El pasado 22 de marzo, como consecuencia de un accidente de tránsito, en Pizarrete, Municipio Baní, y luego de ser llevado a varios centros de salud, falleció, Claudio Caamaño Grullón. Su deceso se produjo después de varios días de internamiento en la Unidad de Cuidados Intensivos del Centro Médico de la Universidad Central del Este (UCE).
Según las informaciones emitidas por diferentes medios de comunicación, el accidente automovilístico le provoco a Caamaño Grullón politraumatismo, siendo el de mayor importancia, el trauma torácico cerrado con fractura de costillas y perforación pulmonar, por la alta incidencia de fallecimiento, (Hasta un 15 por ciento), cuando no se adoptan las medidas necesarias inmediatas en las primeras horas.
Esta lamentable y probable evitable defunció, ha provocado todo un cuadro de denuncias y lágrimas de cocodrilos en diferentes sectores de la sociedad, sobre todo, de aquellos sectores y grupos responsables principales de que acontecimientos de esta naturaleza terminen en el cementerio.
A diario y durante años, si usted revisa las noticias de los diferentes medios de comunicación, es receptor de todas las denuncias que se hacen del inhumano, discriminatorio, injusto, violador de las leyes, la Constitución y colapsado sistema de salud del país.
Me indigna tanta hipocresía de estos politiqueros y me apena cuando, ante acontecimientos como estos, sectores que se definen alternativos persistan en sugerir ciertas reformas y parches al colapsado Sistema de Salud y Seguridad Social
Hace dieciséis años que, el Sistema financiero Internacional, (BM, FMI, BID, USAID/OPS) con apoyo e impulso de los ricos de aquí, impusieron un negocio llamado Sistema de Seguridad Social Dominicano y Ley General de Salud, (Sus Administradoras de Fondos de Pensiones -AFP- y Administradoras de Riesgos de Salud-ARS-) con todos sus reglamentos y normas, como elemento central de la política privatizadora que llevaron a cabo y que encontraron sus máximos exponentes en el PLD, PRD, hoy parte del PRM, PRSC, y un grupo de vividores complementarios que le sirvieron de colchón y legitimadores.
Fue el paso culminante que despojó a los trabajadores, campesinos, sectores de la clase media, explotados, marginados, excluidos y empobrecidos de la salud como un derecho, para convertirla en una mercancía generadora de plusvalía.
Esos mismos políticos que el día del velatorio y después van a dar el pésame a los familiares por tan lamentable acontecimiento, son los responsables, ayer y hoy, que el país sea un desastre y un fracaso para brindar salud al pueblo y un botín de dinero para los dueños y los que han quebrado a la República Dominicana.
Por eso, hay que ser politiquero y cachazudo para utilizar un momento de duelo como ese para, consciente o no, querer sacar ventaja político-electoral, en un escenario en que todos son corresponsables.
Como quedarse cayado uno, cuando ve u oye a personeros como los de las cúpulas del PLD, del PRM, del PRD, del PRSC, del Ministerio de Salud Pública, y otros sectores, lamentarse y cuestionar la forma, calidad y calidez de atención a la salud en el país.
Acaso, todos ellos, no conocen que en todos los centros de cierta importancia para recibir un determinado paciente en condición de internamiento, se le exige un depósito económico, de lo contrario lo refieren o, como se dice, lo rebotan.
No importa que esos centros de salud sean parte de los que esos mismos partidos y grupos económicos hayan privatizado y entregados en donación y dirección a sectores de la Iglesia Católica o a Patronatos de sectores que representan los mismos intereses del financiero área corresponsable e impulsores del modelo neoliberal en la salud.
Por eso me indigna tanta hipocresía de estos politiqueros y me apena cuando, ante acontecimientos como estos, sectores que se definen alternativos persistan en sugerir ciertas reformas y parches al colapsado Sistema de Salud y Seguridad Social.
Estoy convencido que esas cúpulas partidistas representadas en los partidos y sectores señalados más arriba, están comprometidos con el modelo neoliberal, excluyente, y no se comprometerán a impulsar un Sistema de Salud, Publico, Universal, eficaz, eficiente, con calidad y eficacia, cubiertos por los impuestos progresivos. Un sistema de salud cuya base de sustentación sea la Estrategia de Atención Primaria en Salud, como proyecto de sociedad a eliminar de una y por todas que, accidentes como estos, no importa la figura o la condición humana involucrada, termine en fallecimiento.
De lo contrario, todo esto es un circo de lágrimas de cocodrilos y la expresión más alta de la hipocresía de la burguesía y la pequeña burguesía.