Preámbulo: Hoy la tentación fue volver a escribir sobre violencia contra las mujeres. Los  feminicidios que se han producido estos días  (entre miércoles 6 y viernes 8 se produjeron cinco) desbordan cualquier sentido de la decencia, la dignidad y  “civilización”. Solo reiterar que si seguimos permitiendo que esta violencia sea la norma tenemos poca esperanza como humanidad. Como es llover sobre mojado, y los poderes públicos siguen sin inmutarse, decidí tratar un asunto más trivial, pero que es otra burla más hacia las personas.

Introito necesario: A mí me sorprende encontrar en otros países ofertas de paquetes turísticos para venir a la RD, que ofrecen todo incluido con pasaje y días de resort de playa, que pueden costar casi lo mismo que desde aquí pagamos solo por el pasaje para ir a esos países. Me encanta todo lo relacionado con tratar bien al turista; cuando salgo por el mundo lo hago con esa expectativa, ser acogida y sentir que me lo ponen “fácil”. Así que todo lo que República Dominicana haga para acoger con bienestar a quienes vienen a vacacionar me parece plausible. Dicho esto, exijo que por favor, eso no signifique una estafa para nacionales o que por quitarle un trámite sencillo al turismo, se le imponga un trámite complicado a la gente de aquí.   

Me explico: El Estado decidió supuestamente para beneficiar al Turismo, PERJUDICAR a todo el no turista. La Dirección General de Impuestos Internos dictó la Norma General 08-2018, que establece un cobro anticipado e ilegal de 10 dólares a toda persona que compre un pasaje fuera del territorio nacional. Esto, basándose en el Decreto No. 430-17, de fecha 4 de diciembre de 2017, que dispuso que el tributo por concepto de tarjetas de turismo se incorpore en el precio de los boletos aéreos y marítimos para aquellos turistas que arriben a la República Dominicana por estas vías.

O sea, usted no es turista, viene a su país, usted es nacional dominicano (si, sé que estoy siendo redundante); la Norma establece que como realmente a usted y a mí no nos corresponde realizar ese pago, y nos lo cobraron por adelantado al comprar el pasaje, tenemos que someternos a un procedimiento con plazo fatal para solicitar el reembolso. O sea, ALBRICIAS,  beneficiamos a quienes llegan al país como turistas, no tendrán que hacer la fila para comprar la tarjeta; pero perjudicamos a todas las demás categorías de personas que viajan que deberán dedicar tiempo a solicitar un reembolso. Realmente, el “remedio” me parece peor que la “enfermedad”. Es la vaina más loca, de todas las vainas locas, que se les ocurren a los gobiernos en este país. Para que se entienda mejor: le vamos a ahorrar un tiempito y una fila a quien viaja de turista, pero, le adjudicamos y obligamos a nacionales dominicanos y a diplomáticos un trámite que incluye escaneo de documentos, llenar un formulario, poner una tarjeta de crédito o un número de cuenta, o pasar a recoger un cheque. Tenemos que dedicar tiempo, tecnología y esfuerzo para que en un plazo fatal nos reembolsen los 10 dólares cobrados de manera arbitraria.

Podrán decirme mil quinientas veces, elevado a la enésima potencia, que se han tomado las previsiones de lugar para realizar los reembolsos,  pero es un trámite adicional,  que es más largo y perjudicial que la fila para comprar la tarjeta de turismo, de eso no me cabe la menor duda, y  seguro  que no le cabe a nadie que tenga dos dedos de frente. Sabemos que habrá muchísima gente que no hará la solitud de reembolso, que posiblemente ni se enteren que pueden hacerla y el Estado le  habrá robado a cada nacional 10 dólares por cada pasaje que compre en otro país  para llegar a su patria.

Estoy tentada a creer que  intencionalmente se inventaron este nuevo robo sabiendo que poca gente va a solicitar el reembolso y calculando el gran ingreso que obtendrían por ahí; de lo contrario sinceramente creo que es el colmo de la idiotez.

Mejores opciones:

  • Implementar el pago electrónico, para que todo turista que quiera ahorrarse la fila, pague con anticipación y traiga su comprobante impreso o en el celular, con un código de barra.
  • Poner maquinas expendedoras de la Tarjeta de Turista, para que al llegar al área de migración simplemente entre los 10 dólares en la máquina, escanee el pasaporte y se le imprima la tarjeta.
  • Que lo cobre la Línea Área, pero no en el pasaje, sino en el mostrador cuando te chequeas para abordar, ahí con tu pasaporte en manos el oficial que te atiende sabrá si eres o no turista. Y así sucesivamente…

Pueden existir muchísimas soluciones, que no impliquen joderle la vida a cada dominicana o dominicano que quiera llegar a su país. Pero, esas no nos interesan, con esas no hay forma de quedarnos con 10 dólares por adelantado, que en un cálculo sencillo si suponemos que en un año vienen al país 350 mil nacionales de los que andan por el mundo y le cobramos 10 dólares de manera abusiva e ilegal, y que 50,000 solicitan su reembolso, y 300 mil no lo hacen, el gobierno recauda 3 millones de dólares, o sea 150 millones de pesos. Una cifra conservadora, que multiplicada por 4 años de un período de gobierno son 600 millones limpios, que sirven muy bien para hacer campaña “porque hay almas que salvar”, al fin y al cabo, es un dinero percibido como excedente…

Y todo muy bien, gracias.