quinto país de América Latina con mayor número de congresistas con 222 (190 diputados y 32 senadores). Estamos por encima de la media de la Región que son 204. México es el país que más congresistas tiene (628) y Costa Rica el que menos tiene (57).

Cuando se hace la comparación de congresistas por número de habitantes entonces somos el segundo país con mayor porcentaje en este reglón con 22.2% sólo superado por Uruguay (38.1%) y el que menos tiene es Brasil con 2.9%. Si tomamos la extensión territorial de Brasil y el número de habitantes de ese país en comparación con el nuestro podemos concluir que en nuestro caso simplemente es un abuso.

En relación al gasto legislativo, que son todos los recursos destinados a cubrir las operaciones de los congresos, la República Dominicana fue el séptimo país con mayor gasto en legisladores con 134 millones de dólares. Los tres países con mayores gastos legislativos al 2015 fueron Brasil con 2,741.6 millones de dólares, México con 881.7 y Argentina con 859 millones.

Ahora bien, para saber cuánto le cuesta, en promedio, a cada ciudadano el congreso de su país se calculó el gasto de los congresos per cápita y resulta que solo tres países tuvieron congresos más costosos por habitantes que República Dominicana. El costo por habitante calculado en dólares en nuestro país fue de 13.4; 35.5% más costoso que el promedio de América Latina que es 9.9%. El Congreso más costoso por habitantes fue el de Uruguay (39.9/hab.) seguido por Argentina (19.9/hab) y Panamá (17.9/hab.). Bolivia tuvo el congreso menos costoso por habitante con 2.9.

El otro cálculo realizado fue el gasto legislativo en relación a porciento del gobierno central. En el 2015 la República Dominicana fue el tercer país de la Región con mayor proporción de gasto legislativo equivalente a un 1.17% del gasto del gobierno central superado solamente por Uruguay (1.89%) y Guatemala (1.29%).

Si se observa el Congreso tiene uno de los porcentajes más alto, de hecho si no se hubiese aprobado el 4% para la educación habría estado cerca pues el país destinaba apenas un 2.2% para este sector tan importante. En el caso de la salud apenas se invierte un 2.8% siendo nosotros el país que menos invierte en salud de la Región superado solamente por Haití que dedica un 0.70%.

Como se observa no solamente tenemos uno de los congresos más caros o más numeroso de la región, sino que ese gasto es para cosas que nada tiene que ver con su función pues, aparte de los estrambóticos salarios que devengan y las cantidades de privilegios, también se asignan el famoso barrilito y cofrecito dizque para obras sociales cuando se ha demostrado que hasta para habichuelas con dulce se destinan fondos.

Esto sin tomar en cuenta lo que también toman por detrás para aprobar leyes onerosas y contrarias a la soberanía del país que por cierto de esto solamente nos acordamos cuando se habla de Haití. Fume usted y déjeme el cabo.