Participo de un grupo de lectura de mujeres al que hemos llamado Cafeterapia, o sea Café-té-rapia. Un nombre creativo que se le ocurrió a una maravillosa mujer que nos convidó a leer y es como “la madre”del grupo. Nos recibe en su casa una vez por mes para compartir la lectura asignada, tomar café, té y “terapiarnos” unas a otras.

El primer libro que leímos fue Mujeres que Corren con los Lobos de Clarissa Pinkola Estés y que nos llevó 7 años concluirlo, así mismo no ha leído mal, 7 años. Pero no se asombre, pues quienes han leído este libro saben de su profundidad, de cómo nos confronta, nos valida y nos transforma, para todo esto se necesita tiempo. Pero esta no es la única razón de la cantidad de tiempo empleado, lo que pasa es que los grupos de lectura de mujeres suelen ser no sólo grupos de lectura, se convierten en comunidades afectivas y de apoyo  donde las mujeres crecemos juntas en un colectivo que ayuda a cada una y a todas en conjunto. Cada reflexión personal compartida en el grupo ayuda al crecimiento individual y al fortalecimiento del grupo en sí mismo. Pero además somos un grupo afectivo que lo celebra todo, los cumpleaños, la navidad, el verano, la primavera, la semana santa, día de la amistad y cada ocasión que nos sirva de excusa para encontrarnos, bailar, cantar, comer y beber. Por supuesto en estas ocasiones se deja a un lado la lectura y disfrutamos del presente que nos invita a celebrar, total no hay prisa, no hay que hacer un examen ni lograr un índice académico, ya ese tiempo pasó, pues ahora de lo que se trata es de VIVIR.

La diversidad es una de las características más encantadora de este grupo, el rango de edad oscila entre los 42 y 65 años; las hay casadas; divorciadas y vueltas a casar o no; divorciadas con y sin nueva pareja; con hijos e hijas adolescente o adultos; con nietos o no; profesionales en ejercicio o empleadas; amas de casa; activas laboralmente o ya retiradas;religiosas en distintas denominaciones; espirituales; no creyentes; unas que hacen ejercicio o llevan dietas y otras no; otras que además de todo esto se hacen cirugías estéticas, en fin, una hermosa diversidad que nos ayuda a crecer unas con otras. Todo esto hace que la lectura cuente con un contexto distinto individual, pero que se comparte en colectivo.

Muestra de esta diversidad es el respeto, ya que hay un grupito pequeño o “adendum” de mujeres que no puede o no están listas para leer, pero hay un vínculo creado desde muchos años atrás.Ellas también son parte de nosotras, están ligadas en amor al grupo, participan del chat, pero por alguna razón no asisten cada primer martes de mes a la lectura. En esta modalidad el rango de edad aumenta a 72 años y ellas participan,pero de las fiestas y celebraciones a las que se integran con el cariño y el entusiasmo de las demás.

También promovemos el turismo interno conociendo los rincones más hermosos de nuestro país y al mismo tiempo damos apoyo a otra mujer que tiene esta actividad como forma de vida y nos convida en cada viaje que organiza. En absoluta libertad van las que quieran y puedan haciendo un aporte al país y ayudando al desarrollo de una mujer microempresaria. ¡Excelente resultado del encuentro entre las mujeres!

Como característica básica  de Cafeterapia es que evitamos  juzgarnos, cada una es dueña de su vida y decide con ella lo que quiera, el desacuerdo y la disidencia es parte del crecimiento, de manera que a nadie le toca dar sermones de lo correcto e incorrecto, ese tiempo también pasó, de lo que se trata ahora es de ESTAR A CARGO DE SI MISMA en compañía de las demás.

La confidencialidad es una regla, lo que allí se habla allí se queda y evitamos hablar de la compañera que no está presente. Los temas tratados una noche no se comparten con las que no pudieron asistir, pues aunque hay una lectura pautada lo que surge cada vez es único e irrepetible y las que no pudieron asistir esa noche es porque sencillamente no les tocaba estar. De manera que no hay carga por no asistir, es una responsabilidad personal que cada una decide. Tampoco hay lamentos por no haber estado, pues ya tenemos la conciencia de que nada es casualidad en nuestras vidas y las vidas de las demás.

Además compartimos "panchos", que son esas ropas o accesorios que no usamos y que podrían servirle a otras; vamos al teatro, al cine a desayunar, a ferias y eventos especiales, nos acompañamos en momentos difíciles y nos damos soporte cuando lo necesitamos.

El libro que estamos leyendo ahora es El Despertar de la Mujer Consciente, no sabemos en qué tiempo terminaremos y tampoco nos importa, pues lo sabroso es todo lo que crecemos y disfrutamos desde el inicio hasta el final del libro que nos hemos propuesto.

@SoalngeAlvara2

@SOLANGE_ALVARADO_ESPAILLAT