La templanza según el cristianismo es una virtud cardinal, que consiste en moderar los apetitos y el uso excesivo de los sentidos, sujetándolos a la razón.

Según la RAE, es moderación, sobriedad y continencia. Benignidad en el clima. Armonía y buena disposición de los colores. Punto de dureza o de elasticidad.

Creo que las definiciones de por sí, nos hacen comprender por qué afirmo que necesitamos recurrir a la templanza. No obstante, algunas reflexiones que complementan este anhelo.

Tranquilidad, tranquilidad, tranquilidad, recordemos que las emociones marcan, definen, atraviesan el cuerpo y el alma; pero también te permiten replantearte las opciones en el mundo una y otra vez.

Hay una canción que se hizo famosa con los Guaraguos (no se si es de Ali Primera) que dice así:

Si cantando con amor,

Seré libre como el sol,

Iré cantando desde el comienzo hasta el final.

Si cantando con afán,

Seré libre como el mar,

Iré cantando desde el comienzo hasta el final.

Si mi voz tiene el poder de alegrar un corazón,

Iré cantando desde el comienzo hasta el final (Bis)

Sí cantando con sentir tu vuelves a sonreír

Iré cantando desde el comienzo hasta el final

Sí cantando puedo hacer que tu fe vuelva a nacer

Iré cantando desde el comienzo hasta el final

Si mi voz tiene el poder de alegrar un corazón,

Iré cantando desde el comienzo hasta el final (Bis)

Creo que eso deberíamos hacer, respirar profundamente y cantar para ser libres. No como un acto inocente, sino desde la resistencia más absoluta. Desde la convicción de que necesitamos un país donde las instituciones funcionen, donde no haya necesidad de vivir en crisis provocadas por intereses particulares, ajenos al interés general de las personas y a la principal obligación jurídica de un Estado, que es garantizar derechos.

Cantemos:

Por el cumplimiento de la Estrategia Nacional de Desarrollo y todo lo que significa para las finanzas, la economía y la intervención social.

Por un país que funcione desde la transparencia, la institucionalidad, la ética en la función pública y privada, la actuación legítima, profesional y eficiente.

Por una salud que permita la erradicación de la mortalidad materna y la mortalidad infantil, sobre todo porque la mayoría se producen por causas prevenibles; lo que indica que hay un problema de calidad de la atención.

Por una educación de calidad y que promueva una vida de respeto, igualitaria y equitativa; con educación sexual, perspectiva de género, derechos humanos, artes, actividad deportiva (de las escuelas deberían salir los talentos, recordemos que salen de la gestión individual o familiar), reflexión crítica y por supuesto buena enseñanza de las ciencias.

Por una justicia pronta, oportuna, garantista y de calidad. Que funcione en espacios adecuados y que sea garante de los derechos de las personas y del cumplimiento del debido proceso.

Por la existencia de una Política de Cuidados, que responsabilice al Estado, a la sociedad y a las familias de las labores de reproducción y cuidado de niños, niñas y adolescentes, personas adultas mayores, personas con una condición que requieren atención permanente y personas con enfermedades crónicas.

Por la aprobación de un Código Penal, un Código Civil, una Ley integral de violencia y una Ley de Igualdad y no discriminación, que responda a la idea de que todas las personas nacen libres e iguales en dignidad y derechos.

En fin, tantas cosas importantes de las que nos deberíamos estar ocupando. Y el país paralizado…

Magaly Pineda decía que no hay que perder la capacidad de asombro, aseguraba su importancia porque eso nos permite preguntar por qué pasan las cosas. creo que deberíamos hacerle caso. Como última petición del día, les solicito que hagamos eso. Seamos capaces de asombrarnos, para desde ahí transformar lo que deba ser transformado y disfrutar lo que deba ser disfrutado. Este fin de semana, que los partidos no nos venzan, usemos el poder colectivo a este fin:  Templanza. Y cantemos, porque nuestras voces tendrán el poder de alegrar nuestros corazones, y con esa alegría seremos capaces de provocar la revolución necesaria.

Sean felices.