Sobre el sentir la amistad se ha escrito innumerables tratados, poemas y pentagramas durante el transcurrir y el acontecer humano, en sus distintas conceptualizaciones de interacción, reflejadas en las emociones y pareceres de innumerables pensadores, filósofos, bohemios, juglares y eruditos.
Esta sinergia entre el pensamiento lógico y el emotivo tiene un denominador común: La necesidad de sentir que se es apreciado y la urgencia en expresar esta necesidad.
Es este lenguaje mítico y subliminal, lo que distingue al Humano con sus pares del reino animal.
A través de los años vividos, he podido palpar esta necesidad y urgencia, en los distintos escenarios donde también he desarrollado mis actividades profesionales, académicas y, sobre todo, aquellas que se revistieron de emotividad y solidaridad con los que me rodeaban.
Siempre he logrado situarme en el sitio y momento apropiado para ser un receptor privilegiado de amistades que han perdurado en el tiempo.
Siendo estudiante de la Prestigiosa Universidad de Puerto Rico (UPR), Recinto de Rio Piedras, cultive muchas amistades variopintas que me alimentaron los deseos de superación y esparcimiento.
Después de trashumar por varias ¨pensiones para estudiantes¨ pude sublimar, mis necesidades de albergue, en un segundo piso de la Avenida Ponce de León, en pleno Rio Piedras, muy cerca de la UPR. Ahí estaba la Óptica Sixto Pacheco de la reconocida familia puertorriqueña de Optómetras.
Su fundador, el Dr. Antonio Pacheco se graduó de St. Louis College y fue pionero de su profesión en Puerto Rico. En el año 1909 obtuvo la primera licencia optométrica otorgada en Puerto Rico por la Junta Examinadora de Médicos.
La Optometric Historical Society ha publicado el hecho que la distinguida familia Pacheco de San Juan tiene el reconocimiento internacional de poseer el récord mundial practicando la optometría después de obtener su licencia.
Su descendiente directo el Dr. Sixto R. Pacheco (dueño de la pensión, administrada por su esposa), fue nombrado a la Junta Examinadora por el Honorable Roberto Sánchez Vilella y confirmado por el Honorable Rafael Hernández Colón, ambos Gobernadores de Puerto Rico.
La ¨distribución espacial¨ del inmueble, era convencional. Con varias habitaciones, unas con baño interior y otras no. Además, tenía un pequeño desayunador, equipado con una nevera y una estufa pequeña.
Ahí, en ese espacio angosto, convivíamos unos 13 estudiantes, donde la cohabitación de dos o mas por habitación, era lo común; tuve la suerte o privilegio de vivir en una sencilla sin baño.
Fue precisamente esa estrechez compartida lo que nos unió profundamente y permitió el desarrollo de capacidades y competencias para enfrentar aquel pasado, hoy presente, lleno de experiencias recogedoras y enaltecedoras; ambas muy importantes para el desarrollo de una Amistad duradera en el tiempo.
Es precisamente en ese sortilegio, del tiempo y espacio, donde tuvimos la oportunidad, después de casi 50 años, de vernos la cara de nuevo.
El escenario fue la celebración de los 45 años de vigencia del Combo Quisqueya, del cual participamos todos en su Genesis: unos tocando, otros cantando y los que, como Yo, apoyándolos moral y éticamente.
Después de disfrutar un tremendo espectáculo, durante el cual Adibb Melgen nos distinguió entre la audiencia, e hizo que nos paráramos, logrando así una gran ovación.
Luego, los de la foto compartimos nuestras vivencias en un hotel de la capital en compañía de nuestras esposas e hijos.